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Recomendados: películas de vampiros para ver en cine o disfrutar en streaming

Recomendados: películas de vampiros para ver en cine o disfrutar en streaming
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Aunque Bram Stoker le brindó brillo literario, las leyendas de vampiros dominaron la historia de la humanidad desde la antigüedad y con especial énfasis en la edad media. Su importancia en la cultura popular llevó a opinar a Descartes y también a Voltaire sobre la existencia de los no-muertos, hasta que en el siglo XVIII el romanticismo y la novela gótica provocarían una verdadera explosión en la cual Drácula será el modelo a seguir aunque el universo literario se pobló de muchos otros vampiros.

En ello también se explica que el ciclo Enciclopedia cinematográfica del vampirismo, que se desarrolla en el Teatro San Martín, haya tenido una duración prolongada y que además sea sólo la primera parte de un compendio que se completará el próximo año. Desde los inicios del cine, Georges Mélies mediante, las historias de estas criaturas sedientas de sangre nutrieron la pantalla grande, y es indudable que lo seguirán haciendo.

Un puñado de clásicos insustituibles dominan el universo vampírico del último mes de exhibiciones del ciclo organizado por la Fundación Cinemateca Argentina y el Ministerio de Cultura porteño en la Sala Leopoldo Lugones (Corrientes 1530), con la colaboración del Goethe-Institut Buenos Aires, durante los fines de semana. De la programación ofrecida por la sala Lugones, seis también pueden verse en plataformas, que suman una generosa y atractiva oferta de otros vampiros disponibles por streaming.

La danza de los vampiros (Reino Unido, 1967)

Con la seguridad de que podía hacerse una comedia sobre vampiros sin olvidar la cuota de terror, Roman Polanski realiza con esta su primera película en colores que es un claro homenaje al género. El profesor Abronsius y su ayudante Alfred llegan para investigar en un paraje remoto la presencia de vampiros. Se hospedan en una posada donde Alfred (Roman Polanski) se enamora de Sara (Sharon Tate), pero ella desaparece y el rumor señala que fue raptada por vampiros que conducen al castillo del Conde von Krolock.

Hijas de la oscuridad (Bélgica, Francia, Alemania Federal, 1971)

Con la protagonista de Hace un año en Marienbad, la francesa Delphine Seyrig, la canadiense Danielle Ouimet, el estadounidense John Karlen y la alemana Andrea Rau, el director Harry Kümel realizó sólo dos films dentro del género, en el mismo año. Esta singular producción es una mezcla de película de vampiros con thriller erótico, donde dos recién casados viajan a conocer a la madre de él hacia el Este y se alojan en un hotel donde encuentran a la Condesa Bathory, que buscará mediante la seducción convertir a la joven en su doncella.

Rabia (Canadá, 1977)

La película de David Cronenberg, por la que ganó el premio al mejor guion y a los mejores efectos visuales del festival de Sitges, demuestra que el mito vampírico puede tener otras relecturas y reelaboraciones como presenta la historia de Rose, que sufre un accidente en moto, y sometida a una intervención quirúrgica se le injerta una piel sintética que despierta en ella la incontrolable pulsión por sangre humana. Iba a ser protagonizada en su origen por Sissy Spacek, pero finalmente el papel principal quedó a cargo de la actriz porno Marilyn Chambers.

Ganja y Hess (Estados Unidos, 1973)

Antes Bill Gunn había tenido una presencia cotidiana en la TV norteamericana en series como Ruta 66, Rumbo a lo desconocido, El agente de Cipol o Tarzán, pero en 1973 dirigió este film que lo llevó al Festival de Cannes y que fue elegido como una de las diez películas norteamericanas de la década. Un arqueólogo supervisa la excavación de un sitio cuando es atacado por un asistente que luego se suicida. Pero los gérmenes en el cuchillo utilizado como arma hacen que las heridas sanen y también que el Dr. Green busque desesperado sangre humana.

Drácula (Estados Unidos, 1931)

Esta película convirtió al género de vampiros en un cine de culto, permitió a la Universal desarrollar una extensa galería de películas de terror que marcaron una época, y convirtió a Bela Lugosi en una estrella mundial inexorablemente asociada al vampiro chupasangre. Además fue la primera película que oficialmente pudo adaptar la novela de Bram Stoker, dado que Nosferatu (1922), de Murnau, no contaba con los derechos de la viuda del escritor. Un buen momento para celebrar los 90 años de un clásico del género.

Valeria y la semana de las maravillas (Checoslovaquia, 1970)

Los tanques soviéticos ya habían pasado por Praga y Checoslovaquia vivía un estado de represión política que no impidió que Jaromil Jires adaptara la novela de Vitezslav Nezval con la historia de Valeria, que vive con su abuela en un pueblito medieval mientras sueña con conocer al amor. Pero un vampiro también camina por las calles. Surreal y extraordinaria labor visual para explicitar el tránsito de la niñez a la adolescencia en un cuento de hadas con mucha belleza y también terror.

El día trajo la oscuridad (Argentina, 2013)

Martín Desalvo se suma a la exigua producción nacional que abrevó en el género con una singular propuesta desarrollada en un pequeño pueblo, pero que lejos de la espectacularidad gore descansa en las sutiles atmósferas que explican lo sobrenatural. Por lo demás, ese pequeño pueblo enfrenta un brote de rabia y Anabel llega desmayada a lo de su prima Virginia. Las sólidas actuaciones de Romina Paula y Mora Recalde completan la cuota de misterio. Integró el ciclo de la Sala Lugones y puede verse por streaming.

Nosferatu (Alemania, 1922)

Adaptación de la novela de Bram Stoker no autorizada por su viuda, que ganó un pleito judicial que ordenó la destrucción de todas las copias. Su distribución permitió que un puñado de las mismas sobreviviera y fuera reconocida como una de las mejores películas de vampiros de todos los tiempos y obra cumbre del expresionismo alemán. La película cambió los nombres de los personajes (el Conde pasó a llamarse Orlok), pero no su icónica Transilvania. Para añadir truculencia a su derrotero, en 2015 la tumba de F.W. Murnau, su realizador, fue profanada y su cráneo robado. Integró el ciclo de la Sala Lugones.

Entrevista con el vampiro (Estados Unidos, 1994)

Dirigida por Neil Jordan basado en la novela de Ann Rice relata la historia de Lestat de Lioncourt y su encuentro con Louis de Pointe du Lac y cómo se convirtió en vampiro a fines del siglo XVIII, incluyendo en su derrotero el encuentro con una niña que pasa a formar parte del clan. Todo relatado en pleno siglo XX por Lestat a un periodista que se fascina demasiado con la historia. Con Tom Cruise, Brad Pitt, Christian Slater, Kirsten Dunst y Antonio Banderas, es uno de los clásicos recientes del género junto al Drácula, de Francis Ford Coppola.

Drácula, de Bram Stoker (Estados unidos, 1992)

Revisita al mito vampírico pero en clave romántica la película de Francis Ford Coppola es objeto de culto casi desde su estreno. Con una banda sonora a cargo del gran compositor polaco Wojciech Kilar, que se convirtió en un poderoso leitmotiv, y un elenco compuesto por Gary Oldman, Winona Ryder, Keanu Reeves, Antony Hopkins e incluso el cantante y compositor Tom Waits , como Reinfeld. Aún con sus múltiples licencias es una de las mejores adaptaciones de la novela de Stoker a la pantalla grande y una película que siempre se puede volver a ver.

Cuadecuc, vampir (España, 1972)

Realizada por el gran maestro del cine catalán Pere Portabella, pretende ser tan sólo un making-of de la película El Conde Drácula, rodada dos años antes por Jesús Franco. Pero la película además de ser un documental sobre el rodaje de la singular propuesta de Franco (Jesús) es además una clara radiografía del cine rodado en los márgenes del sistema impuestos por Franco (Francisco), en tiempos en los que todo lo que pareciera vanguardia se encontraba prohibido. Con un sutil manejo del blanco y negro, la película rodada en 16mm recién llegó a los cines 38 años después.

Vampiros, de John Carpenter (Estados Unidos, 1998)

La película de John Carpenter adapta la novela Vampire$, de John Steakley, y navegó entre una propuesta con guiños al cine clase B y una producción a gran escala principalmente en virtud de su estelar elenco que contaba con los nombres de James Woods, Daniel Baldwin, Sheryl Lee y Maximilian Schell. Definida como un western con vampiros todo se inicia cuando un grupo de cazadores con respaldo vaticano llega a una casa abandonada en Nuevo México para comenzar un nuevo raid anti-vampiros, pero no logran dar con el vampiro más poderoso.

Drácula, príncipe de las tinieblas (Reino Unido, 1966)

Una película sobre Drácula casi sin el personaje de Drácula es la realización que Terence Fisher concretó como despedida de su unión al vampiro tras las cámaras. En este retorno Christopher Lee aparece tan sólo en cinco escenas y, con todo, es mucho más que Las novias de Drácula, cuando no aparece nunca. Aquí el Abad de Kleinberg insta a unos expedicionarios a no continuar con su viaje; los Kent siguen, aunque el cochero, aterrado, los abandona en el medio del bosque. Pero no quedarán solos, un carruaje los rescata y los lleva al castillo del Conde Drácula.

Cirque du freak - El aprendiz de vampiro (Estados Unidos, 2009)

Darren es un buen chico y un buen alumno hasta que en su camino se cruza un circo de características muy extrañas al que lo invitan a unirse, sin saber que ese circo es gerenciado por vampiros. Dirigida por Paul Weitz, es una revisita al género de comedia adolescente de vampiros que tuvo en los ochenta a un gran clásico como fue Que no se entere mamá y nuevos bríos con la saga Crepúsculo. Chris Massoglia protagoniza la historia donde se destacan Willem Dafoe y John C. Reilly como los otros vampiros.

El Vampiro (Italia, 1957)

Fue comenzada por Riccardo Freda, quien abandonó el set el último día de rodaje, y fue sustituido por el talentoso padre del Giallo Mario Bava. La historia presenta una serie de crímenes donde jóvenes mujeres son encontradas sin rastros de sangre lo que lleva a un periodista a indagar sobre los casos y a investigar a la extraña familia Du Grand en Paris a finales de la década del cincuenta. Fue la última película que Freda hizo con la protagonista Gianna Maria Canale, por la cual el director había dejado a su esposa y se había ido a vivir a Brasil.

Drácula (Reino Unido, 1958)

Tan fundamental como la versión de nueve décadas atrás con Bela Lugosi, resulta la que en suelo británico concretó Terence Fisher a fines de la década del 50. Lo es porque consiguió revitalizar un género que había languidecido mediante una sagaz combinación de erotismo y sangre explícita que encumbró a Christopher Lee al estrellato y a repetir el papel del Conde Drácula varias veces, como al no menos impar Peter Cushing a mimetizarse con el Doctor Van Helsing. Clásico ineludible que devolvió el horror gótico a la pantalla y encumbró a la Hammer Films.