Yahoo Estilo Los royals del S.XXI 'pasan' del palacio y se ponen manos a la obra
Lejos quedan los príncipes y princesas que vivían encerrados en un palacio alejados de la realidad del resto del mundo. Atrás quedaron también los miembros de la realeza dedicados únicamente a sus labores institucionales como parte de una familia real. Los príncipes y princesas del siglo XXI estudian en los centros más prestigiosos del mundo y se ponen manos a la obra para trabajar en profesiones muy alejadas de su papel como royals. ¿En qué trabajan y dónde estudiaron (o estudian) algunos de los miembros más desconocidos de la realeza europea?
Hace un par de meses conocíamos que la princesa Leonor, de 15 años y futura Reina de España, se instalará en unas semanas en Gales para continuar su formación en el UWC Atlantic College, un exclusivo internado británico en el que cursará los dos años de Bachillerato Internacional en los que tendrá asignaturas mixtas de ciencias y letras, y un programa de aprendizaje experiencial centrado en aspectos clave relacionados con la paz, el futuro sostenible y la iniciativa individual de los estudiantes. Allí estudió en 2018 Elisabeth de Bélgica, heredera al trono de ese país. La hija de Felipe VI y doña Letizia compartirá aulas con estudiantes de todo el mundo y también con otra royal: Alexia, hija mediana de los reyes holandeses, Guillermo y Máxima de Holanda. Dicen que la joven ha heredado el carácter abierto y extrovertido de su madre, es coqueta, le encanta la moda y es de las pocas jóvenes de la casas reales europeas que tiene redes sociales. Según publica ¡Hola!, las dos princesas ya se habrían conocido, por lo que su amistad podría continuar una vez que estén instaladas en el internado.
Amalia de Holanda: un año para plantearse su futuro
Por su parte, la heredera de la Casa Real holandesa, Amalia, de 17 años, ha decidido tomarse un año sabático tras concluir la escuela secundaria con calificación Cum Laude. La joven quiere pensar bien a qué universidad ir y ha tomado una decisión que sin duda ha sorprendido a muchos, ya que pocos esperaban que en septiembre no comenzara sus estudios superiores. A esto hay que sumar que la heredera holandesa ha renunciado oficialmente a la asignación de 25.000 euros mensuales que le corresponderían hasta terminar la universidad, una decisión que se hizo pública hace unos días y que se une así a Elisabeth de Bélgica, heredera al trono belga, que hizo lo mismo hace un año renunciando a 2.500 euros al día que le correspondía por ser hija de los reyes Matilde y Felipe. Elisabeth hoy se está formando como militar, una faceta indispensable en su condición de próxima reina de los belgas, en la Royal Military Academy de Bruselas.
El príncipe cirujano
Si miramos a otras casas reales en las que sus miembros más jóvenes ya han terminado sus estudios universitarios, sin duda destaca la búlgara por encima de otras. Y son los nietos de Simón de Bulgaria (monarquía que fue abolida en ese país a mediados de los años 40) los que han optado por vivir como cualquier joven de su edad y destacan por ser exitosos en su profesión: la medicina. Hablamos de los hijos de Kubrat de Bulgaria y Carla Royo-Villanova. Los hijos mayores de los príncipes de Panaguiuristhe han seguido los pasos de su padre como médicos. Kubrat se licenció con calificación Magna Cum Laude en 1990 en la Universidad de Navarra y se especializó en cirugía general y digestivo en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid. Trabajó como cirujano colonorrectal en la Clínica Ruber Internacional de Madrid, y en 2003 se convirtió en Jefe de la Unidad de Coloproctología en el Hospital San Camilo de Madrid, donde desde 2006 ejerce como Director Asistencial y miembro del Equipo de Dirección.
Su hijo mayor, Mirko Sajonia Coburgo, de 26 años y que un día heredará el título de su padre, siempre soñó con ser médico. Estudió también en Navarra y 2016 se marchó a Londres para hacer prácticas en cirugía cardiotorácica en el Royal Brompton Hospital, uno de los hospitales más importantes de Reino Unido. Además, ha estado en varias ocasiones en Latinoamérica trabajando con varias ONG en las que su implicación con los enfermos siempre ha sido máxima. Hace tres años, el joven pasó el verano estudiando para presentarse a la primera parte del USMLE (United States Medical Licensing Examination), una especie de MIR estadounidense, examen que aprobó. Terminó la carrera en 2019 y aprobó también la segunda parte de ese MIR americano para poder trabajar en EEUU. Pero en julio de 2020, Mirko conseguía plaza en el departamento de cirugía general y del aparato digestivo del Hospital Clínico San Carlos, centro que pertenece a la Sanidad Pública española y en el que trabaja desde entonces como un médico más.
Su hermano menor, Lukas, ha terminado este año la carrera de Medicina también en la Universidad de Navarra aunque parece que el joven se quiere especializar en Psiquiatría. Los dos viven alejados de la fama, de los eventos de lujo propios de los royals y de cualquier privilegio. Les gusta hacer surf, practican wake board en el Pantano de San Juan en verano y tienen una relación muy cercana entre ellos.
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Constantino de Grecia: financiero y fotógrafo
Su alteza real Constantine Alexios de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, hijo de los príncipes herederos de Grecia, Pablo y Marie-Chantal, no tiene nada que ver con la imagen que tenemos de un príncipe clásico. Su pelo largo y rubio, su estilo informal a la hora de vestir y sus talentos para el mundo del arte, le convierten en uno de los mejores exponentes de esos royals del siglo XXI que huyen de la vida en un palacio. Tino de Grecia, como le llaman muchos, cumplió 23 años el pasado mes de octubre, y está considerado uno de los príncipes más atractivos del mundo.
El hijo del Príncipe Heredero de Grecia y Duque de Esparta, y de la hija del millonario Robert Warren Miller (dueño de los Duty Free) no quiere ser una celebrity a pesar de que cuenta con un buen número de seguidores en sus redes sociales en las que, curiosamente, apenas postea fotos o videos. Pero es su madre la que en más de una ocasión ha presumido del talento de su primer hijo varón para la fotografía, pasión que el joven comparte con su tío Nicolás.
Tino -que podría ser rey de Grecia si regresara la monarquía al país heleno, una opción poco probable- ya ha expuesto sus fotografías en varias muestras y además ha sido el encargado de fotografiar a sus padres y hermanos en más de una ocasión. El príncipe artista, como podríamos llamarlo de forma cariñosa, también toca la guitarra y el piano y ha hecho sus pinitos como pintor. Pero es que además se está formando en la prestigiosa Universidad de Georgetown, en la que estudia Finanzas tras haber pasado por el Wellington College en Berkshire, un elitista centro en Reino Unido.
Su hermana mayor, Olympia, tiene un perfil mucho más social que Constantino. Modelo ocasional, influencer y amante de la industria fashion, la joven -que es ahijada de Carlos de Inglaterra- estudió Historia del Arte, teatro, fotografía, y diseño gráfico en un colegio privado en Suiza y realizó prácticas en la casa francesa Dior cuando solo tenía 17 años. En 2019 se graduó en moda en la escuela Gallatin de la Universidad de Nueva York y ha sido imagen de diferentes marcas de lujo además de contar con un perfil de Instagram en el que tiene más de 229.000 seguidores.
Galeristas, ejecutivos, organizadores de eventos...
Ellos son los royals más jóvenes pero que ya están encauzando su camino hacia diferentes profesiones que poco tienen que ver con labores institucionales propias de su tratamiento como altezas reales. Pero hay otros príncipes de más edad que antes hicieron lo mismo. Eugenia y Beatriz de York, hijas del príncipe Andrés y nietas de Isabel II de Inglaterra, estudiaron Historia del Arte y hoy la primera es galerista y Beatriz trabaja como ejecutiva en la empresa de software Affinity. También en Reino Unido, Peter Phillips, hijo de la princesa Ana y Mark Phillips y también nieto de la monarca más longeva del mundo, estudió Ciencias Deportivas en Exeter y es fundador de una empresa de eventos; y en Luxemburgo, el príncipe Luis, hijo de los grandes duques, estudió Communications, es piloto, y vive en París donde trabaja como coach de directivos de grandes empresas.
Princesa y piloto militar
Fuera de Europa, destaca la princesa Salma, hija mediana de Rania de Jordania y del rey Abdalá II. La joven, de 20 años, se graduó en noviembre de 2018 en la Real Academia Militar de Sandhurst de Inglaterra, por la que han pasado su propio padre o los príncipes Guillermo y Harry. Su esfuerzo fue recompensado hace menos de un año cuando recibió de manos de su padre, que es Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de Jordania, las alas que la acreditaban como piloto de avión de ala fija, un logro que la convierte en la primera mujer jordana en ser piloto militar. Hace menos de un mes, Salma protagonizaba su primer acto público en solitario. Vestida de uniforme, representó a su padre en la inauguración de un centro de entrenamiento militar para mujeres en Ghabawi, al norte del país.
Por su parte, su hermana mayor, Imán (de 24 años), sí que quiso ir a la universidad y en 2014 se graduaba en la Academia Internacional de Amán, donde además obtuvo el primer premio de atletismo femenino de su clasificación. En la actualidad, la hija de Rania de Jordania trabaja como ayudante en la famosa Universidad de Georgetown, en Washington, donde además se está formando su hermano, el príncipe heredero Hussein.
