El príncipe Andrés gana: podrá quedarse indefinidamente en su mansión
Tras meses de batallar, atrincherarse y duras negociaciones, el príncipe Andrés ha conseguido quedarse indefinidamente con su casa de Royal Lodge, situada a menos de cinco kilómetros del Castillo de Windsor. Finalmente, ha llegado a un acuerdo con su hermano el rey Carlos con quien se reunió de manera privada este verano en el Castillo de Balmoral. Al padre de las princesas Beatriz y Eugenia se le ha concedido “una suspensión de la ejecución” para que pueda encontrar los fondos para llevar a cabo las obras que necesita la propiedad.
A pesar que que a Andrés de Inglaterra se le cortó su dotación anual de 250.000 libras (algo más de 288.000 euros), a raíz de que se retirara sus funciones públicas tras verse salpicado en el Caso Epstein, y de que la rehabilitación integral y necesaria del Royal Lodge suponga dos millones de libras (2,31 millones de euros), el Príncipe habría desembolsado más de 200.000 libras (230.000 euros) para las sufragar las reparaciones del techo a las que la vivienda se vio sometida, según ha adelantado The Mirror.
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Precisamente, a pesar de estas peligrosas y molestas obras en la cubierta, el Príncipe decidió no marcharse y se atrincheró allí por miedo de que si salía de Royal Lodge fuera desalojado para siempre. De hecho se le ofreció que se mudara de forma temporal a Frogmore Cottage, la antigua casa de los duques de Sussex en Windsor, mucho más pequeña y modesta, algo que quiso evitar a toda costa.
Ahora, al hermano del monarca británico le tocará buscar ingresos para sufragar estos costosos gastos de mantenimiento y puesta a punto del que seguirá siendo su valioso hogar compuesto por 30 habitaciones, capilla privada, piscina y zona separada para el servicio.
Aunque el príncipe Andrés es una presencia incómoda en el reinado de Carlos III parece que la relación entre ambos está mejorando. Este verano, el Rey le invitó a Balmoral junto a su exmujer Sarah Ferguson, con la que vive en Royal Lodge, aunque llevan divorciados desde hace muchos años para tratar este asunto. Además, el príncipe Guillermo, por sugerencia de su padre, acudió con su tío a un servicio religioso en la iglesia de Crathie Kirk como muestra de unión.