Pablo Montero cayó en su propia trampa el día que le vendió la exclusiva de su boda a una revista

Pablo Montero pagó muy caro el haberle vendido la exclusiva de su boda a una revista. (Photo by Rick Diamond/WireImage for The Recording Academy)
Pablo Montero pagó muy caro el haberle vendido la exclusiva de su boda a una revista. (Photo by Rick Diamond/WireImage for The Recording Academy)

En el 2011 Pablo Montero vendió la exclusividad de su boda con Carolina van Wielink a una revista de espectáculos que tenía permiso para revelar todos los detalles del evento en Puerto Aventuras, Quintana Roo. Pero seguramente nunca imaginó que su día feliz acabaría de la peor manera, con un escándalo de épicas proporciones tras revelarse que le habría sido infiel a su esposa con una amiga esa misma noche.

La revista difundió la historia de que Carolina van Wielink, quien estaba embarazada, salió de la casa de visitas que alquilaron de madrugada para buscar a su esposo porque había desaparecido de la fiesta, y lo atrapó in fraganti teniendo relaciones con otra mujer. Una información que luego la periodista Ana María Alvarado dice haber corroborado con sus fuentes de confianza.

Cuando estalló el escándalo, el cantante desmintió en el programa El Gordo y la Flaca su presunto acto de infidelidad. "No sé quién se puso a inventar eso y la verdad fue muy mala broma. Estamos contentos y disfrutando de lo vivido", aseguró. Bromeó incluso al comentar que lo único malo esa noche fue que se acabó el agua mineral y debieron ir a comprar más.

Pero a consecuencia de aquel episodio, Montero no quiso volver a vender exclusivas de su vida privada pese a las ofertas que le hicieron por los bautizos de sus hijos. "Quedó muy asustado con lo que le hicieron y quedó curado de espanto por lo que pasó", escribió el periodista Gustavo Adolfo Infante en su columna Última palabra en Excélsior en diciembre de 2011.

A 12 años de aquel suceso, el caso fue retomado en el programa De noche ya se armó, conducido por Yordi Rosado. Allí tuvo como invitados a periodistas de espectáculos como Martha Figueroa, Joanna Vega-Biestro, Ana María Alvarado y Jorge Ugalde, quienes debatieron sobre los límites que existen para informar o no acerca de la privacidad de las celebridades.

"Le venden su alma al diablo, firman un contrato. A Pablo Montero le pasó. Firmó contrato con una revista para vender su boda, y en la boda se le pasaron las cucharadas (copas), le fue infiel a la novia. Eso se lo publicaron. ¡Tú vendiste tu alma al diablo!", aseguró Vega-Biestro.

"Si a veces supieran quiénes nos pasan las notas, los artistas se sorprenderían. Generalmente no es prensa, es gente de su entorno", agregó Ana María Alvarado, a quien el cantante le reclamó con actitud agresiva por aquel incidente al coincidir años más tarde en una fiesta.

"Hubo fotos, el lugar al que se fue, el nombre de la amiga. Fue una cosa que La rosa de Guadalupe se queda corta", acotó Vega-Biestro.

Los panelistas detallaron que esos acuerdos de exclusividad que firman las celebridades son un arma de doble filo. Por eso hay quienes optan por construir y vender su propia información. Por ejemplo, Yordi Rosado confesó que contrató un paparazzo para revelar que iba a ser papá y así enterar a la prensa y al público de esa noticia.

Lo acontecido con Pablo Montero continúa siendo una referencia de los escándalos que consciente o inconscientemente provocan los propios artistas al cobrar por compartir su privacidad.

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