La poderosa razón por la que la reina Isabel II siempre usaba colores vibrantes y nunca dejaba a un lado su bolso

El mundo está conmocionado con la muerte de la querida reina Isabel II, la monarca más longeva y con el reinado más largo en la historia de Inglaterra. Al momento de su muerte, la reina tenía 96 años y un legado difícil de igualar. En los próximos días estaremos viendo los distintos homenajes póstumos que le harán a la reina y también cómo la familia se reúne para darle su último adiós. Mientras eso pasa, queremos recordar a su majestad de la manera que a ella le hubiera gustado, con su mejor cara y sus mejores atuendos.

Desde muy joven, la reina Isabel II se destacó por siempre lucir impecable en todas sus apariciones públicas y hasta cuando vacacionaba en su palacio en Escocia, lugar dónde pasó sus últimos

días. Seguramente habrás notado que su majestad siempre usaba colores fuertes y llamativos como el azul turquesa, el fucsia o el amarillo durante los eventos o encuentros con los ingleses y eso no era pura coincidencia.

Resulta que la verdadera razón detrás de estos looks es una muy especial. La reina quería que todos la pudieran ver a distancia aún cuando hubiera un mar de gente. Por la misma razón también le gustaba llevar sombreros, un accesorio que sin lugar a dudas la hacía sobresalir. También se ha comentado que el uso de esos colores también servía para que su seguridad pudiera mantenerla a la vista en todo momento.

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Otra cosa curiosa que siempre llamaba la atención, es que su majestad nunca dejaba su bolso a un lado. En ninguna ocasión soltaba la cartera que llevaba y eso también tiene una poderosa razón. Y es que resulta que la reina usaba su bolso para enviarle señales muy precisas a su equipo. Según han explicado varios expertos en asuntos de la realeza, estas señales la ayudaban a salir de una conversación incómoda.

Max Mumby/Indigo/Getty Images

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Pool/Max Mumby/Getty Images

Si se cambiaba su bolso al lado derecho -siempre lo usaba en el izquierdo- mientras estaba hablando con alguien, eso significaba que quería terminar la conversación, si lo ponía en el suelo significaba que quería ser salvada de alguna situación incómoda y si lo ponía encima de la mesa durante una cena, es que quería que ese evento se terminara en los próximos cinco minutos. Sin duda, será difícil olvidar a su majestad. ¡Descanse en paz!