"Quedo sin mi mamá y sin mi papá": Clarissa Molina comparte por primera vez uno de los capítulos más dolorosos de su vida

La conductora y actriz dominicana reveló detalles hasta ahora desconocidos de su vida en una entrevista exclusiva con Tanya Charry: "Duré 3 años sin ver a mi mamá"

Clarissa Molina reveló detalles hasta ahora desconocidos de su historia de vida en una entrevista exclusiva con Tanya Charry para el canal de YouTube de El gordo y la flaca (Univision).

La presentadora y actriz dominicana, quien saltó a la fama a raíz de su participación en el exitoso reality show Nuestra Belleza Latina, tiene a sus espaldas una historia de superación.

Con 12 años, el talento de Univision tuvo que vivir la separación de sus progenitores, un acontecimiento muy doloroso para ella que marcó un antes y un después en su vida.

"Claro que sí [me dio duro], imagínate, y es como que tú dices ¿y ahora? Tú no sabes qué hacer… Ahí viví con la mamá de mi media hermana, ella se mudó de donde vivía a donde yo vivía porque mi mamá tuvo que irse a Nueva York, mi papá también, entonces me quedo viviendo con ella. O sea quedo sin mi papá y sin mi mamá a quienes yo veía todos los días de mi vida", contó.

"En las tardes me deprimía mucho, lloraba mucho sola", se sinceró.

La conductora estuvo 3 años sin ver a su madre. "Yo estaba en papeles para residencia. Ya a los 15 años finalmente salieron los papeles y nos mudamos [refiriéndose también a sus hermanos]. Duré un montón de tiempo sin verla, yo la vi cuando vine aquí a Estados Unidos y la relación de ellos [refiriéndose a sus padres] no estaba muy bien en ese momento".

Molina trató durante muchos años sin éxito de que sus progenitores tuvieran relación, "pero no se logra hasta que yo gano Nuestra Belleza Latina en 2016 que realmente se encuentran en el escenario y ahí es que realmente se reencuentran nuevamente y entablan una relación".

Durante mucho tiempo la presentadora quedó "en el medio de ambas partes". "Y hasta te sientes como '¿qué hago?, me siento culpable de tomar cualquier decisión, de tomar cualquier acción, de querer más a este o más al otro, de ver a este y no al otro…'. Era horrible", señaló. "Yo siento que los padres nunca deben poner a sus hijos en el medio. Son seres humanos al final del día y a veces no saben tampoco cómo manejar las situaciones, pero como un consejo mirándolo desde ahora sin juzgar a mis padres como que tratar de nunca poner a los niños de por medio porque no es fácil".

A su llegada a Nueva York con 15 años, Molina terminó viviendo en la casa de un tío. "Mi papá todavía no tenía donde estar con nosotros, mi papá vivía con uno de sus hijos mayores del primer matrimonio, imagínate dónde iba yo a dormir y mis otros dos hermanos mellizos y también mi otra hermana, éramos cuatro".

"¿Por qué no te fuiste con tu mami?", le preguntó Charry.

"Por los problemas que estaba pasando y papi como que tomó las riendas de todo literalmente", respondió. "Yo hubiera querido estar con los dos".

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Los primeros años de Clarissa en Estados Unidos no fueron fáciles. "Cuando llego obviamente [mi tío] vivía con dos de sus hijas, mis primas. Yo agradecidísima con ellos, pero en el fondo de mi corazón era algo muy nuevo para mí, me tocaba despertar a las 5 de la mañana para tomar un bus escolar, que yo en dominicana me iba caminando, y aquí era tomar un bus escolar, me hablaban y yo no entendía –el idioma fue un reto para mí–, el frío, me chocó mucho el clima, mi tío trabajaba, mis primas también, entonces me quedaba sola y yo decía ‘¿pero qué es esto?’".

Dios, sin embargo, nunca la desamparó. "Yo siempre me he agarrado de Dios porque yo no encuentro explicación de cómo yo sobrepasé tantas cosas", reconoció la presentadora.