La princesa Ana no bloqueó intencionadamente la vista del príncipe Harry en la coronación de Carlos

La hermana del rey Carlos se convirtió en el centro de atención en el día de la coronación del actual monarca y su esposa Camila debido al impresionante gorro de plumas que se puso para la ocasión y que formaba parte de su uniforme militar.

En los eventos relacionados con la monarquía, nada es nunca una casualidad, y hasta el más mínimo detalle tiene un motivo ulterior. A los espectadores no se les pasó por algo que Ana estaba sentada justo enfrente a su sobrino Harry, que se ha convertido en persona non grata para la familia real desde que renunció a su rol institucional para llevar una vida 'normal' en Estados Unidos con su esposa Meghan, duquesa de Sussex.

El hijo menor de Carlos ha enfadado a muchos con las acusaciones que ha realizado en su polémica entrevista con Oprah y en su libro de memorias, donde sus familiares no salen demasiado bien parados. Las malas lenguas aseguraron entonces que la veterana royal eligió a propósito su tocado, sabiendo que bloquearía la línea de visión de su sobrino y que a ratos le ocultaría de las cámaras que grababan el evento para retransmitirlo en directo.

Sin embargo, un nuevo libro del escritor Robert Hardman desmiente esta sugerencia porque resulta que la princesa tuvo que cambiar de asiento en el último momento para estar más cerca de la puerta.

"No sólo la Oficina del Lord Chambelán no piensa así, sino que la Princesa Real sólo se había cambiado a ese asiento tras realizar una petición para que pudiera hacer una salida rápida al final del acto".

La propia Ana aseguró supuestamente que ella se había ofrecido a quitarse el sombrero una vez en el interior de la abadía de Westminster, pero le dijeron que no era necesario. "Ahí lo tienes. No es mi elección", alegó la royal de 73 años en unas declaraciones de las que se hizo eco Newsweek.