Pam & Tommy: una historia de sexo, video y rock and roll contada con humor e inesperada sensibilidad

Pam & Tommy - Set in the Wild West early days of the Internet, “Pam & Tommy” is based on the incredible true story of the Pamela Anderson (Lily James) and Tommy Lee (Sebastian Stan) sex tape. Stolen from the couple’s home by a disgruntled contractor (Seth Rogen), the video went from underground bootleg-VHS curiosity to full-blown global sensation when it hit the Web in 1997. A love story, crime caper and cautionary tale rolled into one, the eight-part original limited series explores the intersection of privacy, technology and celebrity, tracing the origins of our current Reality TV Era to a stolen tape seen by millions but meant to have an audience of just two. Tommy (Sebastian Stan) and Pam (Lily James), shown. (Photo by: Erin Simkin/Hulu)
Erin Simkin

Pam & Tommy (Estados Unidos, 2022). Creador: Robert Siegel. Elenco: Lily James, Sebastian Stan, Seth Rogen, Nick Offerman, Taylor Schilling. Disponible en: Star+. Nuestra opinión: muy buena.

Con el estreno de Pam & Tommy, la miniserie de ocho episodios ya disponible en Star+, con bombos y platillos la TV da por inaugurada la era de la nostalgia noventosa. Con los años ochenta ya agotados de tanto que la ficción los exprimió hasta la última gota, ahora todo parece indicar que pasó el tiempo suficiente para que los noventa inspiren melancolía a quienes los vivieron y curiosidad a los que se los perdieron. Y nada mejor que empezar a lo grande, con la historia de amor, sexo, rock and roll, crimen y videos de Pamela Anderson, actriz de Baywatch, conejita de Playboy y sex simbol indiscutido, y su marido Tommy Lee, baterista de la banda Mötley Crüe y uno de los chicos malos del rock afincado en Los Ángeles.

Los hechos ocurridos a mitad de los noventa son de conocimiento público: la pareja de estrellas se casó a menos de una semana de conocerse, en su luna de miel se grabaron teniendo sexo y ese video luego fue robado de su caja fuerte y vendido infinidad de veces a través de una rudimentaria página de internet en los albores de la web.

Se trata de un cuento con tantos ingredientes y aristas que su recreación ficcional podría haber tomado infinidad de caminos, pero de la mano de los guionistas D.V. De Vicentis (American Crime Story) y Robert Siegel (El luchador) y el director Craig Gilliespie (Cruella), se transformó en una comedia amarga y bastante absurda, un romance inolvidable y un revelador -en todo sentido-, documento de la sociedad actual.

Pam & Tommy
Erin Simkin


Pam & Tommy ( Erin Simkin/)

Con más de un punto de contacto con Yo soy Tonya, la película protagonizada por Margot Robbie y Sebastian Stan y dirigida por Gilliespie, la miniserie toma un hecho real que podría haber sido una ficción y encuentra el humor y el corazón en los derroteros de todos los involucrados. En el film que reconstruía el ridículo plan urdido alrededor de la aspirante a patinadora olímpica Tonya Harding para sacar de la competición a su rival, las diferencias sociales y económicas inherentes a la cultura de los Estados Unidos aparecían como muy serio telón de fondo de la comedia. En Pam & Tommy sucede lo mismo con los conflictos de género, las desigualdades, la misoginia y los vericuetos de la masculinidad, pero resueltos con un humor que va de lo sutil al delirio total cuando se trata de reflejar algunos de los detalles más íntimos de todo el escándalo.

En ese sentido conviene aclarar un punto fundamental: así como lo ocurrido en la realidad con el video, sus distribuidores y protagonistas, por momentos la miniserie bordea con la sordidez y tiene a sus protagonistas en diferentes estados de desnudez que incluyen un sentido diálogo entre Tommy Lee y su afamado pene. Para los espectadores más pudorosos y sensibles tal vez el hilarante pasaje sea demasiado explícito y, sin embargo, en el contexto de la trama resulta una decisión inspirada de sus realizadores.

James se transforma en Pamela Anderson para contar su historia
Prensa Star+


James se transforma en Pamela Anderson para contar su historia (Prensa Star+/)

Como también lo fue la elección de sus protagonistas. Las fotos que circularon durante la grabación del programa ya impresionaron por la transformación física de Lily James y Stan como Anderson y Lee, una mimetización que va mucho más allá de la imagen. La actriz británica, conocida por sus papeles en Downton Abbey y Cenicienta, dejó de lado su acento y su aspecto de rosa inglesa para mutar en la famosa actriz de televisión. De su voz a sus expresiones faciales y posturas físicas, todo funciona para que ocurra la magia aunque lo más llamativo de su interpretación es la sensibilidad y profundidad que le otorga a un personaje al que siempre se evaluó por su seductora superficie. Y, por su lado, Stan que en Yo, Tonya, encarnaba al torpe victimario, aquí es la víctima que empieza como un insoportable y caprichoso rockero y a medida que avanza la narración se acerca al héroe romántico y apasionado de la emotiva historia de amor que se esconde entre tatuajes, piercings y excesos varios.

Seth Rogen como el vengativo carpintero que pone en marcha la trama
Prensa Star+


Seth Rogen como el vengativo carpintero que pone en marcha la trama (Prensa Star+/)

Para completar el acertado elenco, Seth Rogen y Nick Offerman aparecen como los criminales ocasionales que buscan beneficiarse de la vida íntima de las estrellas. Rogen interpreta a Rand Gauthier, teólogo amateur, carpintero, actor pornográfico ocasional y karma personificado, según él mismo se categoriza después de ser humillado por Lee cuando hacía reformas en su casa. Harto de sus problemas económicos, y sus fracasos profesionales y amorosos, Gauthier decide que es hora de tomar revancha y su objetivo es la caja fuerte del rockero, en la que de casualidad encuentra un tesoro en forma de video íntimo. Conocido por sus papeles cómicos y su habilidad como productor, Rogen logra en este caso ir más allá de la caricatura a la que su personaje se presta con sus delirios de inventor, sus complejos de inferioridad y una apariencia tan ridícula como la exigua ropa interior que usa Lee. Y lo mismo se puede decir de Offerman como el director de pornografía que aporta sus conocimientos para hacer del fortuito hallazgo una mina de oro. Y el puntapié inicial de la destrucción del concepto de intimidad que llega hasta la actualidad.