Mi querido señor Mozart: la cartelera porteña se rinde a la chispa de un genio musical

Fernanda Morello es Barbara Ployer “Babette” en Mi querido señor Mozart, una obra-concierto que rinde tributo al non plus ultra de la música
Fernanda Morello es Barbara Ployer “Babette” en Mi querido señor Mozart, una obra-concierto que rinde tributo al non plus ultra de la música - Créditos: @Andrea Zavaroni y Luis Murillo

Un bombón de mazapán de pistacho cubierto con una capa de nougat y un baño de chocolate que se fabrica siguiendo la receta original de un pastelero de Salzburgo desde fines del siglo XIX hasta la actualidad: las populares Mozartkugeln creadas por el maestro confitero Paul Fürst, premiado hace 120 años en París por el invento de esta pastelería perfectamente esférica que hace la delicia típica del turista (en especial el melómano) en tierras germanas.

Un adorable dibujo animado de peluca blanca con colita que aparece en la pantalla de televisión al ritmo de una versión moderna de la célebre melodía de Eine kleine Nachtmusik: la apertura de Little Amadeus, una serie en episodios que cuenta en clave infantil los viajes y aventuras del pequeño Mozart junto a su familia (el padre, maestro y mentor Leopold, la dulce y comprensiva mamá Anna Maria Pertl y su hermana mayor, música y eterna compañera, la talentosa Nannerl), la contrafigura del Conde de Colloredo, arzobispo de Salzburgo y patrón de Mozart en la vida real, retratado como “el malo” de la ficción, y por supuesto, la música mozartiana, atravesando la historieta como descollante protagonista.

Un personaje imaginario y pasajero que se presenta en la novela de Hermann Hesse, El lobo estepario, mientras en la radio suena un concierto de Händel sobre el que se escribirá una parábola y el protagonista sueña un encuentro con Mozart: el espíritu de Wolfgang Amadeus que le reprocha al autor el no haber escuchado nunca nada (el no haber “sabido escuchar” la música ni interpretar su mensaje), a la vez que le revela el secreto de la vida: adaptarse a la realidad en lugar de quedarse en la frustración y el escepticismo, entender el mundo con humor y sin complejos de superioridad.

Mi querido señor Mozart: una obra dentro de un concierto, o un concierto dentro de una obra
Mi querido señor Mozart: una obra dentro de un concierto, o un concierto dentro de una obra - Créditos: @Andrea Zavaroni y Luis Murillo

Un chocolate, un dibujo animado, un personaje literario que hace filosofía… Así de dispares e infinitas son las caracterizaciones que ha suscitado Mozart —el músico de músicos, el paradigma del artista inspirado, el non plus ultra del prodigio musical—, desde su nacimiento a mediados del siglo XVIII hasta la actualidad, desde la fascinación plasmada en una repostería envuelta en papel de aluminio, pasando por la literatura en todos los idiomas y los diversos formatos del entretenimiento, los videojuegos y la TV, hasta la archiconocida (aunque poco fidedigna) película de Milos Forman, Amadeus, basada en una pieza de teatro homónima que se basa a su vez en la obra de Alexander Pushkin, Mozart y Salieri, en la cual el célebre poeta ruso inventó para sus fines dramáticos la sospecha (jamás comprobada) de que Salieri estuvo implicado en la muerte misteriosa del joven compositor. A lo largo de la historia y en el más variado abanico de expresiones, todas las artes se han rendido a la chispa divina del genio musical.

A esa inagotable lista de homenajes se suma ahora en Buenos Aires (todos los lunes de abril en el Teatro Picadero) una encantadora “sinfonía concertante para orquesta, piano y actor”, dada así a llamar la pieza teatral del joven dramaturgo y director José Militano sobre una idea original de la destacada pianista Fernanda Morello, con las interpretaciones del multifacético Marcos Montes en el rol poco frecuentado del “Mozart-maestro de piano, armonía y composición” a sus 27 años de edad, un Mozart expresivo, espontáneo y elocuente en la performance de Montes, que logra una simpatía felizmente lejana de la parodia creada por el cine; y de la propia Fernanda Morello personificando a Barbara Ployer “Babette”, no solo como la ejecutante al piano sino también como la actriz de cuyo reto sale airosa, cómoda y segura en la figura de la dedicataria del concierto en sol mayor. “Esto es un concierto dentro de una obra o una obra dentro de un concierto” explica la talentosa Morello, a cargo también de la dirección musical de esta propuesta llena de frescura y gracia en la cual, pianista y actor se complementan con naturalidad, fluidez y sin las falsas pretensiones con que suelen deshumanizarse las figuras históricas. “Mozart amaba componer música para sus amigos y dedicó dos de sus conciertos para piano a Barbara Ployer, una de sus estudiantes predilectas. Mi querido señor Mozart —agrega la productora del proyecto— imagina la relación artística y afectiva que inspiró la música del concierto en Sol Mayor K.453 [ejecutada en vivo, además de otras piezas, con el acompañamiento de un ensamble de cámara, un cuarteto de cuerdas y otro de vientos], explorando la dinámica intérprete-compositor y la amistad como potencia creativa.”

El multifacético Marcos Montes encarna al gran genio en Mi querido señor Mozart
El multifacético Marcos Montes encarna al gran genio en Mi querido señor Mozart - Créditos: @Andrea Zavaroni y Luis Murillo

Mi querido Señor Mozart le ofrece a la cartelera porteña una combinación excepcional de música e historia, en la cual la trama y complicidad de la ficción (del compositor y su alumna) se entrelaza con la realidad (del actor y la pianista en primera persona), a través de explicaciones oportunas para el público que descubre la música clásica, con puntos de vista contemporáneos, con la valoración de una época pasada y la trascendencia de sus creaciones. Mi querido Señor Mozart invita a disfrutar de una ternura poco frecuente en los tiempos que corren, del candor, la belleza y la alegría que habita la obra del genio mozartiano.

Mi querido señor Mozart. Dramaturgia y dirección: José Militano, sobre una idea original de Fernanda Morello. Con Fernanda Morello y Marcos Montes. Teatro Picadero. Próximas funciones: los lunes, a las 20, en el Teatro Picadero.