Pachu Peña decidió donarle un riñón a Sonsoles Rey, pero finalmente no pudo concretarse la intervención: “Siento mucha impotencia”
Hacía un año que Pachu Peña se estaba haciendo, en forma silenciosa, todos los estudios para poder donarle un riñón a Sonsoles Rey, la ahijada de Sandra Mihanovich e hija de su pareja Marita Novaro, que necesita un trasplante por tercera vez. El actor tomó la decisión el verano pasado, mientras estaba haciendo teatro en Carlos Paz, cuando se enteró que Sonsoles se estaba haciendo diálisis y era inevitable otro trasplante.
Aunque durante este año la amistad se fortaleció, cuando decidió ser donante no eran grandes amigos; se conocían bien porque Felicitas, la esposa de Pachu, era íntima de Maqui, prima de Sonsoles, quien falleció cuando tenía 15 años. “Está bueno siempre dar una mano al otro. Estamos de paso en esta vida y me sale del corazón, no hay otro tipo de interés”, le confió Pachu a LA NACIÓN. Con más de treinta años en el medio, Pachu Peña logró ser uno de los actores más queridos por sus colegas y por la gente, tanto que muchos aseguran que es “un ser del bien”. Y con ese concepto fue trending topic hace dos años, cuando le contó a Mirtha Legrand en uno de sus almuerzos, que le había ofrecido un riñón a un famoso, hace un tiempo atrás.
Durante todo el 2023, Pachu y Sonsoles se hicieron los estudios necesarios para corroborar la compatibilidad y despejar otras dudas de los médicos. Y hasta tenían todo resuelto en la justicia, ya que un donante que no es de la familia debe tener el permiso de jueces para llevar a cabo el trasplante. La fecha elegida era el 20 de noviembre, así Pachu podía seguir trabajando en la próxima temporada de verano. Sin embargo, nada salió como se esperaba y esa donación no podrá llevarse a cabo.
-¿Qué fue lo que pasó?
-Venía todo encaminado, tanto la parte médica como legal, y tengo que agradecerle por eso a Fernando Burlando y todo su equipo que se portaron maravillosamente bien. Todo empezó cuando Sonsoles se enteró de que necesitaba otro trasplante de riñón y diez de sus amigos se ofrecieron a hacerse los estudios y realizar la donación si eran compatibles. Yo le dije que contara conmigo, que si sus diez amigos no eran compatibles, yo estaba. Y como no lo eran, me tocó a mí hacerme los estudios. El primer análisis dio compatibilidad y más allá de muchos otros estudios que me hice, hicimos el cross match y seguía siendo compatible.
-Es decir que todo parecía encaminado...
-Sí, pero ya cuando se aproximaba la fecha del trasplante, y entrabamos los dos juntos a quirófano, tuvimos una reunión con los cirujanos a cargo. No los dos juntos, sino por separado. Y ahí me dijeron que por mi contextura física el riñón era mucho más grande, y la cirugía era diferente: tenían que abrirme, lo que no me asustaba porque yo tenía la decisión de ser el donante. Pero se corría el riesgo de que el riñón se dañara y si eso sucedía, no me iba a servir ni a mí ni a ella. Tampoco era seguro que ese riñón funcionase en ella y podía rechazarlo, como sucedió con el riñón que le donó Sandra Mihanovich y otra persona más, antes.
-Había riesgos, entonces…
-Sí, porque también pasa un poco por mi edad. Mi madre fue diabética, y mi abuelo y mi tía, también; todos de parte de mi madre. Y la diabetes es una enfermedad que te puede aparecer a los 60 y pico, y con mis antecedentes y un riñón solo, sería fatal. De hecho, mi madre murió porque era diabética y se le atrofiaron los riñones. Eso sumado a un poco de presión arterial que tengo, se complicaba. Había varios factores, tanto míos como de Sonsoles. Me fui de la charla sin saber lo que le iban a decir a ella, y después me mandó un mensaje agradeciéndome y que seguíamos siendo amigos.
-¿Cómo te sentiste cuando dijeron que no podías donarle el riñón?
-Tengo una tremenda sensación de impotencia, como si me hubieran pegado después de un partido de rugby. No me saqué un peso de encima con esa noticia, más bien lo tengo ahora. Lamentablemente no pudo ser. Los dos estábamos contentos y esperanzados. Estaba todo encaminado, y hasta teníamos los testigos que pide la justicia. Me quedé con una sensación de impotencia y ganas de haberlo hecho. No se dio por recomendaciones médicas de ambos.
-¿Cuándo decidiste ser donante?
-Estoy inscripto en el INCUCAI desde el 2018, y fui voluntario de prueba dela vacuna Pfizer en la pandemia. Ayudemos a Sonsoles y a todos los que están en esa situación, haciéndose diálisis y esperando un riñón .
-Hace unos años ya quisiste donarle un riñón a un famoso y no se dio…
-Es verdad, era una persona que yo no conocía, que necesitaba un trasplante de riñón, me comuniqué con la hija, nos juntamos varias veces y estuve cerca, pero al final el médico me dijo que mi riñón no era compatible con esa persona.
-No cualquiera es donante en vida, ¿por qué lo haces?
-Me asesoré sobre el tema salud, porque tengo 61 años y sé que se puede vivir con un solo riñón; nada más hay que tener ciertos cuidados en la alimentación. Está bueno siempre dar una mano al otro. Estamos de paso en esta vida. Me sale del corazón, no hay otro tipo de interés.
-¿Te provoca algún tipo de miedo?
-No, para nada.
-¿Qué dice tu familia?
-Costó que lo aceptaran [Pachu está casado con Felicitas y son padres de cuatro hijos: Benjamín, Iñaki, Olivia y Joaquina].
-Evidentemente, sos una persona muy solidaria. Hace unos años vendiste tu cuenta de Twitter, también por una buena causa….
-Sí. Tenía más de 600 mil seguidores, y yo no soy de tuitear mucho porque pongas lo que pongas, siempre va a caer bien de un lado y mal del otro. Lo usaba para promocionar mi trabajo o cosas que necesitaban difusión o para agradecer, dar una mano con pedidos. Me ofrecieron comprarla y primero dije que no, pero decidí hacerlo y con ese dinero ayudar a tres chicos que, lamentablemente, estaban muy enfermos, con problemas graves, que no llegaban a juntar dinero para los remedios o tenían que operarse en el exterior.