Puli Demaría: su nueva historia de amor, por qué dejó de trabajar con su exmarido y su pasión por la actuación

Puli Demaria
Puli Demaría y una charla íntima con LA NACION

“Después de un gran dolor, sale siempre el sol. Me costó llegar adonde estoy, pero valió la pena”, reflexiona Puli Demaría durante una charla con LA NACION. La actriz, DJ y empresaria vuelve a microteatro luego de cuatro años, cuenta que ya no trabaja para la empresa de su exmarido y que ahora es una DJ freelance, y adelanta que en mayo abrirá un nuevo local de su marca de zapatos. Puli sigue en pareja con Federico Deis y sueña con vivir Mendoza, cerca de la montaña, pero en el futuro, cuando sus hijos ya estén grandes.

-¿Cómo nació tu vocación de actriz?

-De chica siempre quise ser actriz. En los festivales de teatro que hacían en la escuela siempre ganaba. Mi mamá decía que perdía el tiempo conmigo y que debería haberme mandado a Hollywood (risas). Todos los fines de semana yo armaba obras de teatro los viernes y sábados, y los domingos tenían que sentarse a ver mi obra. Armaba todo en mi cuarto: la escenografía, el vestuario, el telón. Cuando terminé la escuela secundaria me fui a estudiar a Nueva York. Me aceptaron en el Lee Strassberg porque mi tía abuela, María Luisa Bemberg , había estudiado ahí. Siempre le decía que quería actuar en sus películas. Mi abuela paterna también fue una gran actriz de teatro. También estudié en la Universidad de San Diego y luego volví a la Argentina, me enamoré y tuve a mis hijos.

-¿Y cuándo te reencontraste con la actriz que hay en vos?

-En el 2017, cuando hice microteatro por primera vez. En realidad, me reencontré con mi vocación desde el momento en que empecé a poner música, porque cuando estoy en una cabina vibro y también soy una performer. Me di cuenta de eso un tiempo después, en terapia. Me gusta componer un personaje y me acuerdo que de chica, cuando me preguntaban por qué me gustaba actuar, yo decía: “porque no tengo que ser yo”. Puedo ser otra persona y me fascina.

-¿Pampita online también fue un acercamiento al mundo del espectáculo?

-No, porque ahí era yo y no un personaje. Y cuando venían como invitados grandes actores o directores, me convertía en una fan y me interesaba investigar sobre sus trabajos, o cómo se dieron cuenta de su amor por la actuación. Ese programa me acercó a tener a grandes artistas en un mano a mano. Creo que hubiera funcionado muy bien que en Pampita online yo hiciera un personaje irreverente que se animara a preguntar cualquier cosa. Eso podría hacerlo desde un personaje, pero no desde Puli.

-¡Se lo perdieron!

-Se lo re perdieron (risas). Hubiese sido espectacular. No lo propuse porque el programa tenía un rumbo muy marcado. Quizá lo hubiésemos podido hacer cuando salía al aire en KZO, pero recién arrancaba y estaba buscando mi lugar. Y ya cuando pasamos a Net TV el programa era más corto.

-¿Volvés a microteatro?

-¡Sí! Me llamó Julia Eva Saggini, la autora y directora de la obra Fue un gusto conocerte. Es la historia de una expareja que se encuentra dos años y medio después de separarse, para devolverse sus cosas. Está muy bien escrita y quién no ha vivido una relación y alguna separación. Tiene un toque de comedia dentro del dolor y los ingredientes necesarios para que nos interpele a todos. El otro actor es Andrés Passeri y hacemos un equipo bárbaro. Tengo mucha emoción porque soy muy feliz cuando estoy actuando. Es la quinta obra que hago en microteatro y como ejercicio actoral es mágico, porque hacemos cuatro funciones por día, de miércoles a sábados.

-¿Seguís con tu trabajo como DJ y tu emprendimiento de zapatos?

-Sigo con todo. Tengo mucho trabajo como DJ. Ya no soy más del grupo Sarapura, abrí mi propio camino y me está yendo súper bien. Soy free lance y puedo trabajar con quien quiera.

-Dejar de trabajar en la empresa de tu ex, ¿se dio luego de tu separación?

-Y si. Nos llevamos muy bien con mi exmarido (Martín “Chule” Bernardo) y somos un gran equipo como padres de nuestros hijos y también lo fuimos en el trabajo. Y siempre valoré y quiero mucho al grupo Sarapura. Lo que sucedió es que se fue diluyendo el vínculo. De pronto tenía mucho trabajo y me llamaban a mí directamente y ellos capaz no me convocaban tanto. A fin de año decidimos que habíamos llegado al final del camino. Pero si me llaman para fiestas grandes, los convoco para que las produzcan. Y fue buenísimo, porque pude demostrarme a mí misma, una vez más, que las mujeres podemos solas. Y tengo mi empresa de zapatos que está creciendo mucho. A principios de mayo abro un local enorme en Palermo, en El Salvador y Armenia y estoy en plena obra. Ya tenemos un local en Pilar y otro en la calle Cabello, que es un departamento, pero lo que necesito es un local a la calle. Y además tengo a mis cuatro hijos, Silvestre, Santos (hijos de su primer marido, Matías Corti Maderna, ya fallecido), Félix y Florián (hijos de Martín Bernardo). Está bueno que pueda ser dueña de mi propio tiempo y decidir. Entonces todo se dio para que pudiera abrir mi camino.

-¿Cómo están tus hijos?

-Silvestre estudió un tiempo en Boston y ahora está haciendo un semestre acá y en septiembre vuelve a los Estados Unidos. Santos termina la escuela secundaria este año y no sabe si se quiere ir o quedar, y los otros van creciendo divinos.

-¿Seguís en pareja con Federico Deis?

-Seguimos. Fue el único señor con el que salí después de separarme. Estuve un año sola, salí con él y me enamoré. Tenemos una relación hermosa.

Puli Demaría y su novio, Federico Deis
Puli Demaría y su novio, Federico Deis

-Alguna vez contaste que es asesor de empresas y que vive entre Mendoza, Rosario y Buenos Aires. ¿Eso juega a favor o en contra?

-(Piensa) Tengo amigos que me dicen que es ideal, pero yo estoy recién de novia y lo extraño. Y por otro lado no podemos vernos tanto porque los dos tenemos muchas ocupaciones. Nuestra pareja funciona y encontré a alguien que me eligió como soy, esta mujer que no para, que tiene sus cuatro hijos, que trabaja de día y de noche, que actúa. Hay que ser generoso y muy hombre para bancárselo. Sé que hay mucha gente que le pregunta cómo hace para estar conmigo, que no paro. Y él les responde que también soy mujer compañera, madraza, que me levanto a las 6.30 para llevar a mis hijos a la escuela. Es muy lindo estar en pareja y sentirte apoyada. Es un tipo que no es del medio, que no iba al teatro y que quizá pensaba que la gente que trabaja de noche era de la mala vida. Y ahora entiende, me acompaña, me apoya, me hace crecer. Es re lindo haber encontrado a un compañero como él. Dicen que la tercera es la vencida (risas). Ojalá.

-¿Apuestan a la convivencia?

-Él también es padre de dos varones y compartimos en familia cuando estuvimos de vacaciones. Y todos se llevan bárbaro. Pero por ahora no hay un proyecto de convivencia. Creo que se va a dar cuando los chicos crezcan. Me imagino viviendo en la montaña, en Mendoza. A le vejez, viruela (risas). Estoy en un muy buen momento en mi vida personal y profesional y muy agradecida a la vida. Después de un gran dolor, el sol sale siempre. Me costó llegar adonde estoy, pero valió la pena. Me di el tiempo de transitar el duelo de mi separación y eso no quiere decir que ya no exista el dolor de no haber tenido esa familia que tanto quería, pero también logré entender que se transformó y hoy tengo otra familia y esta buenísima. Le metí mucho trabajo, no fue todo color de rosa.

Para agendar

Fue un gusto conocerte. De miércoles a sábados durante todo el mes de abril, a las 20:40, 21:10, 21:40 y 22:10. En microteatro (Serrano 1139 Palermo).