Pepe Aguilar sorprende a Enrique Ponce en su gran despedida de los ruedos
Al grito de "¡Arriba Enrique Ponce!", Pepe Aguilar hizo vibrar a la Plaza de Toros México en la despedida de los ruedos del torero, durante el aniversario número 79 de este recinto, el pasado 5 de febrero, una fecha en la que el Coso de Insurgentes se convirtió en el epicentro de la tauromaquia durante el adiós de uno de los grandes del gremio. Para su última corrida, el torero lució un elegante traje blanco y plata, con cabos negros, que estrenó durante su adiós en Valencia, en octubre pasado.
El adiós a un grande
El matador eligió nuestro país para decirle adiós a su gran pasión en una corrida inolvidable que arrancó con los honores a la bandera donde fue desplegado el lábaro patrio, momento en el que se entonó el Himno Nacional de México y dio paso a la última tarde del matador en el ruedo, donde lidió a más de 5 mil 300 toros lidiados. El valenciano realizó una caravana mientras recibía una gran ovación por el legado que deja en la tauromaquia.
Después de despedirse con honores, con dos orejas, luego de lidiar al segundo y cuarto toro de la corrida, Enrique Ponce salió en hombros para recibir la sorpresa de la noche, la participación de Pepe Aguilar quien le dedicó el tema El Rey, momento cúspide de la despedida del torero quien, con una bandera de España en la mano, le dijo adiós a su gran pasión, donde dejó huella.
El arte de la tauromaquia
Hace unos días, durante su estancia en México, Enrique Ponce concedió una entrevista a Adela Micha, con quien conversó de su despedida de los ruedos y de las anécdotas más especiales de su historia como torero: "El que no vea que el toreo es un arte, es porque no tiene esa sensibilidad para apreciarlo, creo que es una de las expresiones artísticas más grandes que existen y prueba de ello es que grandes artistas se han inspirado en la tauromaquia", comentó el torero.
En esta charla, Enrique Ponce habló de cómo ha vivido su pasión por la tauromaquia desde que decidió dedicar su vida a este arte: "Yo siempre digo que hay que entender al toreo para apreciarlo, hay que sentirlo. Lo que encuentras en una Plaza de Toros, a diferencia de otras expresiones artísticas, es que lo que está ocurriendo en ese momento es de verdad, lo que va a pasar no está preparado. El torero va entrenado, preparado físicamente, mentalmente, el toro no sabe qué va a hacer, llega y lo que surge en ese espectáculo, sucede de verdad, el toro muere de verdad y el torero puede morir de verdad".