Priscilla Presley aún tiene reservada una tumba en Graceland, aunque no estará al lado de Elvis

La paz vuelve a reinar en el seno de la familia Presley después de que la muerte de Lisa Marie provocara una dura batalla entre su madre y su hija por el control del legado del rey del rock. Priscilla Presley y su nieta Riley Keough se enfrentaron por un cambio realizado en el testamento de Lisa Marie que apartaba a la primera de la administración de la finca Graceland, que sigue arrojando beneficios millonarios cada año como destino turístico, y de la sociedad que maneja los derechos de imagen de Elvis para dejarlo todo en manos de la segunda.

Tras conseguir llegar a un acuerdo fuera de los juzgados, Priscilla puede respirar tranquila sabiendo que recibirá un pago de varios millones de dólares -la cantidad exacta no se ha hecho pública- y que su lugar de descanso eterno está garantizado. Porque ese era uno de los puntos en que abuela y nieta no se ponían de acuerdo: Priscilla exigía que se le garantizara el derecho a ser enterrada junto a su difunto esposo en el Jardín de Meditación de su famosa mansión en Memphis, pero el problema es que la tumba de Elvis está actualmente flanqueada por la de su amada madre y la de su padre, y Riley no está por la labor de mover los restos mortales de sus bisabuelos.

Al final Priscilla acabó perdiendo la batalla para pasar la eternidad al lado de su difunto esposo, de quien se separó antes de su muerte en 1977, y aceptó la derrota con elegancia. Sin embargo, Riley sigue reservándole un hueco en el panteón familiar y los documentos legales que ambas firmaron establecen que, "en la medida que su autoridad lo permita", ella se asegurará de que Priscilla sea enterrada en el Jardín de Meditación de Graceland a su muerte "en el lugar más cercano a Elvis Presley sin mover ninguna tumba existente."

"No sé por qué no iba a ser enterrada en Graceland", ha comentado Riley en su nueva entrevista a Vanity Fair. "No entiendo a qué viene tanto drama en las noticias. Sí, si ella quiere, claro. Compartir Graceland con el mundo fue su idea desde el principio".

La aludida ya adelantó cuando hicieron las paces que seguía siendo su intención descansar junto a su hija y el amor de su vida cuando llegara el momento. Irónicamente, Lisa Marie nunca compartió el apego emocional de su madre hacia el cementerio de Graceland porque le parecía demasiado morboso ver cada día las tumbas de sus seres queridos desde la ventana. Algo parecido le ocurre a Riley, que reconoce que ahora sólo asocia esa casa con recuerdos tristes porque allí también está enterrado su hermano Benjamin, que se quitó la vida en 2020.