El pacto: un alegato antibélico dirigido por Guy Ritchie que no encuentra su rumbo

El pacto: un alegato antibélico dirigido por Guy Ritchie que no encuentra el camino
El pacto: un alegato antibélico dirigido por Guy Ritchie que no encuentra el camino

El pacto (The Covenant, Reino Unido, España, Estados Unidos/2023) Dirección: Guy Ritchie. Guion: Guy Ritchie, Ivan Atkinson, Marv Davies. Fotografía: Ed Wild. Edición: James Herbert. Música: Christopher Benstead. Elenco: Jake Gyllenhall, Dar Salim, Johnny Lee Miller, Emily Beecham, Alexander Ludwig. Disponible en: Prime Video. Duración: 123 minutos. Nuestra opinión: regular.

En el comienzo de este film dirigido por Guy Ritchie los usuales diálogos rápidos y graciosos de sus películas que utilizan la testosterona como combustible como Juegos, trampas y dos pistolas humeantes, Snatch. Cerdos y diamantes y Rocknrolla, entre otras, parecen por una vez estar enfocados en contar una historia despojada de sus divertidos delirios. Ya en la primera escena el espectador entiende que, más allá de los graciosos intercambios entre los soldados que comanda el sargento mayor John Kinley que interpreta Jake Gyllenhaal, esta es una película seria sobre una guerra demasiado larga y demasiado dolorosa. Para ilustrar la idea, aparece la unidad especial encargada de encontrar armas y explosivos en posesión de los talibanes que se expone constantemente al peligro, como lo confirma la explosión en la que pierden a uno de los suyos y al intérprete local que los asiste en sus misiones.

Pronto llegará un reemplazo, Ahmed (Dar Salim), un estoico mecánico que trabaja con el ejército norteamericano en busca de conseguir las prometidas visas de inmigrantes para él y su familia. Un traidor para muchos de sus compatriotas y apenas un elemento más del equipo que utilizan los soldados para cumplir órdenes, Ahmed representa en la ficción a los miles de afganos que fueron abandonados a su suerte cuando los Estados Unidos se retiró de su país y los talibanes retomaron el control. Sin embargo, Ritchie y los guionistas Ivan Atkinson y Marn Davies, sus colaboradores en las comedias de acción Los caballeros, Justicia implacable y Agente Fortune: el gran engaño, prefieren transformarlo en una suerte de superhéroe, como si su tenacidad y fuerza de espíritu solo pudiera valorarse cuando demuestra ser extraordinaria y casi sobrehumana .

En una película que se supone busca poner el foco en la tragedia de los civiles afganos durante y después de la guerra, resulta al menos desconcertante que el punto de vista siempre sea el del sargento Kinley al que Gyllenhaal intenta, sin suerte, darle la profundidad y las contradicciones que el guion no le asigna. De hecho, más allá de las pretensiones del director, nada va más allá de la superficie en el film que no se ocupa de reflexionar sobre los motivos de la guerra y prefiere mostrar a los talibanes como una malévola fuerza que roza la caricatura. Especialmente en la segunda mitad del relato, cuando una misión lejos de la base termina con el sargento Kinley y el intérprete huyendo a través de las montañas, acechados por lo que parece una infinita cantidad de talibanes decididos a capturarlos.

El pacto, disponible en Amazon Prime Video
El pacto, disponible en Amazon Prime Video

Las escenas de combate no aportan nada demasiado original al género de película bélica, aunque el despliegue de la puesta en escena seguramente se debe haber apreciado mejor en la pantalla grande. Sin embargo, El pacto tuvo un lanzamiento muy limitado en las salas de cine a principios de año que no se extendió a la Argentina, donde se estrenó directamente en la plataforma de Prime Video.

Uno de los elementos más curiosos del film y tal vez el más interesante es la escasez de diálogos en la mayoría de las escenas. Por la necesidad de mantener su paradero oculto, Kinley y Ahmed casi no se dirigen la palabra y su comunicación se reduce a gestos y miradas. Ese entendimiento tácito al que llegan para sobrevivir, un lazo de hermandad que supera todas las diferencias culturales y el contexto en el que se pone en juego, resulta un mensaje mucho más poderoso que las altisonantes palabras que quiebran el silencio. “Tengo un anzuelo adentro. Nadie puede verlo, pero está ahí”, dice el personaje de Gyllenhaal en una de las escenas menos logradas del film.

Salim y Gyllenhaal en una escena del film dirigido por Guy Ritchie
Salim y Gyllenhaal en una escena del film dirigido por Guy Ritchie

Un actor intenso y siempre capaz de transmitir la interioridad de sus personajes, en este caso Gyllenhaal parece no haber encontrado el tono para aportarle humanidad y verosimilitud al soldado que le tocó en suerte. Por momentos, las escenas tienen un aire de improvisación que desconcierta. El resto de los personajes como el comandante a cargo de Johnny Lee Miller o la esposa de Kinley que interpreta la actriz británica Emily Beecham parecen bocetos sin terminar. Una impresión similar a la que deja la película. Es que en la búsqueda de contar una historia de acción y camaradería masculina en el marco de una guerra devastadora con la seriedad que el relato merecía, Ritchie terminó por demostrar sus limitaciones como director y guionista. Su habilidad para la comedia de acción y el desarrollo de personajes peculiares, excéntricos y de moral flexible, en El pacto no se traduce en el alegato antibélico que aparentemente quiso construir.