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Berlín, 29 ene (EFE).- La Cámara Baja del Parlamento alemán aprobó este miércoles por primera vez con los votos de la ultraderecha una moción no vinculante de la oposición conservadora para cerrar las fronteras a los demandantes de asilo, rompiendo así con lo que hasta ahora era un tabú en la política germana, después de que un ataque con cuchillo la semana pasada diese un giro a la campaña electoral. Un total de 348 diputados votaron a favor del texto propuesto por la unión de democristianos y socialcristianos bávaros (CDU-CSU), a instancias de su candidato a canciller, Friedrich Merz, mientras que 345 se pronunciaron en contra y diez se abstuvieron. La resolución pide de forma permanente controles fronterizos y el rechazo sin excepciones a los extranjeros indocumentados, aún cuando expresen su intención de solicitar asilo -en contravención de la normativa europea-, así como a detener de forma indefinida a las personas pendientes de deportación, entre otras medidas. Los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz y sus aliados ecologistas ya no disponen de mayoría parlamentaria y se vieron impotentes para bloquear la moción, tras perder en noviembre a sus socios liberales en el Gobierno de coalición, que apoyaron a los conservadores, como hizo también la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de izquierda populista pero conservadora en temas migratorios, y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). La CDU-CSU ha abandonado hoy el "centro democrático", aseguró tras la votación el jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Rolf Mützenich, que aseguró que su partido está "indignado". Previamente el propio Scholz había advertido en un bronco pleno de que los planes de Merz colocarían a Alemania al nivel de la Hungría de Viktor Orbán, produciendo un efecto dominó de consecuencias fatales y erosionando el Estado de derecho al contravenir la ley europea e internacional. "Hay límites que como estadista no se pueden traspasar", amonestó a Merz, al que acusó de haber perdido cualquier credibilidad al incumplir su palabra de hace unas semanas de que mantendría en pie el cordón sanitario de los partidos tradicionales y no cooperaría bajo ningún concepto con la AfD. Un ataque da un giro a la campaña El líder conservador, por su parte, argumentó que otros países europeos como Dinamarca, Suecia, Finlandia, Italia o los Países Bajos ya han limitado el derecho al asilo y que el artículo 72 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (UE) permite restringirlo si existe una amenaza real y grave para el orden público o la seguridad. "¿Qué más tiene que pasar en Alemania? ¿Cuántas personas más tienen que ser asesinadas, cuántos niños más tienen que ser víctimas de tales actos de violencia antes de que también se den cuenta de que esto es una amenaza para la seguridad y el orden públicos?", se preguntó retóricamente. Un antiguo solicitante de asilo afgano asesinó la semana pasada en Aschaffenburg (sur) a un niño de dos años y a un hombre de 41 en un parque, en un suceso que ha conmocionado al país y ha dado un giro a la campaña, dominada hasta ahora por la economía. Merz aseguró tras la votación que no deseaba obtener el apoyo de la ultraderecha, pero que es responsabilidad del resto de partidos llegar a un compromiso para evitar que esto sea necesario. Por su parte, la candidata ultraderechista a canciller, Alice Weidel, -cuyo partido es segundo en las encuestas de intención de voto de cara a las elecciones generales anticipadas del 23 de febrero solo por detrás de la CDU-CSU-, habló de un "día genial para la democracia" y llamó a los otros partidos a renunciar a un cordón sanitario que, según dijo, excluye a millones de votantes y es por tanto antidemocrático. La próxima prueba del cordón sanitario El viernes se someterá a una nueva prueba al cordón sanitario, pues los conservadores someterán a votación un proyecto de ley que ya ha pasado la primera lectura y que fue introducido por los conservadores tras un ataque con cuchillo por un refugiado sirio el pasado agosto. Esa medida pretende terminar con la reagrupación familiar para aquellos que no tienen derecho permanente de residencia en Alemania, incluir en la ley el objetivo de limitar la migración y ampliar las competencias de la Policía Federal para que pueda rescindir ella misma permisos de residencia, explicó Merz. Es posible que el texto salga adelante -el primero vinculante en hacerlo con los votos de la AfD-, puesto que liberales y BSW han avanzado también su apoyo, aunque es poco probable que supere la tramitación en la Cámara Alta, sobre todo teniendo en cuenta la disolución del Parlamento en menos de cuatro semanas. Según una encuesta de INSA para el diario 'Bild', el 66 % de los ciudadanos apoya los planes de cierre de fronteras de Merz. (c) Agencia EFE