Siendo Pampita: cómo es el reality de la modelo y conductora que se estrena hoy
Qué le pasó a Pampita, qué dice Pampita, qué piensa Pampita, su ex, su actual, sus hijos. Ella siempre da que hablar y, partiendo de esa premisa, a la mismísima Pampita se lo ocurrió hacer un reality sobre su vida y dar por tierra las equivocadas suposiciones para mostrar la realidad. Paramount+ estrena este miércoles Siendo Pampita y, a lo largo de 10 episodios, Carolina Ardohain muestra cómo se reparte entre sus múltiples compromisos laborales, las agendas de cada uno de sus hijos, el embarazo de la pequeña Ana, su familia ensamblada, sus amigos y su pareja con Roberto García Moritán.
El reality promete ser testigo de su vida en todo momento, desde cómo elijen al médico para transitar el embarazo, hasta el armado del cuarto de la beba. También correrá la cortina de su intimidad para mostrar alguna que otra pelea de pareja y veremos cómo sus amigas son su sostén y refugio y cómo se escapan a un spa para conversar sobre esos temas que solo comparten estando a solas. Pero esta vez toda América Latina podrá espiarla.
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El primer capítulo muestra a Carolina y a su marido buscando quién será el médico que la acompañará en su embarazo, la primera ecografía y cómo organiza sus actividades laborales mientras se ocupa de armar la rutina de cada uno de sus hijos. Siendo Pampita también revela el minuto a minuto de cómo se prepara para ir al sanatorio y cómo atraviesa ese parto respetado tan deseado y la bienvenida a Ana, que acaba de cumplir dos meses. “Quiero que me conozcan un poco más a mí y a mi familia”, le confiesa Carolina “Pampita” Ardohain a LA NACION.
-¿Por qué mostrar tu intimidad?
-Hace mucho tiempo que tenía esta idea de hacer un reality porque en el día a día publican noticias sobre mí de todo tipo. De alguna manera, vivo esta situación de reality desde hace mucho tiempo ya, por mi carrera, mi exposición y el cariño de la gente. Entonces, pensé que sería bueno hacer mi propia versión y mostrar yo misma las cosas, y también abrirle una ventanita a mis seguidores y a la gente que me quiere tanto, para que me conozcan un poco más, para que conozcan a mi familia, que vean cómo es mi día a día en el trabajo y en mi vida.
-O sea que vamos a tener data de primera mano...
-Era algo que venía sintiendo hace tiempo con mi equipo de trabajo, mi maquillador, mi peinador, mi vestuarista. Pensaba: deberíamos hacer un reality para que vean que yendo a ShowMatch se me pincha la goma y me bajo a cambiarla con las bucaneras, o me pierdo con el Waze y llego tarde. Todas cosas cotidianas graciosas, ridículas, de reírse de una misma y divertirse. Quiero que vean cómo es mi vida, porque la gente que imagina que es puro glamour, no sabe que voy comiendo un sándwich de miga en el auto, yendo de un programa al otro, o que a veces me visto en el auto porque no me dan los tiempos y corro al colegio de los chicos. Hay toda una fantasía sobre mi persona que nada tiene que ver con la realidad. Y quiero que vean mi día a día, para que sepan la verdad. Me pasan las mismas cosa que nos pasan a todos.
-En los medios hablan de vos todo el tiempo y opinan sobre tu vida, para bien o para mal. ¿Cómo aprendiste a manejar la exposición?
-Todo es puro cariño porque si la gente quiere leer algo de vos es porque te aprecia y quiere saber qué te pasó. Toda la atención que recibo es fruto del trabajo de todos los días y es el lazo que me une a la gente, así que no es algo de lo que reniego. Y cuando dicen mentiras, hasta me divierto y digo ‘qué loco, qué insólito, qué gracioso’, pero no soy de engancharme ni me resulta un malestar para nada. Hace más de veinte años que me dedico a esto y sé reconocer qué es lo importante y qué no y en qué cosas tengo que engancharme y en cuáles no. Cuando lo tenés claro, sabés que las prioridades están en otro lado. Lo que dicen no me afecta ni mi humor ni mi día ni mi casa.
-Entonces, ¿ser Pampita no es complicado?
-(Ríe) Ser Pampita es poco glamoroso. En el reality van a ver el detrás de escena de los trabajos, del embarazo, de todo. La gente dice ‘ay, está divina’, pero no me entra el zapato, estoy igual de hinchada que cualquier embarazada o no dormí en toda la noche, o estoy vomitando. Lo que ven en pantalla en realidad tiene un detrás exactamente igual al de cualquier mamá en esa situación. No estoy exenta de vivir las cosas como todo el mundo, con normalidad. Eso del glamour y la fama es un trabajo, no es real.
-Entonces, ¿es como dicen, la fama es puro cuento?
-Claro, es puro cuento, una fantasía. Y lo van a notar en el reality.
-La gente va a ver a la Pampita sin maquillaje, sin cámaras, ¿cuáles son tus expectativas?
-Hasta maquillada soy la mamá que se ocupa de los chicos, la que prepara el programa, la esposa. Administro la casa y las actividades de mis hijos a la vez que estoy trabajando o conduciendo un programa o cumpliendo con un compromiso para una empresa. La maternidad me consume el 100% del día. Hago todos los trabajos a la vez que soy mamá, pero lo primero es ser mamá y los complemento con el resto. La gente que me acompaña sabe que, por ejemplo, en el corte del programa estoy hablando con la directora del colegio, o estoy preparando la vianda del otro día mientras me saco las pestañas postizas. Todo junto, no se disocia una cosa de otra.
-¿Te ocupás de cada cosa que concierne a tus hijos?
-Hay cosas que solo puede hacer la mamá, por más que tengas ayuda. Ocuparme de mis hijos es algo que amo porque son todo para mí. Me encanta cómo me enseñan, son mis grandes maestros y todos los días de mi vida aprendo cosas de ellos así que estoy con los ojos bien abiertos.
-Tenés hijos de edades muy diversas: Bautista de 13, Beltrán de 9, Benicio de 7. Con la llegada de Ana, ¿cómo se reacomodó la familia?
-Nos adaptamos todos a todo. No hay uno que se prioriza más que otro. Están todos en distintas etapas, y hay que contenerlos a cada uno en la suya. Todos mis hijos tienen la atención que se merecen.
-Llegaste a Buenos Aires luego de terminar el secundario y en los primeros tiempos trabajaste como vendedora. ¿Qué le dirías hoy a esa Carolina?
-Es la fuerza de esa juventud, cuando uno siente que tiene el mundo en sus manos y me parece que la sienten todos los chicos que vienen del interior a Capital a buscar un destino. En ese momento creés que todo es posible, porque tenés un envión gigante y después, si sucede o no, depende de las buenas elecciones, de la intuición, de poner amor en lo que elegís. Me había imaginado que iba a trabajar en televisión y pasó algo muy fuerte desde el principio con la gente, porque hubo conexión y una magia especial. Ellos me eligieron y eso se mantuvo en el tiempo. No sé si hay una fórmula o pasa porque uno hizo esto o lo otro. Fue mágico y sucedió. Siempre traté de tener un pie acá, y aunque viví diez años afuera, hacía proyectos cortitos, apariciones y cuando me quedé en Argentina retomé mi carrera, y surgieron ShowMatch y Pampita Online, los dos a la vez. Y hasta hoy sigo con eso.
-¿Qué proyectos tenés para el 2022?
-Ni idea, cambian tanto las grillas de los canales que hay que ir viendo el día a día, y hay que disfrutarlo. No sé qué me depara el destino. Lo que sé que me depara el futuro es el reality que se va a ver en toda América. Van a ver algo de mi intimidad y alguna situación con mi familia, pero principalmente está centrado en mi trabajo, en el embarazo y en esto de ser una mujer actual y moderna que trata de compaginar todo, como cualquier persona, e intento hacerlo más o menos bien.