Premios Emmy 2022: la noche negra de Netflix que abrió una encrucijada para el futuro del streaming
Lo mejor que puede decirse de la ceremonia de entrega de los premios Emmy, que se realizó ayer en Los Ángeles, es que ninguno de los nominados se levantó de su asiento para pegarle una cachetada a algún presentador. Una victoria modesta para los galardones de la TV frente al papelón ocurrido en los últimos Oscar, pero que al final de una transmisión tan técnicamente deficiente como previsible hasta pareció un fracaso. Nadie quiere ver ese tipo de reacción violenta en vivo pero tampoco se busca el resultado de anoche: una gala aburrida, previsible y sin gracia que no reflejó ni un ápice del vibrante paisaje de la producción televisiva actual. Claro que por todas sus deficiencias de producción y puesta en escena -el armado del escenario parecía diseñado para expulsar la mirada de los espectadores antes que atraerla-, nadie tuvo peor noche ayer que Netflix. El gigante del streaming no logra hacer pie en las entregas de premios: se llevó solo tres estatuillas y fue además el remate de muchos de los chistes de Kenan Thompson, el conductor de la noche.
“El juego del calamar es un juego en el que participan quienes tienen deudas enormes y están desesperados por conseguir dinero. La próxima temporada, Netflix se unirá al elenco”, bromeó el comediante de Saturday Night Live frente a la mesa de la serie coreana que finalmente se quedó con los premios a mejor dirección (Hwang Dong-hyuk) y el de mejor actor en una serie dramática para Lee Jung Jae, quien se convirtió en el primer intérprete de habla no inglesa en conseguir ese galardón. Una muestra del espíritu global de la TV actual que seguramente tendrá más representación en ceremonias futuras. Más allá de su poder de convocatoria entre el público, Netflix no consiguió la misma atención de los votantes de los Emmy: más allá del reconocimiento a la serie coreana, algo más de una hora de comenzada la gala la plataforma cosechó su primer Emmy cuando Julia Garner se quedó con la estatuilla a mejor actriz de reparto por su papel en Ozark. “Lo más importante es ayudar a quienes más lo necesitan. Por eso, mi salario de esta noche será donado a Netflix en su totalidad”, dijo el comediante haciendo referencia a los problemas financieros de la plataforma.
Sin el entusiasmo de los festejos de 2021, que con justicia honraron el lugar de la TV y su capacidad de entretener hasta en los momentos más duros de la pandemia, esta ceremonia modelo 2022 transcurrió sin los brillos anteriores a la emergencia sanitaria global y sin la emoción que tuvo durante ella. Casi como si el hecho de que se transmitiera en la noche del lunes en lugar del domingo (el canal de aire encargado de la emisión, NBC, tenía ocupada la franja del domingo con el campeonato de fútbol americano) le hubiera quitado algo del espíritu de asombro y maravilla a todo el asunto.
No ayudó que las categorías principales quedaran repartidas entre Ted Lasso, de Apple TV+ (mejor comedia, actor principal y de reparto) por el lado de la comedia y la exitosa Succession de HBO (mejor drama, mejor actor de reparto para Matthew McFadyen y dirección) en drama, ganadores repetidos y casi cantados. Nada nuevo bajo el sol salvo el triunfo de la miniserie de HBO White Lotus (mejor miniserie, actor y actriz de reparto para Jennifer Coolidge, guion y dirección) y el aire fresco que trajo Abbott Elementary (disponible en Star+) con sus estatuillas para Sheryl Lee Ralph (mejor actriz de reparto en comedia) y Quinta Brunson (mejor guion), protagonista y creadora de la serie novata que seguramente, gracias a los honores recibidos, atraerá al público que todavía no la haya descubierto. Lo mismo podría ocurrir con Hacks, la notable comedia de HBO Max cuya estrella, Jean Smart, ganó ayer, por segundo año consecutivo, el trofeo a mejor actriz principal.
Con más de 6 mil votantes, es difícil establecer el patrón que rige las elecciones de los integrantes de la Academia de Televisión. Se sabe que el tradicional grupo no suelen premiar a programas nuevos, descansando en las certezas de los éxitos probados y las estrellas más reconocidas. Y aun así es desconcertante su empeño en ignorar a Better Call Saul, una de las series más destacadas de los últimos años, amada por los críticos y el público por igual. De las siete nominaciones que tenía, el spin off de Breaking Dad que produce Netflix no consiguió ni un premio.
De hecho, el programa creado por Vince Gilligan nunca ganó un Emmy y ya terminada su marcha este año solo le queda una oportunidad en 2023 para conseguir al menos una de las esquivas estatuillas que tan claramente merece. Algunos triunfos, claro, conformaron a todos: como el de Michael Keaton, premiado como mejor actor en una miniserie por su trabajo en Dopesick (disponible en Star+), y el de Amanda Seyfried, mejor actriz de una miniserie por The Dropout.
“Hoy celebramos a los cientos y cientos de programas que se produjeron este año y luego premiamos solo a cinco de ellos”, dijo el conductor en su monólogo de apertura y lo que sucedió después confirmó la broma. Está claro que el estilo expansivo y los constantes lanzamientos que permiten que funcione la rueda del streaming no se reflejan en su ceremonia de premios, que se aferra a los buenos y viejos conocidos a la hora de repartir sus estatuillas que aunque merecidas, como en el caso de la docena que sumaron entre HBO y HBO Max, hablan más del pasado de la TV que de su inquieto y mutante presente.