Ozzy Osbourne no volverá al Reino Unido a menos que le permitan llevarse a sus perros con él

Ozzy Osbourne credit:Bang Showbiz
Ozzy Osbourne credit:Bang Showbiz

La estrella de Black Sabbath y su esposa Sharon están planeando el regreso a su país natal después de pasar muchos años viviendo en Estados Unidos. El único problema en esta mudanza internacional es que Ozzy se niega en redondo a ir a ningún sitio sin sus queridas mascotas, y parece que ella no le da la misma importancia a la idea de mantener a toda la 'familia' junta.

No está claro cuál es el problema para que los animales les acompañen porque, en teoría, deberían poder entrar en Reino Unido siempre y cuando tengan la cartilla de vacunas al día, lleven un microchip y cuenten con un certificado de salud favorable. En realidad, de las palabras de Ozzy se deduce que Sharon simplemente preferiría dejarlos atrás.

"Acerca de todo eso volver a Inglaterra... Voy a decirle a Sharon: 'No voy a ninguna parte sin estos perros", ha aclarado el músico de 74 años en el podcast 'The Osbournes'.

La mudanza se ha estado preparando por más de cuatro años, y sólo se ha retrasado porque las renovaciones en su casa de Buckinghamshire aún no han terminado, pero parece que Ozzy aún no lo tiene claro, porque le ha dicho a su hijo Jack: "No voy a decir ni una palabra más al respecto. Pero tu madre se va a sentir muy sola".

Se cree que la pareja está planeando documentar su mudanza en un reality show para la BBC. En un episodio anterior del podcast, Sharon reveló que quería volver a casa y darle a su esposo la posibilidad de llevar una vida más tranquila ahora que se ha retirado de las giras interminables. "Podemos hacer más lo que queremos en Inglaterra que lo que podemos hacer aquí", explicó ella.

Los recientes problemas de salud de Ozzy -incluido su diagnóstico de enfermedad de Parkinson- no han tenido nada que ver con la toma de esta decisión. En realidad, pesó mucho más el aumento de violencia armada en Estados Unidos en los últimos años a la hora de decidirse a cruzar el Atlántico.

"No quiero morir en Estados Unidos. No quiero que me entierren en el maldito Forest Lawn [un cementerio de Los Ángeles]. Soy inglés. Quiero volver... Es hora de que vuelva a casa", aseguraba él recientemente