Puesta a punto
1. Bio hacking
Usar todo lo que la ciencia nos ha enseñado para optimizar todos los procesos del organismo: bajo la etiqueta de biohacking se combinan diferentes procesos como el ayuno intermitente, terapia de baños de hielo, cámaras hiperbáricas, sauna de infrarrojos, terapia PEMF con campos electromagnéticos pulsados o los suplementos nootrópicos, destinados a mejorar el rendimiento cerebral. La meta es tomar el control de la biología personal para mejorar al máximo los procesos de automejora del organismo.
2. Monitores personalizados
Los wearables seguirán siendo una de las tendencias clave de wellness en 2025, impulsados por consumidores preocupados por su salud que ya no se contentan con medir sus pasos o sus horas de sueño REM. Además de medir la actividad física, los nuevos aparatos aportan datos sobre marcadores de salud (desde los niveles de glucosa a la frecuencia cardíaca), nos animan a levantarnos, miden la calidad del sueño e incluso los niveles de estrés o factores externos, como la intensidad de la radiación solar o la calidad del aire. Algunos de los modelos incorporan tecnología de inteligencia artificial para ofrecer datos de forma más rápida, lo que permite que sus portadores tengan mucha información sobre sus parámetros de salud.
3. A todas las edades
Sin duda, una de las tendencias globales más destacadas en fitness es que el deporte no es un instrumento para estar más delgado o preparar la 'operación Bikini', sino para estar, sobre todo, sanos. Esto coincide con un aumento –que no deja de incrementar– de adultos mayores que practican ejercicio de forma regular. Combatir la pérdida de masa ósea, controlar los niveles de glucosa y la tensión arterial, evitar la fragilidad muscular, mantener la movilidad y trabajar el equilibrio para evitar caídas y lesiones son solo algunos de los muchos beneficios que los sénior encuentran en el ejercicio.
4. Adaptado al ciclo
Las rutinas de ejercicio diseñadas en torno al ciclo menstrual, adaptándolas a cada momento del mismo, cobran una gran importancia este nuevo año. Durante la fase folicular, en la que los niveles de estrógenos están muy altos, es el momento de hacer ejercicio de alta intensidad, mientras que durante la ovulación, cuando los niveles de testosterona aumentan, se puede aumentar la exigencia, haciendo un trabajo de fuerza con más peso. Los días de la menstruación es preferible hacer ejercicio suave y de bajo impacto que mejore las molestias, como caminar o practicar yoga. En la fase lútea, en la que nos sentimos más bajas de energía, es también un buen momento para hacer rutinas suaves, no excesivamente exigentes, y centrarse más en la consistencia y en el mantenimiento que en la intensidad.
5. Ejercicio de fuerza
El trabajo de resistencia, destinado a fortalecer los músculos, siempre ha sido básico a la hora de entrenar, pero en 2025 seguirá creciendo significativamente entre los millennials y la generación Z: se calcula que, este año que entra, el entrenamiento de fuerza será lo más practicado, seguido por cardio, yoga y pilates. ¿La razón? Mejorar la fuerza es uno de los secretos para tonificar la silueta, conseguir definición muscular e incrementar la tasa metabólica y, por tanto, la forma de conseguir que el cuerpo queme más calorías, incluso estando en reposo.
6. Salud mental
Mens sana in corpore sano: según una encuesta de Mintel, el 78 % de la población de EE. UU. hace ejercicio para sentirse mejor emocionalmente, y ya existen programas de formación para que los entrenadores personales amplíen sus conocimientos con técnicas y pautas de bienestar psíquicos. Ser cada vez más conscientes de los muchos beneficios del ejercicio sobre la salud mental va a seguir impulsando la popularidad de modalidades de entrenamiento de reconocidos beneficios para nuestro bienestar psíquico, desde la meditación en movimiento al yoga.
7. Fitness bajo demanda
La pandemia acostumbró a muchos a hacer ejercicio acompañados del teléfono, una tendencia que no ha dejado de crecer. Desde pilates en pared a caminatas dirigidas o baile por rangos de edad, las apps de ejercicio no han dejado de multiplicarse y, para muchos de sus usuarios, son una forma idónea de animarse a completar un programa a su medida, bajo demanda, con horario flexible, adaptado a su día a día y, si quieren, sin salir de casa. Eso sí: en caso de ser novato en fitness, es preferible comenzar con un profesional que enseñe, primero, a realizar todos los ejercicios y movimientos de forma correcta, y así evitar posibles lesiones.