Yahoo Estilo Pamela Anderson cuenta toda la verdad sobre sus encuentros con Julian Assange
En un nuevo extracto de las controvertidas memorias de Pamela Anderson, reproducidas por el periódico británico Sunday Times, la afamada actriz relata con todo lujo de detalles sus comentados encuentros con Julian Assange, activista y fundador de WikiLeaks, durante los años en que este permanecía voluntariamente encerrado en la embajada ecuatoriana de Londres para sortear así los intentos de extradición a Suecia y, en último término, a Estados Unidos.
Aunque la protagonista de 'Los vigilantes de la playa' siempre sostuvo que entre ella y Assange solo existía una bonita amistad, la frecuencia y la duración de sus visitas a esta legación diplomática generaron un intenso debate en torno a un hipotético romance entre ellos y, asimismo, sobre la posibilidad de que estuvieran planeando casarse para que ese matrimonio pudiera beneficiar legalmente al conflictivo periodista. En un capítulo concreto de su libro, 'Love, Pamela', la intérprete se mantiene firme en su versión de los hechos, aunque tampoco ha decepcionado a aquellos deseosos de conocer detalles jugosos sobre su particular vínculo con Assange.
"Mi amistad con Julian Assange ha sido sexy, divertida y vigorosa... Visitaba a Julian regularmente cuando estaba en la embajada de Ecuador en Londres, me pasaba horas allí en algunas ocasiones", arranca el testimonio de Pamela Anderson. "Una noche, Julian y yo compartimos una botella de mezcal. Nos desmayamos y un día, a eso de las cuatro de la mañana, me desperté con su gato sentado en mi pecho. Nos habíamos quedado dormidos después de una noche de diversión inducida por el alcohol. Mi coche estuvo en la puerta toda la noche, estoy segura de que eso provocó más de un cuchicheo", señala.
Sea como fuere, lo cierto es que ni hubo romance furtivo entre ellos ni acabaron pasando por el altar. En ese sentido, Assange no estaba dispuesto a dejar "una cárcel por otra", en relación con su aversión a las relaciones demasiado formales, como se desprende de la versión de los hechos que ofrece la actriz. "Bromeamos sobre casarnos en los mismos escalones de la embajada, quizá de esa manera no le arrestarían. Pero, una vez más, él bromeó y dijo que por qué iba a cambiar una cárcel por otra", ha explicado Pamela.
En definitiva, Pamela Anderson atesora los intensos meses en los que se veía con Assange en la intimidad que les brindaba su estancia en la embajada. Gracias a él, la estrella televisiva aprendió infinidad de cosas sobre el funcionamiento del mundo, especialmente acerca de esas dinámicas secretas que WikiLeaks no dudó en compartir con la opinión pública. "A lo largo de nuestras coloridas conversaciones, Julian me enseñó muchísimo sobre el mundo. Me recordaba mucho a mi abuelo. A Julian le encantaba hacer diagramas sobre cualquier tema y resolver problemas, ya fueran estos grandes o pequeños", le ensalza.
