Prometió y cumplió: Piazzolla “renace” en 2021 con un espectáculo de danza arrollador
“Renaceré, renaceré, ¡renaceré!”. La letra -el grito: la promesa- de “Preludio para el año 3001″ y la música, en sí mismas, tienen una fuerza arrolladora, pero en la “gran voz extraterrestre” de Juan Carlos Baglietto el tema es, además, un cierre inmejorable para Piazzolla Futuro: un espectáculo de danza magnífico, que se había propuesto demostrar que el compositor sigue siendo una puerta abierta y cumplió. De modo que no ocurrió en junio como decía el verso aquel de la canción, tampoco un domingo; fue el sábado a la noche que en el Teatro Coliseo Piazzolla renació.
Julio Bocca: "Cuando conocí a Piazzolla le dije que su música era sangre en mis venas"
Este gran show mira al “siglo treinta” al que le canta con una suma de elementos que es clave. Cada uno hace un aporte fundamental para llegar a ese resultado, como los ingredientes de una pócima mágica.
1 guion del director general Leonardo Kreimer hace fluir la historia de ese chico que se hace grande (grande de verdad) desde el primer día que abre el bandoneón.
4 coreógrafos muy valiosos (Ana María Stekelman, Leonardo Cuello, Analía González y Diego Poblete) le ponen pasos a esos tangos, con lenguajes propios y la impronta de la danza contemporánea.
10 bailarines y un niño interpretan esas coreografías, con gran nivel. Algunos son reconocidos ya, como el extraordinario Rodrigo Colomba del Ballet Folklórico Nacional, en el rol del Piazzolla adulto, pero también hay jovencísimas promesas, como la pareja de Vicente Manzoni, alumno del Taller del San Martín, y Luciana Hartvig, todavía en el Instituto del Colón.
12 grandes éxitos, de las “Estaciones porteñas” a “Calambre” y “Libertango”, por ejemplo, los temas son reinterpretados en vivo por Lito Vitale y una orquesta en escena de ocho músicos.
1 cantante invitado, Baglietto, que con cada intervención acrecentó la potencia del espectáculo y cautivó al público, que lo ovacionó.
1 puesta en escena multimedia, que Maxi Vecco creó a partir de videoproyecciones que llevan al espectador “flotando” de un ambiente al otro de la ciudad de Buenos Aires.
2 directores artísticos se conocen hace mucho, pero nunca habían hecho algo semejante: Julio Bocca -que no baila pero por momentos pareciera sentirse su perfume en escena- y su mano derecha, Victoria Balanza, una llave para que el ensamblaje ocurriera y haya alcanzado este nivel, a pesar de las distancias.
La idea de la evolución que maneja el espectáculo -del hombre y también de su música- se apoya con muy buena resolución en la continuidad de las escenas, encadenadas como lo está un esquema gráfico de ADN (revolucionario ADN el piazzolliano). Si un espectador avezado bien podría distinguir la factura de cada coreógrafo -todos ellos tienen una identidad reconocible- en verdad poco importa eso aquí porque la amalgama entre todos es el gran desafío cumplido de la realización. Y no solo es así en virtud de los cuadros de conjunto, de la dinámica de los dúos -que son la forma básica de este baile- y la vitalidad de un solo encantador como “Balada para un loco”, sino también porque en las transiciones cada creador logra meterse en el lenguaje del otro. Un elenco de bailarines dúctiles, provenientes de diferentes compañías, comparten ese mérito de saber ir y venir como el viento por este “itinerario” que -parafraseando a Alejandro Cervera, otro artista que lo homenajeó este año en el Colón- significa Piazzolla.
De todas maneras, no habría tal evolución, casi en un sentido literal, si Bocca (quien toma las grandes decisiones) no hubiera descartado “prácticamente” llevar a escena las obras que él mismo interpretó en su prolífica carrera de bailarín, y con las que no solo él sino el público en general tiene una clara identificación, para dar paso a nuevas creaciones que confirman que las puertas del compositor siguen abiertas. Hay dos excepciones: las coreografías de Stekelman que formaron parte de Boccatango y que repuso ahora Cecilia Figaredo. Sin embargo hay que decir que tanto “Invierno porteño” (con la mesa) como el desnudo de pareja “Romance del diablo” se ven como “remasterizados” en los cuerpos Colomba y Micaela Spina.
En una única función enmarcada por un acto formal de fin de año del Consulado de Italia y el Teatro Coliseo, Piazzolla Futuro se vio como un espectáculo de los que hacen una temporada completa y luego van por más (justamente a la usanza del viejo Ballet Argentino). No es difícil imaginarlo de gira: es universal y levanta más de un estandarte que en el mundo reconocen y aprecian: Piazzolla, Bocca y el tango.
Para agendar
Por streaming, este viernes 10 de diciembre. Piazzolla Futuro con acceso gratuito en los canales de YouTube del Consulado General de Italia en Buenos Aires y del Teatro Coliseo.