Quentin Tarantino responde a sus críticos y dice que sus películas no son para ellos

Desde que el público y los críticos vieron Perros De Reserva (90%) quedó claro que Quentin Tarantino no sólo tenía una visión única, también defendería sus ideales para siempre y rechazaría cualquier forma de censura. Tal vez ahora sus primeros trabajos ya no se sienten tan explícitos, pero en su momento causaron mucha controversia entre la crítica especializada que no sabía si llamarlo genio o provocador mediocre y superficial. El debate ha seguido la trayectoria del creador, quien constantemente ha salido a defender sus formas y estilo, y quien ahora dice abiertamente que esa gente que se ofende con su trabajo simplemente debería evitar sus películas, pues no están hechas para ellos.

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Si Perros de Reserva ya había provocado muchos comentarios y conflictos entre los espectadores, Tiempos Violentos (94%) abrió un camino muy específico para la violencia en el cine. Con nombres como John Travolta, Uma Thurman y Bruce Willis, la película se convirtió en una sensación mundial que inspiró a muchos otros creadores a hacer cosas similares. Esto, por supuesto, desató ataques contra Tarantino por presuntamente promover la violencia explícita, el consumo de drogas y el lenguaje altisonante como pan de cada día.

Las clasificaciones no eran suficiente y las películas del director se mantuvieron como un punto de interés y crítica. Sin embargo, con el paso del tiempo estas olas se calmaron y dieron paso a una nueva atapa donde Tarantino podía ser analizado por otras cosas que proponía como creador visionario, desde su fotografía hasta las constantes referencias a los clásicos y no tan clásicos. De esta manera su nombre se volvió muy relevante para la historia del cine, pero por otras razones.

Con el paso de los años, Tarantino fue perfeccionando su estilo, mismo que probó su éxito en Kill Bill: La Venganza, Volumen 1 (85%), Kill Bill: La Venganza, Volúmen 2 (84%) y Bastardos Sin Gloria (88%). Ahora que sus escenas de violencia ya no eran consideradas tan explícitas, especialmente en un mundo donde el Torture Porn rápidamente encontró su lugar entre los espectadores, Tarantino comenzó a buscar otras vías para provocar a sus fieles seguidores. En Django Sin Cadenas (87%), protagonizada por Jamie Foxx, el retrato sobre la esclavitud generó mucha controversia, al igual que su decisión de retratar a Sharon Tate y Roman Polanski en Había una vez en... Hollywood (94%).

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Además de la violencia ya clásica, una de las cosas que se sigue criticado a su trabajo es el uso de ciertas palabras que son consideradas racistas. El director asegura que es porque tiene sentido con los personajes que sí son racistas y que nada tiene que ver con su propia postura al respecto. Sin embargo, ante tantos ataques constantes, Quentin Tarantino tiene un mensaje más claro para ellos: dejen de ver estas películas. Durante una charla con Chris Wallace de CNN+ (vía Variety), el presentador le preguntó:

A lo que el creador respondió:

En su momento, tanto Jamie Foxx como Samuel L. Jackson defendieron las palabras racistas que usó el director para Django, pues aseguraron que no estaban en el guion sólo para provocar, sino para demostrar el racismo de esta época tan violenta, donde la gente de color era esclavizada y considerada propiedad privada. Quentin Tarantino siempre ha explicado que sus películas son para cierto público y aquellos que no las disfrutan nunca las disfrutarán, así que deberían dejarlo tranquilo. Es claro que estos ataques nunca lo detuvieron, y no serán la razón para su retiro, mismo que podría darse luego de que termine el nuevo proyecto televisivo que anunció hace poco.

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