¿Qué es la labioplastia? Los cirujanos plásticos explican el procedimiento

Las mallas ajustadas podrían estar contribuyendo al aumento de la demanda de labioplastias. (Foto: Getty Images)
Las mallas ajustadas podrían estar contribuyendo al aumento de la demanda de labioplastias. (Foto: Getty Images)

La demanda de labioplastia, una intervención quirúrgica que cambia la forma de los labios vaginales, está aumentando. Todo parece indicar que se debe a la popularidad de las mallas ajustadas, las cuales pueden hacer que algunas mujeres se sientan cohibidas o incómodas físicamente debido al tamaño y la forma de sus labios.

“Esas prendas son muy ajustadas, por lo que, si una mujer tiene unos labios muy grandes, podrían acentuarlos”, le dijo a Yahoo Vida y Estilo el Dr. Gordon Lee, profesor de cirugía plástica en la Universidad de Stanford. “Algunas pacientes se sienten más cohibidas por eso que otras”. Y añadió: “noto que es una fuente de preocupación”.

La Dra. Marisa Lawrence, cirujana plástica en Atlanta, coincide con la opinión de Lee y le dijo a Yahoo Vida y Estilo: “las irregularidades en el contorno de los labios pueden ser más evidentes cuando se usa ropa ajustada como las mallas deportivas, los bañadores o los vaqueros”.

En 2021 se realizaron casi 19 000 procedimientos de labioplastia, un 36 % más que en 2020, según el Centro Nacional de Datos de Cirugía Plástica y Estética. Sin embargo, antes de esa fecha las solicitudes de labioplastias ya habían aumentado en más del 217 % del 2012 a 2017, según datos de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos y Estéticos. “Parece que ha ido aumentando con el paso de los años”, dijo Lee. “Hay más conciencia de ello... y tal vez se habla de ello con más normalidad asumiendo que no es motivo para avergonzarse”.

Entonces, ¿qué es exactamente la labioplastia? Esto es lo que necesitas saber sobre el procedimiento, según los cirujanos plásticos.

Primero, una breve lección de anatomía

La labioplastia a veces se denomina cirugía cosmética de “diseño de vagina”, pero no es un término muy preciso, aunque suene bien, porque este procedimiento no cambia la forma de la vagina, que es un tubo interno y elástico de tejido muscular que se extiende desde la abertura vaginal hasta el útero, sino que se enfoca en los genitales externos, específicamente en los cuatro “labios”.

“Los labios externos, que están recubiertos de vello púbico, se llaman labios mayores”, explicó Lawrence. “Los labios internos se llaman labios menores. En la parte superior, en el centro, se encuentra la capucha del clítoris, que puede cubrir una parte del clítoris o su totalidad. Debajo del clítoris se encuentra la abertura uretral y más abajo la abertura vaginal”.

La anatomía de los genitales femeninos es “muy variada”, explicó Lawrence, como se puede apreciar en la Biblioteca de Labios. “Los labios menores varían en longitud, grosor, simetría, prominencia y extensión respecto al borde de los labios mayores”, puntualizó.

Como dijo Debby Herbenick, profesora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana y autora de Read My Lips: The Complete Guide to the Vagina and Vulva (En español: Lee mis labios: la guía completa sobre la vagina y la vulva): “cada cuerpo es diferente y eso también se aplica a las vulvas”.

¿Qué es la labioplastia?

La labioplastia, que generalmente se realiza bajo anestesia local y cuesta alrededor de 3 600 dólares, es un procedimiento de cirugía plástica que reduce el tamaño y en algunos casos la forma de los labios mayores o menores, explicó Lawrence. No obstante, se realiza con más frecuencia en los labios menores.

“El objetivo de esta intervención es reducir el tamaño de los labios menores para que no cuelguen debajo de los labios mayores cubiertos de vello púbico”, aclaró Lawrence. “Se puede realizar una labioplastia para disminuir la asimetría cuando uno de los labios es más largo que el otro, aunque lo más común es reducir la longitud de ambos para que los labios menores no sobresalgan más allá de los labios mayores”.

Existen dos tipos de labioplastia: la técnica de Trim y el método de cuña. En la técnica lineal o de Trim “se extirpa el tejido extra y se sutura directamente”, explicó Lawrence. “Se suele usar cuando es necesario eliminar gran cantidad de tejido o cuando las pacientes solicitan la eliminación de los bordes irregulares oscuros de los labios menores, dejando solo el tejido rosa”.

El método de cuña o técnica de Wedge consiste en eliminar una cuña central o pieza triangular, “casi como una rebanada de pizza”, explicó Lee, de la parte de los labios menores que sobresalen más. “Las ventajas de esta técnica es que preserva la forma natural del borde y deja una cicatriz más pequeña”, apuntó Lawrence. “Los pliegues adicionales de la capucha del clítoris también se pueden reducir. El cierre generalmente se realiza con suturas reabsorbibles. La técnica elegida dependerá de la anatomía de la paciente y sus preferencias estéticas”.

Lee señala que la técnica de cuña tiene “algunas ventajas” porque la cicatriz está oculta, mientras que la cicatriz de la técnica lineal se encuentra a lo largo del borde de los labios. Con la técnica de cuña, “básicamente no puedes ver la cicatriz”, dijo. “Como cirujanos plásticos, hacemos todo lo posible para camuflar u ocultar la cicatriz, independientemente de la parte del cuerpo donde se encuentre”.

¿Por qué algunas personas se someten a una labioplastia?

Las personas se someten a este procedimiento por diversas razones. “Las mujeres y otras personas con vulva pueden someterse a una labioplastia por motivos estéticos, por ejemplo, para tener unos labios más simétricos, eliminar los bordes oscuros si tienen un ‘ideal rosa’ o para reducir unos labios más grandes de lo que les gustaría”, le contó Herbenick a Yahoo Vida y Estilo.

Algunas personas se someten a la labioplastia “para sentirse más cómodas, ya sea a la hora de mantener relaciones sexuales o hacer ejercicio, ya que a veces los labios son demasiado largos y se introducen en la vagina durante el coito o se irritan al caminar o practicar deporte”, explicó Herbenick.

Lawrence también señaló que “muchas mujeres pueden sentirse cohibidas en la intimidad debido a su apariencia”, lo que podría animarlas a someterse al procedimiento. “En el caso de las mujeres que experimentan cambios en los labios después del parto, la labioplastia se puede incluir en su ‘cambio de imagen de mamá’ para devolver a la vulva su apariencia antes del parto”, puntualizó.

Los medios de comunicación y la pornografía también pueden motivar a las mujeres a someterse a una cirugía de labioplastia. “Sabemos que las imágenes de labios más pequeños que transmiten los medios de comunicación influyen en las mujeres y otras personas con vulva”, dijo Herbenick. “De cierta forma, se convierte en un círculo vicioso. En algunos países puede ser ‘obsceno’ ver los labios colgando, de manera que las empresas pueden elegir actrices con labios más pequeños o los editan digitalmente para poder vender sus fotografías o vídeos pornográficos en más mercados. Por desgracia, eso crea la falsa impresión de que los labios suelen ser pequeños, aunque no es así. Existen labios de todo tipo, formas, tamaños y colores”.

Sin embargo, Lawrence considera que el aumento de la demanda de labioplastias no se debe “al deseo de encajar en la imagen que transmiten los medios de comunicación”, sino más bien a que las personas “tienen más acceso a la información sobre el procedimiento y a la propia intervención”.

¿Cuáles son los riesgos?

En general, los riesgos asociados a las cirugías de reducción de labios menores son “muy bajos”, afirmó Lawrence. Entre las complicaciones más comunes se encuentran el sangrado, la aparición de hematomas e infección, así como asimetría, una mala cicatrización de las heridas y sobrecorrección o subcorrección de los labios, según Lawrence.

Lee señaló que “uno de los riesgos más preocupantes” es que se elimine demasiado tejido. “Puede ocurrir si el médico no es cirujano plástico colegiado o no tiene experiencia en este tipo de procedimientos”, advirtió. “Si se elimina demasiado tejido, no se podrá volver a colocar en su lugar y el resultado será poco natural. Además, si los cortes no se realizan con precisión, los labios pueden tener una forma rara y grosera. Las pacientes también pueden presentar asimetría”.

Lee recalcó la importancia de encontrar un cirujano experimentado para limitar esos riesgos. “Aunque se trate de un cirujano plástico colegiado, debes asegurarte de que tenga experiencia en este tipo de intervención”, indicó. “Los procedimientos fallidos se producen cuando el cirujano no está capacitado o nunca lo ha hecho”.

¿Cuánto tiempo tarda la recuperación?

La mayoría de las pacientes se toman una semana de descanso para recuperarse, señaló Lawrence, “durante la cual pueden reducir la inflamación y el dolor intercalando una compresa fría entre la ropa interior y una prenda elástica. Este tratamiento se debe mantener durante 20 minutos y descansar durante otros 20 minutos”.

La labioplastia lineal, generalmente, facilita una recuperación más rápida, según Lawrence. “Aunque la inflamación más importante desaparece a las seis semanas, la hinchazón residual puede tardar seis meses en desaparecer”, indicó.

No obstante, la mayoría de las pacientes pueden volver a la oficina después de aproximadamente una semana, según Lee. Las pacientes pueden reanudar sus actividades normales, incluyendo el ejercicio y el sexo, así como el uso de tampones, aproximadamente 6 semanas después de la intervención.

¿Cuáles son los beneficios de la labioplastia?

Los expertos dicen que la labioplastia aporta beneficios tanto a nivel estético como funcional. Lawrence señaló que la investigación muestra que las labioplastias de labios menores tienen “altas tasas de satisfacción general”, incluida la “mejora de la autoestima”.

Herbenick dijo que “si el tamaño o la forma de los labios de una persona afectan su vida sexual, la práctica de deporte o la caminata cotidiana, la labioplastia puede tener beneficios físicos y psicológicos”.

Dicho esto, el procedimiento no está exento de riesgos, de manera que “las personas deben informarse bien para conocer los posibles beneficios y riesgos antes de tomar su decisión”, apuntó Herbenick.

Rachel Grumman Bende