Recordamos los cuatro looks de novia de Tamara Falcó al cumplirse un año de su boda

Tamara Falcó con Íñigo Onieva
(ANTONIO TERRÓN)

Hace exactamente un año, el 8 de julio de 2023 Tamara Falcó e Íñigo Onieva se casaban en una de las bodas más recordadas de los últimos tiempos. Rodeados de los cientos de invitados reunidos en El Rincón, el palacio familiar de la novia en Aldea del Fresno y con la emoción de ver su sueño cumplido, la marquesa de Griñón entonó bien alto un 'sí, quiero' que luego celebraron hasta altas horas de la madrugada.

Aunque el día central del enlace fue el sábado, lo cierto es que con invitados llegados de todas partes del mundo, se alargó desde la víspera hasta el domingo, cuando pusieron el broche de oro a tres días de celebraciones con un brunch en uno de los hoteles más exclusivos de la capital.

Tres días en los que la aristócrata lució hasta cuatro looks, cada uno diferente y perfecto para cada uno de los momentos que marcaron su cambio de estado civil. Del de la preboda, al de la despedida, recordamos su armario nupcial, al detalle.

Portada de la boda de Tamara Falcó
(¡HOLA!)

El traje de chaqueta de la pedida

El 2 de julio, Tamara e Íñigo recibieron a gran parte de sus invitados en una de las terrazas del Ritz, hotel del que la hija de Isabel Preysler ha ejercido como embajadora en más de una ocasión.

Un sueño de una noche de verano para el que la novia eligió un dos piezas diseñado por ella mismade la colección de TFP, su marca, en colaboración con Pedro del Hierro. De color blanco, con líneas puras y corte clásico, recordaba al el que llevó la reina Letizia en su pedida. Lo combinó con unas discretas joyas de Tous y zapatos y bolso de Aquazzura, dos de las firmas más presentes en su armario. No quiso arriesgar en una noche tan importante para ella y, desde luego, acertó con la elección.

Tamara Falcó con su look preboda
Para su preboda, eligió un dos piezas diseñado por ella misma de la colección de TFP (SOFÍA HITA)

Primer vestido, de aire medieval

Todo estaba listo cuando Tamara, del brazo de su hermano, puso rumbo al altar ubicado en las caballerizas del palacio de El Rincón, donde finalmente se decidió que se celebrara la ceremonia para que todos los invitados pudieran asistir.

La expectación sobre cómo sería su vestido de novia era absoluta. Y no solo porque se tratase de la aristócrata, una de las mujeres más seguidas de nuestro país, sino porque apenas unas semanas atrás, tuvo que comenzar el proceso de cero tras romperse su relación contractual con sus primeras diseñadoras. Fue Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera quien hizo las veces de 'hada madrina', creando en tiempo récord dos vestidos de ensueño en Nueva York con los que la marquesa no dejó a nadie indiferente.

"Su musa nupcial es Grace Kelly, así que intentamos crear algo que evocara ese aire y esa sensación de elegancia. La tela que seleccionamos es de una empresa textil española", explicó el propio Gordon en una entrevista días antes del gran día.

Tamara Falcó con su hermano Manolo Falcó
Tamara, con su hermano y padrino de boda, Manuel Falcó (ANTONIO TERRÓN)

Con una elegante silueta 'abrigo', manga larga, cola en cascada y confeccionado en crepé de seda blanco marfil —tejido de manufactura española, como nos adelantó el creador— el vestido estaba adornado con bordados y pedrería de cristal cosida a mano. Una hilera de botones, forrados en el mismo tono del vestido, recorría, de arriba abajo la parte delantera. Una silueta que, de nuevo, volvió a recordar a la reina Letizia el día de su boda y que evocaba cierto aire medieval que cautivó a los presentes.

Además, los detalles daban la puntada definitiva a este look que enamoró a Tamara desde el primer momento. Inspirado "en la rica herencia de Tamara y su familia", los motivos del bordado representaban "hojas de madroño y flores de nardo, detalles extraídos del escudo de la marquesa de Griñón" y estaba realizado con la "rara técnica del Zardozi —la técnica ancestral que se utiliza en la elaboración de los vestidos de las maharanis indias—, que data del siglo XII, y que entrelaza hilos de seda, con hilos de metal (oro y plata) y cristal". Para la confección de este vestido, tal y como se explicó en estas mismas páginas, fue necesario el trabajo de dieciocho artesanos que trabajaron durante más de 400 horas.

Tal y como se esperaba, Tamara lució la misma tiara con la que se casó su cuñada, Amparo Corsini con su hermano mayor, Manolo Falcó, marqués de Castel-Moncayo y Grande de España.

Tamara Falcó el día de su boda
Tamara completó su look con una preciosa tiara, la misma que llevó su cuñada Amparo Corsini el día de su boda (ROSITA_LIPARI_WEDDING)

El divertido vestido para la fiesta

Tras las fotos, en las que los novios se posaron con gran parte de los invitados en diferentes puntos de la finca adecuados para tal fin, la novia subió a su habitación para cambiarse de look. El vestido de novia era espectacular, pero las altas temperaturas de Madrid y la rigidez del diseño llamaban a lucir un vestido más ligero y divertido para la noche.

Antes de sentarse a cenar el menú de tres platos que Eneko Atxa había preparado para la ocasión y mientras los invitados continuaban disfrutando de la decoración creada por los magos de los eventos liderados por Ramiro Jofre, Tamara transformó su estilismo por completo.

Tamara Falcó con su look de fiesta
En la cena, Tamara sorprendió con un nuevo look: un vestido ligero que por delante lucía una pieza que hacía las veces de lazo (ROSITA_LIPARI_WEDDING)

Gordon diseñó para ella un vestido ligero, con estructura columna, en organza de seda color 'rubor' y adornado con volantes en cascada cortados al bies que dejaba los hombros y brazos al aire para poder bailar y moverse hasta el amanecer.

Un diseño moderno y mucho más juvenil que por delante lucía una pieza que hacía las veces de lazo. "Un detalle muy Tamara", como confesaron amigas de la novia días después del enlace.

De hecho, Íñigo hizo referencia a ese lazo durante el discurso que pronunció tras la cena, cuando cogió el micrófono y se puso de pie para dedicar unas palabras improvisadas a sus invitados. "Eres un regalo", le dijo a su ya mujer. Unas palabras a las que Tamara respondió: "Por eso me he puesto lazo", desatando los aplausos y carcajadas entre los invitados.

De encaje blanco para el fin de fiesta

Eran cerca de las ocho de la mañana del domingo cuando los novios llegaron al hotel Ritz, donde se alojaban, tras la boda. Tras una larguísima noche de celebración, mientras que Iñigo aún llevaba el traje con el que se había casado, con la levita al hombro y gafas de sol, Tamara se había cambiado y ya llevaba el vestido con el que horas más tarde recibiría a sus invitados durante un brunch de despedida en el que las anécdotas estaban más que aseguradas.

Durante esta última cita nupcial, Tamara lució un diseño de Zimmermann de encaje color blanco que a su llegada al hotel combinó con unas cómodas sandalias blancas de Birkenstock que le permitieron durante un rato descansar de los tacones.

Cuatro looks para el recuerdo en los que la gran protagonista fue en todo momento la sonrisa de Tamara Falcó, pletórica de felicidad por haberse casado con el amor de su vida.

Tamara Falcó después de su boda
En el 'brunch' de despedida, la marquesa de Griñón optó por un diseño de Zimmermann de encaje color blanco (EUROPA PRESS)

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