El príncipe Andrés no piensa abandonar Royal Lodge, da igual lo que diga su hermano

El hermano del actual monarca británico ha iniciado una extensa obra de renovación en el Royal Lodge que, si de Carlos dependiera, debería haber abandonado ya hace tiempo. Andrés ha podido afrontar algunas reparaciones muy necesarias para atajar los problemas de humedad y moho en el palacio ubicado en Windsor gracias al dinero que heredó de su madre, la reina Isabel II.

Carlos de Inglaterra ha subido al trono con muchas ideas en mente, entre otras, poner en marcha una estrategia general de recorte de gastos que pasa por reducir notablemente la partida presupuestaria que la casa real destina al alojamiento de sus miembros. Desde el palacio de Buckingham no quieren confirmar qué efecto tendrá cuando se ponga en práctica, pero se rumorea que el desalojo del duque de York sería uno de los 'daños colaterales'.

Una posibilidad inicial era que se mudara a Frogmore Cottage, el antiguo hogar de los duques de Sussex que ellos apenas han utilizado desde que se mudaron a California. Sin embargo, Andrés se lo ha cedido temporalmente a su hija la princesa Eugenia tras el nacimiento de su segundo bebé. Varias fuentes afirman que no ha abandonado el Royal Lodge durante las reformas por miedo a que no se le permita regresar, aunque ahora mismo Carlos ha perdido uno de los argumentos que podía utilizar para forzarle a mudarse: que la residencia real necesita un inquilino que pueda permitir costear su mantenimiento.

Andrés se instaló en su actual hogar para sustituir como principal residente la difunta Reina Madre y en la actualidad sigue viviendo ahí con su antigua esposa Sarah Ferguson.