¿Productos naturales o productos ecológicos? ¿Garantía de inocuo?

Los productos de origen ecológico, natural, biológico, etc… están empezando a inundar las tiendas absolutamente de todos los tipos, desde los supermercados, perfumerías, ropa y en todas partes. El problema es que hay tantos términos y definiciones, certificaciones diferentes que confunde.

Identificamos estas certificaciones como productos de alta calidad y seguros, pero debemos conocer la realidad y hasta que punto es lo que estamos buscando. Productos que aunque no tengan estos términos pueden ser igual o mejores que los otros, sobretodo cuando nos referimos a la cosmética.

Por ejemplo en la alimentación en España hubo mucha controversia ya que muchos alimentos se etiquetaban (incluso en el mismo nombre) como “bio” considerando que eran biológicamente activos, (como efectos laxantes o estimulantes del sistema inmunitario … ) mientras que en el resto de Europa se considera un nombre correspondiente a producto procedente de agricultura biológica.

Actualmente los términos, Orgánico, Ecológico y Biológico, están destinados a los productos alimentarios tanto agrícolas como ganaderos que siguen una normativa especifica por la Unión Europea, siguen Reglamentos Comunitarios y estos términos son tal cual, aunque en los diferentes idiomas de los países de origen.

Así en la agricultura se consideran productos que pueden llevar estas palabras cuando no se han utilizado productos químicos, ni se han utilizado semillas de origen transgénico. Existe una etiqueta general para todos estos alimentos en la comunidad europea, EMAS. Aunque cada país tiene las propias, por ejemplo. en Alemania. se llama “Blue Ángel”.

En lo que se refiere a mi sector, el farmacéutico, he de decir que sería absurdo hablar de este termino en los medicamentos, ya que son propiamente productos químicos o resultado de procesos químicos, aunque no es así en los suplementos nutricionales, como pueden ser sobre todo los de origen natural, como podría ser el ginseng el aceite de onagra, la sojaSin embargo, la cosmética, es la que me va a ocupar este espacio.

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SOBRE LOS COSMÉTICOS

Cuando adquirimos un cosmético que contiene en su etiqueta alguno de los logos que nos indican que son de origen biológico, nos da garantías que los productos que se han usado para elaborarlos siguen la normativa europea, aunque no necesariamente tienen que ser el 100% de los componentes, hay una pequeña variación dependiendo del país, por ejemplo en Francia han de contener un 95%, en otros países con menos es suficiente.

Aunque los productos que tienen el certificación BIO, es importante que cumplan una serie de normativas: El etiquetado, ha de contener exactamente todos los componentes en orden de mayor a menos cantidad (lista INCI). Los productos tienen que tener toda la información completa y clara con:

  • No ser testado en animales

  • No contener materias primas de origen animal a excepción de procedencia de animales vivos (la leche, miel, etc.), tampoco siliconas ni parafinas

  • Libres de perfumes y conservantes de origen sintético

  • No contener productos de origen transgénico ni que hayan estado en contacto con radiaciones

  • Que la transformación de las materias hayan sido respetuosas con el medio ambiente y no peligrosas con la salud

Paralelamente a esto, existen otras certificaciones dependiendo de los países. Aunque la industria cosmética mayoritariamente sigue las exigencias francesas y alemanas.

EL SIGNIFICADO DE LOS LOGOS EN LAS ETIQUETAS

CERTIFICADO ECOCERT

Lo llevan también los laboratorios que se suman a la otra certificación Cosmebio. Esta normativa la cumplen el 95% de las empresas que fabrican productos cosméticos con esta normativa. Donde ha de tener el cosmético, los ingredientes tienen que ser 95% de origen natural, 5% pueden ser otros pero siempre dentro de una lista restringida, dentro de estos el 10% tiene que ser de origen biológico. Con ello se entiende que estos productos son mayoritariamente naturales pero con un mínimo 10% de estos son de origen biológico (Certificación BIO).

CERTIFICADO COSMEBIO

Esta certificación es especifica para los cosméticos y es regulada por Francia, así los laboratorios que siguen esta normativa directamente siguen la Ecocert. En las que también se incluye tanto la elaboración, como el acondicionamiento y transporte. Igualmente como el anterior pero en este caso el porcentaje mínimo de productos de origen biológico es del 5%.

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CERTIFICACIÓN BDIH

De origen Alemán, este controla una vez al año las empresas asociadas, la siguen Alemania Suiza, Bélgica, Austria y Países Bajos. Las empresas que se asocian han de tener un mínimo de 60% de productos con estas características, por lo que la certificación esta dirigida a las empresas.

A diferencia de los anteriores, no es necesario que tengan un mínimo de productos de origen biológico, aunque se impone una lista de productos que si se utilizan tienen que ser de origen biológico, por ejemplo la caléndula o la manzanilla. si se incluyen. tienen que ser de agricultura biológica.

Posteriormente los ingredientes tienen que estar dentro de una lista marcada en la que hay aproximadamente 700 componentes.Aunque existen OTRAS CERTIFICACIONES otros logos que podemos encontrar en los productos. En Estados Unidos veremos estas dos etiquetas:

En los productos italianos:

Sobre la ECOETIQUETA EUROPEA:

Muchos productos siguen este etiquetado aunque esta es para identificar los productos y otros servicios que no expresamente cosméticos. La estamos viendo por la televisión en muchos productos. Han sido elaborados reduciendo el impacto medioambiental desde la materia prima al consumo final.

Es por ello que es importante que si estamos delante de un cosmético y lo que buscamos es un producto expresamente de origen biológico que lo certifique o si solo se trata de una reducción de conservantes químicos (parabenes …) o aromatizantes químicos lo indique en la misma.

¿QUÉ DEBERÍAMOS SABER?

Muchas veces buscamos un producto que tenga alguna de estas certificaciones por que los queremos para los niños o bebes. Para evitar algún problema de alergias o de piel sensible simplemente por algún motivo, enfermedades, bajada de defensas, tratamientos médicos, en fin por multitud de motivos.

Es cierto que algún producto de origen sintético como pueden ser algún derivado del petroleo, siliconas o los conservantes como parabenes. No tienen demasiada buena fama en cuanto a las alergias y reacciones cutáneas se refiere.

Si bien es cierto que no todo lo natural es garantía de que es ideal para todos, algunas veces también pueden contener algún producto que nos de alergia. Así, por ejemplo, un aceite omega procedente del pescado aunque sea BIO, hará igualmente alergias a los que sean sensibles a ellos o algunos extractos florares también podrían causar alergias a las personas sensibles.

Es muy importante verificar la certificación, ya que puede ser que contenga una etiqueta que sea algo engañosa, por ejemplo, que indique de “ORIGEN NATURAL” y realmente sea un modo de poner algún producto que contenga sustancias naturales sin más.

En este caso deberíamos ver si indica que tipo de conservantes, colorantes o aromatizantes llevan. Otras veces solo indica que no contiene ni parabenes ni colorantes artificiales, está bien esta indicación pero no indica que pasa con los otros componentes del cosmético.

Por ejemplo, si queremos comprar una crema solar y nos ofrecen una en lugar de otra, por ser Cosmebio, en la elección igualmente se ha de tener en cuenta las características de las mismas, sobre todo el indice de protección, el tipo de filtro solar si es el adecuado a tus necesidades, la resistencia de la misma y el tiempo de protección de la misma.

La duración de los cosméticos bio, estos contienen conservantes de origen natural lo que algunas veces les da una durabilidad más corta, es por ello, que muchas veces se usan envases herméticos para evitar al máximo la contaminación externa y el contacto con el aire que pueda enranciarlos, hemos de mirar la fecha de caducidad y el tiempo que permanece en buenas condiciones una vez abierto.

Personalmente me gustan mucho los cosméticos BIO, sobre todo algunos corporales y productos de aromaterapia. Pero no podemos olvidarnos que la industria cosmética ha conseguido muchos productos beneficiosos que, aunque no siguen absolutamente todas las características de productos,absolutamente naturales, son muy eficaces y minimizan cada vez más el riesgo de alergias o reacciones cutáneas.

Creo que lo fundamental es que los laboratorios pongan claramente en el etiquetaje, la totalidad de los componentes, así se puede ver si hay algún producto que pueda producir alergias y que no pretendan confundir a la gente. Ni que el logo ni la definición, sea un arma de ventas.