Pippa Middleton y su plan con una granja de lujo tras varios fracasos profesionales

La trayectoria profesional de Pippa Middleton ha estado siempre en el punto de mira de la prensa británica, que no se ha cansado de realizar bromas a su costa. Al igual que su hermana mayor, ella también trabajó en la empresa Party Pieces de sus padres, que se dedica a la organización de fiestas, pero tras la boda de los duques de Cambridge comenzó una carrera en solitario probando suerte como columnista de distintas publicaciones, creando una compañía de actividades editoriales que cerró en 2017 y publicando un libro con trucos para ser la anfitriona perfecta que pasó sin pena ni gloria.

Tras dar la bienvenida a su tercer retoño, una niña llamada Rose que nació el pasado mes de junio, la socialité británica está lista para abordar un nuevo proyecto transformando la granja de 77 acres en el condado de Berkshire que su esposo James Matthews compró hace un par de años por 800.000 libras y que funciona como una especie de centro de día, donde las familias pueden disfrutar de la naturaleza cambio de una entrada de 50 libras para dos adultos y dos niños.

La propiedad incluye una cafetería, un zoo con animales de granja y cabinas para alojarse, y ofrece actividades que incluyen desde juegos para los más pequeños a paseos en tractor para ver a los ciervos de la zona. Los planes de Pippa pasan por hacerle un lavado de cara a todo el complejo con el objetivo de ofrecer una experiencia más lujosa.

Su intención es incluir una zona de glamping y una tienda con productos de la propia granja, y mandar construir un restaurante y un granero con materiales ecológicos que se utilizaría como zona infantil. Según el Mail On Sunday, también quiere modificar la atmósfera del lugar plantando más árboles, cambiando parte de la decoración e iluminándolo todo con guirnaldas de luces que parpadearán al caer la noche para crear un ambiente mágico.

En el pasado el príncipe Jorge había visitado la granja con su madre cuando aún pertenecía a sus anteriores propietarios porque se encuentra cerca de la casa familiar de los padres de Catalina.

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