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Lima, 7 ene (EFE).- Un proyecto minero peruano amenaza el derecho al agua de los 12 millones de personas que viven en Lima y el Callao, al estar ubicado en el corazón de lagunas de la sierra andina que abastecen a la capital, y un juez decidirá el miércoles si puede operar o lo anula, advirtieron expertos este martes. Varios especialistas peruanos alertaron a la población y expresaron su preocupación en una rueda de prensa en Lima en la que destacaron que el sistema de lagunas de Marcapomacocha es un "activo crítico nacional" que debe ser declarado intangible. Este lugar, ubicado en el vecino departamento de Junín, está conformado por infraestructura natural intervenida de lagunas, bofedales y una compleja trama de aguas superficiales y subterráneas que abastece más del 60 % de consumo de agua de Lima y la provincia del Callao desde hace décadas. A su vez, el proyecto Ariana, de la empresa Southern Peaks Mining, se sitúa en medio de este sistema, lo que ha provocado la oposición de políticos, organizaciones y abogados que presentaron una demanda de amparo en 2019 para anularlo. Tras años de idas y venidas judiciales, este miércoles, se realizará la última audiencia donde un juez dirimente decidirá si se suspende o no el proyecto minero de cobre, zinc, oro y otros metales. "Decidimos emprender un proceso legal, una demanda que tenía como objetivo cautelar el derecho que todos los peruanos tenemos de acceder al agua y percibimos que este derecho está siendo amenazado de manera directa e inminente por la construcción de este proyecto minero", indicó el exviceministro de gestión ambiental, José de Echave. Pese a su ubicación clave, el estudio de impacto ambiental del proyecto fue aprobado en 2016 por el Ministerio de Energía y Minas "ignorando las advertencias técnicas de varios organismos sobre los posibles impactos de las operaciones mineras", añadió. El experto subrayó que la denuncia no representa una posición antiminera, si no que protestan por donde está situada la Mina Ariana, y afirmó que, de activarse, sería "un tremendo error" para el abastecimiento y calidad del agua. Proyecto minero De Echave expuso que el sistema de Marcapomacocha nació cuando Lima empezó a crecer en la década de los años 50 y, para abastecerla, se decidió aprovechar esa zona andina de lagunas y manantiales para construir un gran túnel, denominado túnel transandino, que funciona desde 1962. En este sentido, la excongresista Marisa Glave señaló que a 500 metros lineales de este túnel, la empresa pretende instalar la zona de relave o relavera, es decir de la zona de desechos de la minería. Y explicó que una característica de la Mina Ariana es que los metales se encuentran aproximadamente a medio kilómetro de profundidad, y como es una zona húmeda, se tendrán que drenar millones de litros de agua al día. Por lo que las aguas subterráneas y de lagunas estarán muy expuestas a metales pesados como arsénico, plomo y zinc, que se pueden filtrar y "nadie se hará responsable". Así, habría al menos tres graves afectaciones, la cercanía de la mina al túnel, que es poroso, frágil, antiguo y estaría sometido a continuas explosiones de dinamita y excavaciones, y la probable contaminación de las aguas por metales pesados y que acabarían en los hogares. Igualmente, la reducción de la cantidad de agua que ofrecen estas lagunas por las actividades mineras y que, por tanto, aumentaría el estrés hídrico al que está sometido Perú, uno de los países del mundo con menos litros cúbicos per cápita del mundo. (c) Agencia EFE