Profesor Zovek, el increíble Houdini mexicano que no creía en milagros y murió en un acto temerario

Francisco Xavier Chapa del Bosque (el profesor Zovek) murió trágicamente al caer al precipicio en uno de sus espectáculos temerarios. (Captura de YouTube)
Francisco Xavier Chapa del Bosque (el profesor Zovek) murió trágicamente al caer al precipicio en uno de sus espectáculos temerarios. (Captura de YouTube)

En la televisión mexicana lo presentaban como un mentalista y escapista criado en el Tíbet. Enfundado en ajustados trajes brillantes y con un cintillo de piel con la letra Z alrededor de su cabeza (a veces turbantes, a veces con un vistoso cinturón con la misma letra), aquel hombre se dejaba envolver en camisas de fuerzas y cadenas en todo el cuerpo para realizar actor temerarios.

Ya inmovilizado, era colocado dentro de una caja, un sarcófago o cualquier otro espacio reducido del que intentaría escapar ante la mirada de miles de personas. Nunca lo tuvo fácil, en ocasiones le prendían fuego a esos recipientes para complicar su huída, pero siempre lo logró, siempre desafió a la muerte y le ganó. Así de sorprendente era el profesor Zovek.

Detrás de ese hombre temerario y de increíble cuerpo atlético estaba Francisco Xavier Chapa del Bosque, un mexicano nacido y criado en Torreón, Coahuila, el 13 de abril de 1940 quien, a pesar de la leyenda, jamás se instruyó en el continente asiático.

La inspiración nació en historias mitológicas como la de Hércules, o de Milón de Crotona, el atleta griego que después de tanto entrenar con un becerro sobre la espalda un día entró al estadio cargando un toro, ganó y lo celebró comiéndoselo. Chapa encontró en esos personajes la fuerza que la poliomielitis le negó por años en su infancia.

Uno de sus tíos, cardiólogo de profesión, le ayudó en su proceso de rehabilitación con una tabla y un tabique. Durante ese periodo ambos guardaron el secreto hasta que un día el médico reunió a la familia y aquel "frágil" niño comenzó a caminar ante el asombro de sus padres, quienes celebraban el milagro.

Él presuntamente rechazó cualquier intervención divina, "¿cuál milagro?, mi propia voluntad hizo que caminara'".

Comparado con Harry Houdini por su destreza para ejecutar escapes atado de pies y manos, y con Bruce Lee por su fortaleza y condición física, el profesor Zovek debutó el 6 de enero de 1969 en un festival organizado por el Instituto Nacional de Promoción y Protección de la Infancia en el Palacio de los Deportes.

Fue invitado ese mismo año a Domingos espectaculares (antecedente de Siempre en domingo), conducido por Neftalí López Páez, donde pasó las casi cinco horas del programa en un rincón solamente ejecutando abdominales, 8,359 en total.

El Increible Profesor Zovek, poster, Zovek, 1972. (Photo by LMPC via Getty Images)
Póster de la película El increíble profesor Zovek de 1972 (Foto: LMPC vía Getty Images).

Otros actos de fuerza que presentó —ya después con Raúl Velasco— fueron detener con los dientes 10 motocicletas en marcha, cargar un Safari de la Volkswagen lleno de gente o soportar el peso de una combi con el abdomen.

Antes de cada espectáculo, Zovek explicaba al público qué iba a ver y cómo se había preparado para ello. Concluía con un mensaje para invitar a la gente a tomar conciencia de que "todo ser humano posee un gran potencial que debe ser desarrollado a través del acondicionamiento físico, y mediante una evolución mental y espiritual". Sus palabras posiblemente hacían referencia a su difícil niñez.

Superada la polio, Chapa del Bosque padeció obesidad y usaba lentes, condiciones que otros aprovecharon para burlarse de él. El bullying del que fue objeto, más la insistencia del mismo tío que le ayudó a recuperar la movilidad de sus piernas, lo llevó a interesarse en la actividad física y a especializarse en lucha libre, artes marciales, defensa personal y ballet acrobático.

En 1957, con apenas 16 años de edad, Francisco —ya casado con Josefina Carrillo— impulsó el deporte entre la gente de su comunidad y abrió centros deportivos donde impartía clases de natación. Casi al mismo tiempo complementó su formación con filosofía zen, yoga y chamanismo.

Tanto la filosofía como la disciplina deportiva le ayudaron a crear un método para acercar a los humanos a la perfección física llamado Vuelo sin escalas, un sistema de acondicionamiento físico "aplicado a niños, miembros del Ejército, alumnos del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana y de escuelas de primaria, con excelentes resultados", dijo Adolfo Álvarez, su asistente. Algunos de estos aspectos fueron retratados por Alfonso Cuarón en su película Roma en 2018.

La fama lograda en televisión hizo que saltara a las historietas. Editorial RUDISA, un pequeño sello independiente, fue responsable de publicar en 1970 la serie Zovek: el superhombre del misterio, cuyo primer número se publicó en febrero de 1970, bajo la dirección de Sergio Bolaños. En formato de cómic de 32 páginas, interiores en sepia y portadas a todo color, por la módica cantidad de un peso, las historietas además contenían una página con lecciones básicas de yoga y meditación, desarrolladas por Zovek, y en cada entrega se elevaba el grado de dificultad de las clases, con el fin de aumentar el potencial del lector.

Gracias a estos ejemplares también se acrecentó su leyenda como hipnólogo, telépata y otros atributos sobrenaturales, pues el personaje de aquellos dibujos poseía un gran poder mental.

Baillet y Asociados S.A. retomó al personaje a finales de 1970 ahora en formato fotonovela, creando historias a partir de las memorias de Zovek, pero de acuerdo con el sitio Comikaze, solo se publicaron tres ejemplares.

También se produjeron alcancías, medallones, playeras, escudos, llaveros, pósters, que se obtenían recortando los cupones de los cómics y enviándolos a la distribuidora.

Zovek también hizo cine. Debutó en El increíble profesor Zovek, escrita y dirigida por René Cardona, donde trabajó al lado de Germán Valdés Tin-Tan, Lorena Velázquez, Nubia Martí y José Gálvez. Su segunda y última película, Blue Demon y Zovek en la invasión de los muertos, también fue escrita y dirigida por Cardona.

Pero su fama no duró más allá de 1972.

Aquel año, la tarde del 10 de marzo, más de cuatro mil personas se habían reunido en la Plaza de la Cruz de Cuautitlán para ver al profesor Zovek quien descendería por una cuerda que colgaba de un helicóptero. La presentación tenía por objeto ayudar a un amigo, propietario del Circo de los Hermanos Suárez, que había sufrido la pérdida de su carpa.

La aeronave apareció en el cielo, se ubicó a casi diez metros de altura, tal como se había planeado, pero cuando Zovek descendía por la cuerda, el piloto Javier Merino Arroyo se elevó y empezó a dar vueltas a una altura aproximada de 30 metros, mientras el escapista se balanceaba peligrosamente.

Súbitamente, después de estar suspendido y aferrado a la cuerda por un momento, Zovek se resbaló y cayó en la parte posterior de la fábrica Dispositivos Electrónicos. A pesar de los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida, Francisco Xavier Chapa del Bosque falleció a causa de fracturas en el cráneo, tórax y otras partes del cuerpo.

Muchos de sus admiradores se presentaron a la capilla de Gayosso donde se velaron sus restos. "La gente que fue a verlo se comportó con un respeto increíble... no iban a ver si lloraban o no la viuda o los hijos, no volteaban a ver a nadie, pasaban, lo tocaban y se persignaban; había otros que sacaban un frasquito de su bolsa y, mientras pasaban, lo ponían encima del ataúd y luego lo cerraban y se iban en silencio, como si se llevaran parte de su energía o de su esencia; incluso, hubo momentos en que tuvimos que consolar a las personas que lo iban a ver, porque estaban abatidos'', dijo su hijo al diario La Jornada en el 26 aniversario de su deceso.

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