El peor momento de Mel B, de las Spice Girls: en bancarrota, sin su hija y con el corazón destrozado
“No me quedó otra opción que empezar a comprar en las tiendas más baratas y con descuentos. De otra manera, ni siquiera hubiese podido comer”. Mel B, una de las cinco integrantes de la mítica banda de chicas Spice Girls confesó que tras su separación del productor cinematográfico Stephen Belafonte no solo quedó con el corazón destrozado, sino que después de haber ganado más de 100 millones de dólares se vio de pronto en bancarrota.
En una actualización de su autobiografía Brutally Honest (2018), que sale a la venta en marzo y de la que varios medios británicos publicaron extractos, la cantante de 48 años cuenta que en 2019 debió abandonar su mansión y regresar a su Leed natal, pero ni siquiera pudo alquilar o comprar una pequeña casa: se instaló en el bungalow de su madre, Andrea, junto con sus tres hijos. “La gente seguramente pensará: ‘Ella es rica, es una Spice Girl’. Pero pasé de actuar ante miles de personas en Wembley en la gira de reunión de 13 fechas de las Spice Girls en 2019, a meterme en casa de mi madre, con mis hijos durmiendo en la cama conmigo ”, confesó. Y agregó: “No esperaba que eso sucediera cuando tenía 40 años, después de una carrera exitosa, pero no tenía otro lugar a dónde ir. Debido a que mi relación me afectó gravemente en cuanto a lo financiero, tuve que hacer lo que pude”.
La ex Spice Girl logró que un juez le ordene a su exmarido que se mantenga alejado de ella y de sus tres hijos, luego de denunciarlo por abusos y maltrato. Según informó en su momento TMZ, Melanie Brown -su nombre real- acusó a su ex esposo de golpearla en diferentes ocasiones, de obligarla a mantener relaciones sexuales con otras mujeres y de amenazarla y chantajearla con hacer públicos los videos de esos encuentros íntimos.
Además, en su declaración, Mel B dijo que cada vez que lograba algo en su carrera, él la golpeaba y la amenazaba de muerte para que ella no perdiera de vista quién mandaba en la relación. Los hechos de violencia se produjeron en la pareja desde el primer año de convivencia, en 2007.
Cuando Melanie Brown abandonó su abusivo matrimonio de diez años, en 2017, solo tenía 900 dólares en el banco, pero además, debía afrontar los costos del juicio de divorcio. Le tomó cinco años ahorrar el dinero necesario para mudarse de casa de su madre y recién este mes pudo instalarse en una granja reformada en West Yorkshire.
Si bien durante su estadía de diez años en Los Ángeles Mel siguió generando abultados ingresos gracias a sus participaciones en los programas televisivos Dancing With The Stars y Strictly y su desempeño como jurado en America’s Got Talent, la cantante asegura que perdió el dominio y el control de su entonces marido. “Afortunadamente, siempre he sido una gran trabajadora. Disfruto mucho de mi trabajo y me he volcado en él. Paso mucho tiempo hablando con sobrevivientes de abuso y quiero mostrarles que el abuso, incluido el abuso financiero, le puede pasar a cualquiera y que uno puede recuperarse”, indicó.
La cantante también recordó cómo fue que pasó de tener un apartamento tipo loft en Los Ángeles, una decena de propiedades en Marlow, Inglaterra, y poseer una impresionante colección de muebles y obras de arte, a hacer compras semanales en tiendas económicas. “En Los Ángeles no había comprado ni un litro de leche en años, porque no manejaba el dinero. Le decía a la gente: ‘¿Saben que existe un servicio llamado Amazon, que realiza entregas a domicilio?’ Y todos me respondían: ‘¡Por supuesto!’. Pero yo vivía en un mundo paralelo: no tuve acceso a una tarjeta de crédito durante mi relación y trabajaba 24 horas al día, los siete días a la semana” explicó. “Y pasé sin escalas a comprar tiendas de bajo costo para poder comer. Eran tiempos de Covid, así que me ponía el barbijo y nadie me reconocía”, recordó la cantante.
Nadie puede hacerlo por vos
Con respecto a cómo fue que Belafonte terminó manejando su dinero, Mel señaló: “Siempre me había ocupado de administrar mi propio dinero, pero con el tiempo dejé de preocuparme porque estaba convencida de que él lo estaba haciendo bien. Después de estar en una relación abusiva durante años, realmente tenés que reconstruirte, por dentro y por fuera. Nadie puede hacer eso por vos. Tener que hacer un presupuesto y saber cuánto cuesta un paquete de patatas fritas nuevamente me hizo sentir como si estuviera reclamando mi poder. Sentí que volví a mis raíces en Leeds, aunque nunca he olvidado de dónde vengo”, indicó.
Scary Spice admitió que cuando se instaló junto a su madre, a miles de kilómetros de su ex, los problemas continuaron. “Los últimos cinco años viviendo con mi madre han sido intensos. Cuando estás en una relación abusiva, eso afecta a toda tu familia y estuve muy enojada con mi madre por un tiempo. Pensaba: “‘¿Por qué no viniste a buscarme cuando estaba con Stephen?’. Pero no sabía que cuando ella llamaba a casa, él le gritaba y le impedía que se comunicara conmigo”, contó. Y reflexionó: “Hay que reconstruir esas relaciones y vivir en ese pequeño bungalow salvó la nuestra porque no había escapatoria. Mi mamá decía: ‘Pero ya está: lo dejaste, estás lejos de él’. Pero no me sentía a salvo. Una vez un amigo me preguntó cómo era estar en mi cabeza. La única forma en que podía describirlo era como estar en una casa donde un bebé llora, pero nunca podés encontrar la habitación en la que está”.
“Todavía estoy trabajando en mi sanación, pero mirá hasta dónde he llegado. Hace unos años, si una puerta se cerraba de golpe, saltaba del susto. Ahora pienso: ‘Es solo una puerta’ ”, indicó.
Un dolor que aún la acompaña es la distancia con su hija menor, Madison. La justicia estadounidense dictaminó, después de costosas disputas por la custodia, que al ser ciudadana de aquel país, la niña de 12 años debe vivir con su padre, Belafonte.
Mel también es madre de Angel, de 16 años, fruto de un romance con el actor Eddie Murphy, y de Phoenix, de 25 años, fruto de un matrimonio anterior con el bailarín Jimmy Gulzar. Ahora, ve a Madison solo durante las vacaciones escolares. “Vivir lejos de un hijo se siente como si te hubiesen cortado un brazo. Ella es mi bebé. He gastado una fortuna en batallas legales, pero al menos ella pasa mucho tiempo aquí”.
Su prometido, el peluquero de Leeds Rory McPhee se convirtió en una pieza fundamental para reconstruir su autoestima. “Es un amigo de la familia y lo conozco desde hace mucho tiempo. Entonces había una base de confianza y respeto. ¡Y es un gran peluquero! Cuando regresé a casa, en 2019, él cuidó mis rizos y al mismo tiempo alimentó mi confianza y afecto, y estos crecieron poco a poco. Yo lo alejaba, diciendo: ‘Estoy dañada’. Pero Rory ni siquiera puede entender cómo alguien podría levantarle la voz a una mujer. Él es una gran influencia para mí”.