‘Pesadilla en el Paraíso’ no erró al fichar a Mónica Hoyos como concursante

Mónica Hoyos en una imagen promocional de 'Pesadilla en El Paraíso' (Mediaset)
Mónica Hoyos en una imagen promocional de 'Pesadilla en El Paraíso' (Mediaset)

El pasado jueves arrancó en Telecinco su nuevo reality, Pesadilla en El Paraíso, una nueva vuelta de tuerca al formato de Acorralados en el que un grupo de famosos conviven en una granja de hace más de un siglo. Y de todo los fichajes como concursantes podríamos afirmar que el que más atinado ha estado, al menos hasta el momento, es el de Mónica Hoyos, la conocida actriz y presentadora que también ha pasado ya por Gran Hermano VIP o Supervivientes. Y es que está dando el espectáculo que se espera de ella, ese mismo que le hizo ganarse en el pasado el sobrenombre de ‘Mónica Pollos’.

Mónica ha sido la protagonista de la primera gran pelea del concurso, y que pudo verse en la entrega especial del reality que emitió Telecinco anoche, antes de Got Talent. Todo comenzó con un “tiempo de bromas”, en el que su compañero Israel Arroyo, vidente de estrellas como Jorge Javier Vázquez o Cristina Tárrega, le manchaba la cama con pasta de dientes. Haciéndose el sueco, Arroyo le preguntaba si se le había caído el dentífrico en la cama, y fingía que había sido culpa de algún compañero, invitando a Mónica a descubrir quién había sido el culpable.

Tras hacer las pesquisas oportunas, se descubrió que había sido el vidente el que había manchado la cama de la peruana, y eso provocaba que Mónica rompiese a llorar. “No puede decirme que me ama y luego hacerme esto. Quería que saltara”, lamentaba. Para Israel todo era una “broma” y tachaba a su compañera de “exagerada”. Y para qué queríamos más. La cosa se fue de madre, se subió más y más el tono y le pedía a Israel que no volviese a tocar ninguna de sus pertenencias.

Él, por su parte, se sintió sobrepasado por el pollo de Mónica (y por la actitud de sus compañeros, que aseguraban que le nominarían por la broma) y comenzó a decir que se iba de la competición. La sangre no llegó al río, y ambos continúan en Pesadilla en El Paraíso, al menos, de momento. Porque recordemos que se trata de un programa grabado y editado, y esto que estamos viendo sucedió hace varios días, por lo que todo puede haberse dado la vuelta ya a estas alturas.

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Con esta escena,Mónica ha dado el contenido que se espera de un concurso de estas características, en el que varias personas están encerradas. Que haya conflictos, que los sentimientos estén a flor de piel. Ella no ha necesitado sentarse ante una cámara para analizar episodios pasados de su vida, tal como están haciendo otros compañeros como Gloria Camila o Pipi Estrada. Ni está forzando historias de amor que gritan falta de naturalidad y búsqueda desesperada de protagonismo, como parece que busca Omar Sánchez con Marina.

La Hoyos está siendo ella misma, viviendo la experiencia, y ya está poniendo el grito en el cielo por cualquier cosa que pase delante de las cámaras. Que para eso la han metido en el programa, y no para cuidar animales ni cumplir con ninguna de las otras tareas que tiene que hacer como granjera.

Mónica es historia de los realities de este país, eso no se puede negar en absoluto. Como concursante, y como polemista. Porque no podemos olvidar, por ejemplo, cómo en Supervivientes tuvo fuertes enfrentamientos con Dakota o Chelo García-Cortés. Sin olvidarnos del debate final del concurso, en el que parece ser que discutió con Isabel Pantoja de una forma tan fuerte que la cadena decidió censurar esas imágenes y que nunca viesen la luz, tal como informó en su momento Socialité.

Y qué decir desu paso por Gran Hermano VIP, donde convivió con Miriam Saavedra,expareja de su expareja Carlos Lozano, y a la que no tragaba lo más mínimo. Nada más verse frente a frente, Mónica le prometió que “iba a sufrir”, y durante las semanas que permaneció en el concurso fueron no pocas las veces en las que chocaron.

De momento, la suerte no ha sonreído a Mónica en ninguno de sus concursos. No ganó Gran Hermano VIP, ni Supervivientes, pero tampoco Ven a cenar conmigo: Summer Edition o la Sálvame Snow Week, aquel reality de Sálvame cuyo ganador tendría una silla en el programa como premio. Quizá ahora con Pesadilla en El Paraíso tenga una nueva oportunidad para brillar, y hacerse con el maletín de 20.000 euros. De momento, está captando toda nuestra atención. Y seguro que seguirá haciéndolo. Porque con ella, los pollos están garantizados.

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