Por qué nos salen esas bolitas blancas en la cara y cómo eliminarlas
Esas pequeñas bolitas blancas del tamaño de la cabeza de un alfiler que aparecen en los párpados, mejillas y pómulos se llaman ‘Quistes de Milium’ y hay muchas razones que pueden provocar su aparición: por exceso de grasa en la piel, por fumar, por genética, por una mala alimentación, por abusar del sol, por haber sido propenso a brotes de acné, por no haberte exfoliado nunca la piel, o por usar cosméticos inadecuados para tu tipo de piel.
A diferencia del acné, que son quistes de grasa atascada en un folículo piloso obturado, los quistes de Milium son bultitos de queratina -la proteína que constituye el pelo- sin color que quedan atrapados y forman unas perlitas de entre uno y tres milímetros bajo la primera capa de la piel.
Mientras que el acné se presenta en forma de granos inflamados y enrojecidos, que van evolucionando a medida que se les aplica un tratamiento, los quistes Millium no varían de aspecto: son siempre redondeados y amarillentos.
En cualquier caso no hay que alarmarse ya que “no son inflamatorios ni contagiosos", explica a Telva la doctora Sara Carrasco, dermatóloga y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV). Aunque es importante también saber que “podrían ser secundarios a otras enfermedades cutáneas", matiza el doctor Guillermo Solano-López, dermatólogo en la clínica Dermimed de Madrid.
Los Milium aparecen a cualquier edad, y aunque las personas "con piel grasa son más propensas a padecer estas lesiones, esto no significa que una piel seca no pueda presentar miliums", aclara el dermatólogo.
Están asociados al acné (pero son otro tipo de granos), y suelen aparecer tras la exposición crónica al sol y en fumadores habituales.
Por lo general, son más comunes en mujeres porque se desencadenan por un aumento de las hormonas, por eso “suelen aparecer alrededor del ciclo menstrual de una mujer”, explica a Cosmo la dermatóloga Renée Rouleau. “Durante este tiempo, las glándulas sebáceas de la piel se vuelven hipersensibles al aumento de hormonas y luego reaccionan produciendo exceso de sebo, que puede hincharse o endurecerse”.
Apretando no salen
Entre el 50 y el 80 por ciento de las veces los quistes de Milium desaparecen por sí solos después de unas pocas semanas o meses. El problema es que cuanto más tiempo estén allí, es más probable que causen una cicatriz atrófica, que es como un cráter. Sin mencionar que cuanto más tiempo esté allí, más te costará resistir la tentación de apretarlo con cosas no muy estériles.
Con punción o láser
Lo último que debemos hacer es apretar los Millium sin más. Lo más probable es que la bolita siga intacta pero se rompa la piel de alrededor pudiendo generar marcas y cicatrices. Esto es debido a que son bolitas con un techo que debe romperse antes de apretar.
Para quitar los quistes Milium sin correr riesgos conviene acudir a tu dermatólogo, que evaluará tu caso y aplicará el método de extracción más adecuado para eliminar la queratina acumulada sin que queden cicatrices. La punción y el láser son los métodos habituales.
En el primer caso, si se extraen con cuidado y con la ayuda de una aguja no queda cicatriz ni marca. Pero es el dermatólogo quien debe hacerlo. Tras romper el techo del quiste con una aguja, o una lanceta, una leve presión lateral hará que salga sin lesionar la piel. Como mucho quedará una mínima herida que se curará en pocos días sin dejar marca.
Otra forma de eliminar los quistes de Millium es mediante láser o electrobisturí, produciendo una pequeña costra que caerá en unos días sin dejar rastro. No debemos confundir los quistes de Millium con los puntos negros (comedones cerrados), que sí se pueden eliminar simplemente apretando la piel con suavidad.
De cualquier forma es muy importante extremar la higiene; es fundamental que te hagas exfoliaciones para eliminar células muertas e impurezas que obstruyan los poros de la piel. Y, sobre todo, hay que corregir las causas que los provocaron (acné, sol y tabaco).
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