El padre de Britney Spears niega que instalara micrófonos en el dormitorio de su hija

Britney Spears credit:Bang Showbiz
Britney Spears credit:Bang Showbiz

Una de las revelaciones más impactantes de la serie documental 'Controlling Britney Spears', producida por el diario The New York Times para dar buena cuenta de los detalles más polémicos y escabrosos de la tutela judicial que tuvo que soportar la princesa del pop durante 13 años, hacía referencia a las técnicas que habría empleado Jamie Spears, padre de la cantante, para tenerla vigilada y controlada en todo momento.

La más llamativa de ellas implicaba la supuesta instalación de diminutos micrófonos en el dormitorio de la intérprete, con los que Jamie habría espiado a la diva para adelantarse a cualquier intento de transgresión de las normas, de las que se demostró que eran abusivas, desproporcionadas y lesivas de sus derechos fundamentales.

Esa ilustrativa historia podría ser falsa, o eso ha asegurado al menos el progenitor de la artista en una declaración jurada y remitida a la Corte Superior de Los Ángeles, de la que se ha hecho eco el periódico The New York Post. "Estoy al corriente de esa acusación... Que había instalado micrófonos en su cuarto para vigilarla durante la tutela. Esa afirmación es falsa", reza un extracto del texto.

"Jamás he realizado o autorizado ejercicio alguno de espionaje en el dormitorio de mi hija, ni durante el tiempo de tutela ni en cualquier otro momento. No soy consciente de que haya podido ocurrir algo semejante. Si tuviera que testificar ante un juez, podría decir con total tranquilidad que lo que he expuesto es verdadero y correcto", se ha defendido Jamie Spears.

El mencionado programa del New York Times, que se estrenó a finales del año pasado, recogió el sobrecogedor testimonio de un antiguo empleado de la firma de seguridad Black Box Security, llamado Alex Vlasov. Este experto sostenía que había sido contratado por Jamie Spears para "proteger" a la intérprete, en palabras del polémico padre de Britney, lo que finalmente desembocó, supuestamente, en más de 180 horas de grabaciones procedentes de su dormitorio, así como en la monitorización exhaustiva y potencialmente delictiva de su teléfono móvil.