La sentencia contra la filial chilena de la empresa elegida por Ayuso para privatizar el suministro de suero
Desde hace unos días el suministro de suero en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid es competencia de una empresa privada, Baxter, S.L. Se trata de la privatización de un servicio que, según el sindicato MATS, solo lleva un corto periodo de tiempo en funcionamiento y ya ha dado problemas, como recoge El Plural. A comienzos de 2020 esta misma compañía de carácter internacional, a través de su filial en Chile, fue noticia por una sentencia en su contra en aquel país.
Baxter en una empresa internacional con sede en Estados Unidos y más de ocho décadas de historia que cuenta con filiales en diversos países. En España, como explican en su portal, están presentes “desde hace más de 40 años” con sedes en Madrid, Valencia y Sabiñánigo (Huesca). “En esta última se ubica su fábrica de soluciones intravenosas que da servicio a más de 20 países de Europa, Asia y África”, explican en su descripción.
La filial española, como publica El Plural, ha sido la empresa que ha firmado un contrato con la Comunidad de Madrid para el “suministro de Fluidoterapia y de Servicio de Gestión Integral para el Servicio de Farmacia del Hospital Clínico San Carlos de Madrid”. Concurrieron otras tres compañías más y el concurso fue cerrado en diciembre del pasado año. Elimporte del contrato asciende a a 1.099.65 euros (IVA incluido) y tiene una duración de dos años.
Desde hace unos días, Baxter se ha hecho cargo de la gestión y aprovisionamiento de los sueros en el mencionado hospital madrileño con algunos problemas según denuncia el sindicato MATS. “En una semana de actividad con el nuevo modelo de gestión de almacén de Farmacia, la reducción de personal público para la distribución de pedidos ya está generando problemas de abastecimiento, especialmente los fines de semana, al reducir los stocks en las unidades de destino”, han asegurado en declaraciones a El Plural.
Avisan desde MATS que esto puede “generar problemas de suministros a determinados tipos de pacientes”. En sus declaraciones critican que la decisión de la Comunidad de privatizar estos servicios se hace en base a unos “criterios de eficiencia, que no fundamentan nunca con informes técnicos que demuestren que benefician más al paciente o al trabajador que cuando se efectúan por gestión pública”.
A comienzos de 2020, la filial chilena de Baxter (con la que la española comparte empresa madre y nombre) fue noticia a cuenta de una adjudicación de contratos en aquel país. Según publicó el diario La tercera, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) condenó tanto a este laboratorio como a Sanderson por haber llegado a acuerdo para intentar controlar dos licitaciones públicas de suero fisiológico. Los hechos denunciados por el Fiscal Nacional Económico, Ricardo Riesco, ocurrieron en 2012 y, según la sentencia, quedó probado que ambas empresas se pusieron de acuerdo para presentar sus ofertas.
El acuerdo entre los intermediarios consistía en que el contrato debía ir a parar a Sanderson, señala La tercera. Sin embargo, no salió según lo previsto al no cumplir Baxter con lo pactado y un tercero se llevó el segundo contrato en juego. Tras la sentencia, Riesco explicó que esta “ratifica que la colusión [pacto] es el atentado más grave contra la libre competencia y un foco prioritario en la agenda de la Fiscalía Nacional Económica, incluso cuando esta no produzca los efectos esperados por sus partícipes. La mera existencia de un acuerdo entre competidores es reprochable, más allá si este logra concretarse o si alguno de los partícipes se aleja de lo acordado, como ocurrió en este caso".