Una participante de Los 8 escalones desconcertó a Guido Kaczka con un inesperado regalo: “No entiendo”
Cada día un nuevo grupo de personas dice presente en Los 8 escalones de los 3 millones (eltrece) con el propósito de llevarse a casa los millones y también la llave para jugar en la final por el departamento a estrenar. Si bien algunos apelan al estudio y a su propio conocimiento general, otros se sienten más seguros si llevan un amuleto de la suerte. Puede ser un cassette de Charly García, una cadenita o también un libro con autógrafos. Los participantes apuestan a todo con tal de impulsar su buena actuación en la competencia.
Justamente, en la emisión del miércoles, una participante se presentó al estudio con unos llamativos accesorios en la cabeza que captaron la atención de Guido Kaczka. Pero no solo los llevaba ella, sino toda su hinchada que estaba en la tribuna. Sin embargo, eso no fue todo, porque antes de comenzar a responder la primera ronda de preguntas, se sacó uno de los broches que tenía en el pelo y se lo regaló al conductor, quien no pudo ocultar su sorpresa. ¿Qué le dio? Un patito amarillo kawaii, una de las tendencias del momento.
“Soy locutora, periodista y estoy terminando el profesorado en Comunicación Social. Trabajo en medios, en la radio Universidad Nacional de La Plata”. De esta manera se presentó Lorena en Los 8 escalones de los 3 millones. Posteriormente, Kaczka le preguntó qué haría con el dinero en caso de ganarlo y ella explicó: “Tengo un emprendimiento en camino para cocina, porque me encanta cocinar, así que sería para ir elaborando cosas con maquinarias como corresponde”.
La mujer comentó que la acompañó una gran hinchada y lo cierto es que su club de fans se hizo notar porque cada integrante tenía un par de patitos amarillos en la cabeza. “Bueno, dónde si tienen los patos esos”, comentó el conductor al advertir la cantidad de amarillo que había en la tribuna. La participante, por su parte, llevaba tres broches en el cabello.
“Te traje un regalo, ¿te lo doy?”, le ofreció Lorena y ante la aceptación de Guido se sacó uno de los patitos amarillos que tenía en la cabeza y se lo regaló. “Ah, uno de los patos, ¿pero no querés tener todos?”, le comentó, pero ella le aseguró que tenía uno reservado para él. “¡Cómo andan con estos patos, no entiendo nada!”, reparó el conductor.
Fue entonces cuando Lorena le explicó que “traen suerte, tienen energía”. Precisamente, esta moda de los patitos amarillos kawaii que se ve desde hace un par de semanas en la ciudad de Buenos Aires se inició en Asia. Allí, el color amarillo se asocia con la felicidad, la alegría y la energía positiva. Asimismo, en algunas culturas también se lo relaciona con la “buena suerte”.
Tras agradecerle por el regalo, el conductor reanudó el juego. A la participante le tocó la categoría “Costas de países” y debía responder si los que le mencionaron estaban sobre el mar Mediterráneo, Caribe, Pacífico o Índico. “Preparada... mucha suerte Lorena, que le quedaron dos patos, uno me lo dio”, agregó Guido Kaczka. La participante logró 19 aciertos y estuvo muy cerca de quedarse con la llave, pero la superaron y, aunque intentó sortear los escalones, quedó a mitad de camino.