¿Quieres llegar al verano con tipazo? Toma nota de estos 4 entrenamientos

Todavía faltan algunos meses para la operación bikini, pero tenemos Semana Santa a la vuelta de la esquina. Y qué mejor momento este para comenzar a ponerte en forma si no has empezado ya. ¿Por dónde empezar? Lo ideal es que te pongas en manos de un entrenador personal para que te recomiende cuál es el entrenamiento más eficaz en tu caso. Aunque, en general, es importante que tengas en cuenta que debes combinar ejercicios de cardio y fuerza, para mejorar tu condición física, quemar grasa y aumentar la masa muscular. Estos son los 4 entrenamientos que debes buscar en el gimnasio y que te ayudarán a convertirte en una verdadera atleta.

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Entrenamiento híbrido

Fuerza, resistencia, coordinación y velocidad. Estos son los cuatro aspectos que se trabajan en este tipo de entrenamiento, uno de los más completos, puesto que se ejercita el cuerpo en su totalidad. De hecho, según nos explican desde JG fitness, este tipo de rutinas ayudan a controlar la glucemia, los lípidos en sangre así como la pérdida de peso. Es un entrenamiento ideal para cualquiera que quiera mejorar simplemente su salud y su calidad de vida a largo plazo. "El objetivo principal del entrenamiento híbrido es trabajar más de una capacidad física a la vez, no existe un objetivo específico en la planificación del entreno, por lo que es un sistema que nos permite trabajar fuerza, resistencia, coordinación, velocidad… buscando la complementación entre sí", explica Francisco del Águila, director técnico de JG fitness.

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Mujer con pesas
Mujer con pesas

'Strength training' o entrenamiento de fuerza

Son muchas las personas que se olvidan de entrenamiento de fuerza y basan su actividad física solo en realizar ejercicios de cardio. Sin embargo, ambos son recomendables para mantener una salud adecuada. De hecho, el entrenamiento anaeróbico resulta esencial para que, a medida que cumplimos años, conservemos una buena masa muscular que nos permita desempeñar las tareas diarias sin tanta dificultad.

"También a nivel postural, existen ciertos dolores que pueden estar influenciados por mantener una postura mucho tiempo. El ejercicio de fuerza es una opción para disminuir el dolor, siendo necesario en los casos de dolor recurrente la zona cervical o lumbar entre otras", explica Del Águila.

Por si fuera poco, el desarrollo de masa muscular conlleva un aumento en la protección de articulaciones y huesos, especialmente en zonas de huesos superficiales. Si generamos masa muscular, al recibir un golpe o una caída, habrá menos riesgo de lesión, fractura, rotura o luxación en las articulaciones.

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Mujer con un balón en el gimnasio
Mujer con un balón en el gimnasio

'Total Cross' o entrenamiento cruzado

Este tipo de entrenamiento combina la fuerza, el cardio y la resistencia.

Está dirigido a personas que ya han entrenado antes y están en buena condición física. De hecho, el objetivo es que te conviertas en una atleta más completa. Tal como indica su nombre, se combinan varios ejercicios para conseguir el máximo beneficio posible. Es un entrenamiento funcional al que se le suma la variable de una muy alta intensidad.

"Una sesión bien estructurada constará primero de un calentamiento adecuado y después se afrontará el reto del día que, en líneas generales, suele consistir en trabajar a tiempo o repeticiones, siendo el principal objetivo conseguirlo en el menor tiempo posible", comenta el director técnico de JG fitness.

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Mujer haciendo ejercicio
Mujer haciendo ejercicio

HIIT o entrenamiento a intervalos de alta intensidad

Ayuda a quemar grasa rápidamente pero también sirve para aumentar la masa muscular y el rendimiento de un deportista.

Consiste en alternar entre períodos de máximo y poco esfuerzo. Los intervalos de alta intensidad empujan al cuerpo hacia sus límites metabólicos (básicamente tan duros como sea posible) y los intervalos de baja intensidad permiten la recuperación.

"El fundamento esencial de este entrenamiento es siempre el mismo: períodos de trabajo breves y completos, separados por períodos de descanso sólo un poco más largos. La proporción de trabajo a descanso puede variar de 1:1 (por ejemplo, 30 segundos trabajando, 30 segundos descansando) a 1:4 o más, y las series pueden ser sólo unas pocas o 15 o más", indica Francisco del Águila. En definitiva, no importa cuánto tiempo descansar; la clave es que poner todo el esfuerzo en los intervalos.