Qué le pasa al cuerpo cuando se te forma un nudo en la garganta

Conocido como 'globus faríngeo' o 'globo histérico', en la mayor parte de los casos, este trastorno ocurre solo por la presencia de carraspera en la garganta. No obstante, también puede deberse a otros motivos más serios, siendo importante acudir a un médico general o gastroenterólogo cuando la sensación es muy incómoda. (Foto: Getty)
Conocido como 'globus faríngeo' o 'globo histérico', en la mayor parte de los casos, este trastorno ocurre solo por la presencia de carraspera en la garganta. No obstante, también puede deberse a otros motivos más serios, siendo importante acudir a un médico general o gastroenterólogo cuando la sensación es muy incómoda. (Foto: Getty)

Esta expresión tan común que responde a un determinado estado de ánimo también tiene sus repercusiones físicas. De hecho, en su origen hacía referencia a un supuesto trastorno de deglución conocido como 'sensación de globo o globo histérico', lo cual no significa que la persona sea histérica.

El mal llamado 'globo histérico' es la sensación de nudo en la garganta o sensación de cuerpo extraño, pero que no altera en ningún caso los mecanismos deglutorios. También se ha denominado globo histérico por considerar este fenómeno a perfiles psicoemocionales de personas agitadas, nerviosas, inquietas o irritables.

Una asociación errónea y controvertida que viene de lejos. Hipócrates registró los primeros casos conocidos de 'sensación de globo' hace unos 2.500 años. Pero no fue hasta 1707 cuando John Purcell describió con mayor precisión la condición como "presión sobre el cartílago  debido a la contracción de los músculos de la correa del cuello". Aún así, los médicos confundieron los informes de sensación de globo con ataques de histeria. La sensación de globo se conoció como "globo histérico", ya que se asociaba con frecuencia con la menopausia u otros factores psicológicos en las mujeres.

Más adelante, en 1968 KG Malcomson acuña el término exacto "globo faríngeo", demostrando que la mayoría de los pacientes con globo no tenían una personalidad histérica ni eran en su mayoría mujeres. También es responsable de dilucidar el reflujo gastroesofágico como una posible etiología del globo.

Se trata de un trastorno funcional del esófago que se caracteriza por una sensación intermitente o constante, no dolorosa, de plenitud o un bulto/cuerpo extraño en la garganta ("globo" en latín significa "bola").

Si la sensación no está relacionada con la deglución, se denomina 'globo' , pero si junto esa sensación va unida a otros síntomas como dificultad para tragar, ya respondería a un problema médico. En este caso, a la disfagia.

En cuanto a lo primero, los médicos no están seguros de cuál es la causa exacta de la sensación de globo. Pero existen diversas teorías, como que podría deberse a un aumento de la tensión muscular de los músculos de la garganta o justo debajo de la garganta, o también puede deberse a reflujo gastroesofágico.

El 'síndrome de globo' es un diagnóstico de exclusión que requiere la ausencia de anomalías estructurales, histopatológicas (mucosas) o de la motilidad esofágica. Este trastorno funcional no se asocia con disfagia, odinofagia o reflujo, aunque la sensación de globo en sí puede coexistir con estos síntomas.

Identificar y tratar la sensación de globo no siempre es fácil, ya que existe una variedad de causas posibles. Estos incluyen estrés y ansiedad, por lo que el diagnóstico basado en un examen físico generalmente es imposible.

Hay varias causas potenciales de sensación de globo. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  • Afecciones inflamatorias faríngeas como amigdalitis, faringitis o sinusitis crónica. Estas condiciones pueden causar un aumento de la sensibilidad en la y sensación de globo.

  • La enfermedad por reflujo gastroesofágico. Consiste en el retorno del contenido del estómago al esófago, en dirección a la boca, lo cual puede causar dolor, ardor e inflamación y globo histérico. La intensidad de los síntomas depende de la acidez del contenido del estómago y de la cantidad de ácido que entra en contacto con la mucosa.

  • Edema de glotis, también conocido como agioedema de laringe, puede surgir cuando hay una reacción alérgica grave, la cual genera una hinchazón en la región de la garganta, causando globo histérico y dificultad para respirar.

  • Tumores raros. En los casos más graves, el globo histérico puede deberse a cáncer de cuello, que normalmente está acompañado por otros signos y síntomas, como bulto en la región, ronquera, dificultad para tragar, atragantamiento frecuente, pérdida de peso y malestar general. Ocurre en raras ocasiones, pero la sensación de globo puede ser causada por un tumor en la garganta. Un ejemplo de cáncer es la metástasis orofaríngea del carcinoma de células de Merkel.

  • Enfermedad de tiroides. La glándula tiroides se encuentra localizada en el cuello, razón por la cual puede sentirse dolor cuando se identifica un nódulo o bulto en esta región, pudiendo estar alterado el funcionamiento de esta glándula.

  • Función anormal del esfínter esofágico superior.

  • Objetos previamente alojados.

Junto a estos signos físicos hay que añadir, como señalábamos, factores psicológicos, como estrés o ansiedad. Algunos estudios indican que los eventos de la vida estresantes o traumáticos pueden desencadenar la sensación de globo o empeorar los síntomas.

Y es que al margen de las afecciones anteriores, todos en algunas circunstancias podemos sentirnos tan abrumados que parece como si tuviéramos un nudo o un objeto extraño alojado en la garganta, pero en realidad no hay nada.

La sensación aparece cuando experimentamos ciertas emociones, como tristeza o ansiedad, aunque a veces es independiente de tales sentimientos. Ante una situación que nos desborda, el sistema nervioso autónomo (que controla diferentes funciones fisiológicas involuntarias, como la digestión) entra en estado de hiperactividad y causa un montón de reacciones diferentes dentro de nuestro cuerpo según las circunstancias.

Este es el mismo sistema que controla su respuesta de "lucha o huida" y lo primero que hace es enviar oxígeno a todo el cuerpo para que le resulte más fácil golpear o huir en la dirección opuesta al peligro.

Al mismo tiempo, sentimos un subidón de adrenalina acompañado de un sensación de tensión y alerta que nos hace tener la boca seca. Ante eso, lo primero que hacemos es intentar tragar saliva, pero la garganta no responde.

Se enfrenta a dos órdenes contradictorias: por un lado tiene que cerrarse para poder tragar y por otro debe permanecer abierta para respirar mejor. De esa 'lucha' nace la sensación de presión. A esta reacción -que incrementa la cantidad de oxígeno que entra a tu organismo a través de la apertura prolongada de la glotis- es a la que se denomina médicamente como “globo faríngeo”.

Lo mejor en estos casos es respirar hondo e intentar calmarse. Para poder distribuir oxígeno a todos los músculos, el cuerpo primero debe inhalarlo. En un esfuerzo por tomar más aire, el sistema nervioso le dice a la glotis (la abertura en la garganta que lleva aire a los pulmones sin llevar comida consigo) que permanezca abierta el mayor tiempo posible. En otras palabras, la garganta se abre más de lo normal porque una abertura más grande significa más aire. Pero no es algo que nosotros notemos. Sin embargo, lo que sí siente es la tensión muscular causada por tu cuerpo que intenta mantener la glotis abierta incluso cuando tragas.

Por otro lado, la sensación del nudo en la garganta o globo suele ser el preludio del llanto, y al contrario de lo que hace tu glotis el resto del tiempo -que se abre y se cierra cuando tragas durante todo el día, asegurando que la comida y la saliva vayan en un sentido, y el aire en el otro, sin confusiones en el medio-, cuando lloras o estás a punto de llorar, tu glotis está tratando de permanecer abierta, pero se ve obligada a cerrarse cada vez que tragas. Esta tensión afecta los músculos de la garganta, dando la sensación de un nudo.

Además, cuando lloramos se nos congestiona la nariz y producimos mucosidad. Cuando la nariz se tapa y empieza el goteo de moco, este empieza a escurrirse en la laringe, lo que aumenta la necesidad de tragar y, por tanto, la tensión en la garganta.

Todo este proceso no desaparece hasta que nos calmamos y relajamos el cuerpo. Para aliviar esta sensación causada por la ansiedad, se puede recurrir a técnicas de relajación como yoga o mindfulness, además de buscar ayuda de un terapeuta. Solo así lograremos que el sistema nervioso vuelva a su estado normal y que, poco a poco, el nudo se deshaga y podamos recomponernos. Además, gracias a la cantidad de oxígeno que ingresó durante el nudo en la garganta, después del llanto nos sentimos incluso mejor que antes.

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