La princesa Leonor acompaña a los Reyes en la solemne apertura de la legislatura
La princesa Leonor (18) vuelve al Congreso de los Diputados un mes después de jurar la Constitución, el pasado 31 de octubre con motivo de su llegada a la mayoría de edad. La heredera al trono ha acompañado a los Reyes a la solemne ceremonia de apertura de la XV Legislatura ante las Cortes Generales tal y como recoge el artículo 5 del reglamento de la Cámara Baja.
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Don Felipe y doña Letizia han llegado en un Rolls-Royce de Patrimonio Nacional, mientras que la princesa de Asturias lo ha hecho en otro coche, a las 11:00 horas a la madrileña Carrera de San Jerónimo, escoltados por el Escuadrón de la Guardia Real. Allí les esperaba un Batallón de Honores, cuatro compañías del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército del Aire y del Espacio y de la Guardia Civil con bandera, escuadra de gastadores, banda y música. A su llegada, la Familia Real ha sido recibida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Teodoro Esteban López Calderón. A este acto no ha acudido la infanta Sofía porque se encuentra estudiando bachillerato internacional en el internado británico UWC Atlantic College de Gales.
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La Princesa ha elegido para este acto un vestido verde que ha acompañado de un abrigo en color camel y bolso y zapatos al tono. Además, llevaba colgadas del cuello las medallas del Congreso y del Senado que le fueron entregadas el día en que cumplió los 18 años. Prendido en el vestido llevaba la insignia del gran collar de la Orden de Carlos III que su padre le impuso hace un mes. Doña Letizia se ha decantado por un vestido en color vino y una capa negra con cuello de pelo.
Una vez que han llegado frente al Parlamento, el Rey ha recibido honores militares y ha pasado revista al Batallón de Honores, acompañado por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el teniente general jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey y el teniente coronel jefe del Batallón de Honores. La comitiva se ha trasladado hasta la escalinata del Palacio de las Cortes donde ha sido recibida por la presidenta del Congreso y el presidente del Senado y han saludado al resto de miembros de las mesas de la Cámara Baja y la Cámara Alta. Un recibimiento que ha tenido grandes paralelismos con el que se produjo en la jura de la heredera.
Tras acceder al interior del Congreso por la Puerta de los Leones, que se abre en ocasiones especiales y que esta vez al igual que hace un mes estaba engalanada con el histórico baldaquino o dosel de gala de 121 años de antigüedad que se estrenó en 1902 con motivo de la jura de Alfonso XIII, tatarabuelo de Leonor de Borbón, los Reyes, la princesa de Asturias y el resto del cortejo, precedido y cerrado por los maceros de las Cortes, han entrado al Vestíbulo de Isabel II. Después se han dirigido al Salón de los Pasos Perdidos y han entrado al Hemiciclo a través de la escalera de la Galería del Orden del Día, que da acceso directo a la tribuna presidencial, donde han sido recibidos con una gran ovación.
A su llegada al Salón de Sesiones, habilitado para dar cabida a los diputados y senadores convocados a esta sesión conjunta, la Familia Real ha sido recibida con el Himno Nacional. Seguidamente, la presidenta del Congreso ha abierto la sesión, ha pronunciado su discurso y ha dado la palabra al Rey quien tras su intervención ha declarado abierta la XV Legislatura. Concluidos los discursos se ha levantado la sesión.
Una vez finalizado el acto, la Familia Real se ha dirigido de nuevo al Salón de Conferencias para saludar a las autoridades e invitados en orden protocolario. Tras este besamanos, las autoridades se han dirigido a la Carrera de San Jerónimo y los Reyes se han colocado en el podio de honor para asistir al desfile militar en su honor por parte de la Agrupación de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil con el que ha concluido el acto.
El 31 de octubre, coincidiendo con su 18º cumpleaños y según recoge el artículo 61 de la Constitución, la princesa de Asturias juró desempeñar sus funciones, las leyes y fidelidad al Rey en una solemne e histórica sesión en el Congreso en la que se comprometió con el país ya como persona adulta y aceptó el destino que tiene marcado desde la cuna: convertirse algún día en jefa del Estado.