Premios Gardel 2024: del triunfo de Miranda! a la noche de Lali, Milo J y el gran homenaje a Charly

Milo J, los Miranda y Lali, tres protagonistas de la noche de los premios Gardel
Milo J, los Miranda y Lali, tres protagonistas de la noche de los premios Gardel

Si hubiera que buscar una síntesis en esta 26° edición de los Premios Gardel a la música, es probable que se pueda encontrar en las seis nominaciones de la categoría mayor: aquí es donde se vio una polarización generacional que acentúa una tendencia muy clara, que comenzó a manifestarse fuerte en la edición del año pasado. Por un lado, tres álbumes de artistas consagrados, David Lebón, Fito Páez y Miranda! - que se llevó el Gardel de oro- ; todos con grandes canciones de muchos años, pero sin novedades (de las reversiones de Lebón y el disco de grandes éxitos de Miranda! con invitados, a la nueva versión que Fito Páez hizo de su disco más famoso, El amor después del amor). Por otro lado, una camada de artistas jóvenes: Lali, Emilia y el benjamín de este grupo, Milo J, que llegó a la ceremonia como el más nominado.

David Lebón con su Gardel, en mano
David Lebón con su Gardel, en mano - Créditos: @Rodrigo Néspolo

Más allá de que Lali es una treintañera y que su álbum (Lali), comparte el mismo andarivel estético con el de Emilia (.mp3), podemos incluirla en esta última generación y decir que en los premios no hubo una verdadera representación de artistas de generación intermedia 35-50.

Y cuando el foco se pone en la herencia, Charly como deidad puede ser una de las claves de esta edición 2024 (o una gran apuesta de su compañía discográfica, que aprovechó este espacio como publicidad de artistas, cerca del estreno del tan esperado nuevo álbum de García, demorado durante años).

Hubo cuatro momentos dedicados al señor del bigote bicolor que se produjeron con intervalos de 20 minutos cada uno y fueron musicales: uno, con las actuaciones de David Lebón y Luz Gaggi (“Desarma y sangra”), otro con Indios y Rosario Ortega (“Pasajera en trance”); otro con Bándalos Chinos y Lisandro Aristimuño (“Viernes 3 A.M.) y uno final, con Fabiana Cantilo, Silvestre y La Naranja (”Demoliendo Hoteles”).

Desde hace algunos años, los Gardel se definen entre estas dos instancias: la juventud y la trayectoria . El dato en sí mismo no es algo que vaya en desmedro de la premiación, pero sí un punto para tener en cuenta al momento de ver por dónde va lo que se quiere premiar de la producción musical argentina.

Al salón de la fama del pop y la trayectoria

Hoy (a estas alturas), Miranda! es trayectoria y experiencia: 23 años de vida y nueve discos de estudio. Y si bien sus integrantes, Ale Sergi y Juliana Gattas, no tiene la edad de Charly, de Lebón ni de Fito, cuentan con un largo camino recorrido y premiarlos (en distintas categorías, incluida la de Álbum del año) es ponerlos de un lado de esa polarización de generaciones, por un álbum que es, en realidad, un autohomenaje, una retrospectiva, a través de temas muy conocidos, con una lista de invitados de lo más variada. Además, si este es el momento que les toca es porque, viene dando grandes recitales, tanto en formato de shows propios como en festivales, como el último Lolapalooza. “Lo estamos pensando como un premio a la trayectoria”, dijo Sergi, apenas bajó del escenario, para confirmar esta hipótesis de intención, al momento de votarlos.

Los Miranda!, felices con el premio mayor de la noche: el Gardel de Oro
Los Miranda!, felices con el premio mayor de la noche: el Gardel de Oro - Créditos: @Rodrigo Néspolo

La transformación de los valores

Sí sirven las analogías futboleras con la música: parar la pelota para levantar la cabeza, mirar que sucede alrededor y no hacer la jugada obvia puede dar más chances para llegar al gol. En una industria musical donde la mayoría juega el mismo juego, jugar una carta por algo diferente puede dar los mismos resultados. Si todos usan el mismo tipo de instrumentación (básicamente una computadora) y se encierran en su egotrip trapero, hacer canciones de amor y desamor acompañadas apenas por una guitarra (y fantasías sonoras en segundo plano), puede ser una buena opción. Y más allá del éxito y de si con eso se llega al puerto deseado, al menos hará que muchos paren el oído. De eso se trata 111, el disco debut de Milo J que, llegó a la 26° entrega de premios Gardel a la música como favorito y su dueño se llevó unas cuantas estatuillas.

Milo J, con uno de sus premios Gardel
Milo J, con uno de sus premios Gardel - Créditos: @Agustín Dusserre

Escucharlo en un tema como “Una bala” lo ubica lejos, si de alturas poéticas se tratara, de un Pedro Guerra o un Drexler, pero si hay algo que a Milo le sobra, con sus 17 años , es tiempo para llegar hasta allí. Esa es su principal ventaja. En todo caso, si ahora lleva en sus manos un premio consagratorio como “revelación” y otros por canciones y su álbum, esto tendrá más que ver con cuestiones coyunturales. Su premiación no es por su trabajo de años, ni mucho menos por un catálogo que todavía no tiene. Es por un disco puesto en consideración con los demás que se presentaron en competencia para esta edición. Y es por esto que aquí se vuelve al principio, la voluntad y la decisión de arriesgar con algo que no es novedoso, pero si diferente de lo que ofrece el paisaje musical actual.

Cuando subió a recibir su premio como artista revelación, dijo: “Creo, francamente, que de todos los premios de esta noche este es el que francamente merezco. Hace dos años me estaba cagando de hambre y hoy estoy en unos Gardel. Eso es ser una revelación (…) Gracias a mi mamá por confiar en mí . No terminé el colegio, pero gané el Gardel”.

Hubo una premiación, más temprano, con una buena cantidad de ternas. Hubo alfombra roja, para hacer honor a la tradición de una entrega de estatuillas, y hubo varios shows, programados durante las casi tres horas en las que se desarrolló la gala principal. Entre las perlitas se pudo destacar el primero de los homenajes a Charly, en las voces de David Lebón y Luz Gaggi, con una versión excelsa de “Desarma y sangra”.

La voz que no tiene filtro

También hubo alguna lengua filosa. “Se lo dedicamos a toda la gente que se ocupa de perder su tiempo en criticar, en bardear, en mentir, en decir cualquier cosa. Le deseamos la mejor y sobre todo que escuchen muchas veces esta canción”, dijo Lali cuando subió a recibir su primera estatuilla, rememorando, aunque sin mencionarlo, sus últimos entredichos con el presidente Javier Milei. Más tarde, cuando subió a recibir el galardón por Álbum Artista Pop, habló de los “lesbicidios”, en torno a las tres mujeres que fueron asesinadas en una pensión de Barracas, por un vecino que les arrojó una bomba molotov. La sinceridad y el poco filtro que tiene Lali al momento de hablar frente a un micrófono es algo que no se ve (ni se escucha) todos los días. Es casi una excepción realmente bienvenida.

Lali se llevó este año una buena colección de estatuillas
Lali se llevó este año una buena colección de estatuillas - Créditos: @Rodrigo Néspolo

La ceremonia en el Movistar Arena había comenzado apenas pasadas las 21. Para los que no adquirieron entradas, la transmisión estuvo a cargo de Star+ con la conducción de Iván de Pineda, y la coconducción de Cris Vanadía, Evelyn Botto y Nacho Elizalde. El primer show musical fue antes de las presentaciones oficiales, con un enganchado cuartetero a cargo de Luck Ra; el segundo, fue un poderoso combo integrado por los Miranda!, junto a CA7RIEL & Paco Amoroso. Cantaron el tema que abre el último disco de la banda, “Don”, que contó con la colaboración de CA7RIEL. A lo largo de la noche también se vieron las actuaciones de Usted Señalemelo, Nicki Nicole, Lali, Tiago PZK y un bloque de folclore con Los Nocheros, Emanero y MYA.

Durante la tarde, fuera de la ceremonia principal, en el teatro Vorterix se dieron a conocer los artistas que triunfaron en unas treinta categorías. La ascendente Emilia se quedó con el Gardel por su disco .mp3, nominado en el rubro Mejor álbum artista pop urbano. Y los Divididos se impusieron en dos categorías, Mejor Canción de Rock y Álbum en vivo, por el registro de su último show en Vélez. Por otro lado, Diego Torres dio el “batacazo” al recibir el premio a mejor canción pop por el tema “Mejor que ayer”, que venció a una de las grandes favoritas, Lali, que aspiraba a la estatuilla con su composición “Obsesión”. Sin embargo, ella, que estaba también nominada a Canción del año, se quedó con esa estatuilla por este mismo tema, premio que decidió la audiencia a través de votos.

Casi hasta último momento se pudo votar en el rubro, único elegido por el público. La última semana, Capif, cámara que organiza los premios, notó irregularidades en las votaciones por redes sociales por la presencia de bots, por ese motivo suspendió esa manera de elegir a la canción favorita y solo se implementó el sistema de SMS, enviando la palabra GARDEL al 3002, para luego seguir las instrucciones. A la antigua, con un recurso que terminó siendo más efectivo.