Tener papada aumenta las posibilidades de sufrir problemas de corazón
La papada, aunque cueste aceptarlo, puede estar causada por los patrones familiares de los que eres descendiente. Si tienes papada y varias personas en tu familia la tienen, probablemente puedas culpar a tus genes. Además, los procesos de envejecimiento empeoran la situación, debido a que es natural que la piel y los músculos pierdan firmeza con el tiempo. En este caso, no tienes nada de lo que preocuparte.
Pero, ¡cuidado! No debes pensar que la papada es un problema estético. Si la cantidad de grasa es notable y va aumentando con el tiempo, estaríamos ante otro caso.
Un estudio sugiere que la acumulación de grasa en el cuello es un factor predictor de adiposidad central y total, riesgo cardiometabólico (problemas de corazón) y perfil inflamatorio en adultos jóvenes sedentarios.
Es la conclusión de una investigación realizada en la Universidad de Granada (UGR) que forma parte del proyecto ACTIBATE (Activating Brown AdiposeTissueThrough Exercise).
"Curiosamente, varios informes han mostrado que la acumulación de grasa en el cuello, tanto depósitos superficiales como la papada como los depósitos más profundos, situados entre músculos y alrededor de las vértebras cervicales, aumenta de forma directamente proporcional al peso o adiposidad del sujeto, siguiendo patrones específicos de acumulación, según el sexo", explica la investigadora María José Arias Téllez, una de las autores principales de este trabajo.
De hecho, el incremento de la acumulación de grasa en ciertos compartimientos/depósitos del cuello (principalmente profundos) está relacionado con la propensión a presentar diabetes tipo 2 o alguna enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, esta evidencia acumulada hasta el momento se basaba en experimentos realizados en pacientes con tumores benignos/malignos u otras patologías crónicas, y si puede generalizarse a adultos relativamente sanos está aún por determinarse.
La nueva investigación muestra que la acumulación de grasa en el cuello medida con tomografía computada, así como su distribución en diferentes compartimentos, se asocia con mayor adiposidad total y central, mayor riesgo cardiometabólico y un estatus más pro-inflamatorio en adultos jóvenes sanos, de forma independiente a la cantidad de grasa total y visceral.
Además, entre los hallazgos más relevantes, se observó que esta acumulación de grasa en el cuello era un factor tan potente (en términos de dirección y magnitud) como la acumulación de grasa visceral en la predicción del riesgo cardiometabólico y estado inflamatorio, especialmente en hombres.
“Estos resultados refuerzan la necesidad de seguir investigando en esta nueva línea, con el objetivo de entender el efecto de la acumulación de grasa en la parte superior del tronco, incluyendo el cuello, y sus repercusiones a nivel clínico, especialmente en el riesgo cardiometabólico e inflamación", señala otro de los autores principales de la investigación, Francisco Miguel Acosta Manzano.
"Aún tenemos mucho que hacer al respecto, ya que es necesario investigar el tejido adiposo del cuello en mayor profundidad, para entender su rol patogénico en la obesidad y comorbilidades asociadas, así como entender su importancia biológica", añade. "Además, apenas tenemos conocimiento acerca de las características morfológicas o moleculares de los adipocitos de estos depósitos, por lo que la implementación de estudios básicos será necesaria".
Los investigadores esperan que a medida que se incremente el conocimiento de este depósito, también se podrá investigar si intervenciones específicas, como el ejercicio físico y/o la restricción calórica, podrían ayudar a reducir la acumulación de grasa en el cuello e implementarse a nivel clínico.
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