Registros, WC común, 6.000 calorías: un día en la vida de un candidato

Madrid, 14 jun (EFE).- Registros antifraude, cuarto de baño común, un gasto calórico de hasta 6.000 calorías por partida, controles de dopaje por sorteo, deporte en el Club de Campo los días de receso...La vida de los ocho contendientes en el Torneo de Candidatos al título mundial de ajedrez será sometida durante veinte días en Madrid a una presión intensa. El primer premio lo merece: el derecho a sentarse frente al noruego Magnus Carlsen con la corona en juego.

El próximo viernes 17 de junio, en las dependencias barrocas del Palacio de Santoña, propiedad de la Cámara de Comercio madrileña, ocho Grandes Maestros abrirán el torneo de ajedrez más importante del año.

Por orden de ránking mundial, pelearán por el derecho a optar al título el chino Ding Liren (número 2); el francés de origen iraní Alireza Firouzja (3), el estadounidense Fabiano Caruana (4), el ruso Ian Nepomniachtchi (7), el húngaro Richard Rapport (8), el estadounidense Hikaru Nakamura (11), el azerbaiyano Teimour Radjábov (13) y el polaco Jan-Krzysztof Duda (16).

Algunos, como Nakamura, Caruana y Nepo, llevan algún tiempo en España para aclimatarse al riguroso clima madrileño, que los recibe en plena ola de calor preveraniego. Desde el viernes, sus vidas entrarán en una burbuja rutinaria calculada para concentrar todas sus energías en las horas que permanecerán frente al tablero.

UN PASEO CALLEJERO DESDE EL BROADWAY MADRILEÑO

Los actores del drama estarán alojados en plena Gran Vía, el "Broadway" madrileño donde se apiñan cines, teatros y salas de fiesta. Del bullicio turístico al silencio espeso de la sala de juego hay apenas un kilómetro, atravesando la Puerta del Sol y subiendo por Espoz y Mina hasta la calle Huertas, en pleno Barrio de las Letras.

Pueden recorrerlo a pie o en coche oficial, pero los jugadores a menudo eligen la vía pedestre para bajar la comida y oxigenar el cerebro. Los jugadores no suelen llegar al escenario de las partidas con mucha antelación, según relata a EFE el responsable de Comunicación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), el español David Llada.

"Casi todos preparan la partida hasta muy tarde y no suelen madrugar mucho. Acostumbran a comer unos 40 minutos antes de la partida para no estar demasiado pesados. En esto hay diferentes escuelas. Garry Kasparov (campeón mundial durante 22 años) era partidario de la carne, de comer fuerte, aunque al llegar a cierta edad, a partir de los 30, empezó a comer más suave y se inclinaba por el salmón".

Los organizadores de la FIDE cuentan con que los jugadores optarán por el traslado a pie hasta el Palacio. "Un paseo antes de la partida les ayuda a concentrarse, a meterse en sí mismos, alejarse del mundo de fuera y oxigenar el cerebro".

No hay temor a las molestias que puedan sufrir los candidatos si son reconocidos por la calle y son requerimientos para fotos, autógrafos, selfis. "Alguno será reconocido por la calle, sobre todo a raíz del boom del ajedrez durante la pandemia, pero no hasta el punto de que les resulte molesto. No son futbolistas del Real Madrid a los que les paran cada cuatro pasos".

CONTROLES ANTIFRAUDE

Los avances tecnológicos ofrecen al jugador de ajedrez con vocación de tramposo, incluso entre la elite, un vasto catálogo de artilugios que permiten recibir ayuda ilegal durante las partidas, de ahí que los controles antifraude sean ya preceptivos en los torneos oficiales.

Antes de acceder a la sala de juego, los candidatos habrán de someterse a un exhaustivo registro para comprobar que no llevan dispositivos electrónicos, teléfonos móviles o pinganillos. Hay detectores de metales, de temperatura, de radiofrecuencias para evitar las trampas.

A diferencia de los encuentros por el título mundial, donde los dos contendientes disponen de camerinos individuales, en el Torneo de Candidatos habrán de compartir una sala donde se les sirven un catering -snacks, café, zumos, fruta- y pueden conservar sus propios productos en la nevera.

"El cerebro -apunta Llada- consume una enorme cantidad de energía durante una partida". Un estudio de la Universidad de Stanford (California, EEUU) calculaba que los Grandes Maestros pueden consumir entre 6.000 y 7.000 calorías diarias en pleno torneo, sobre todo si la partida se prolonga. En diciembre pasado, durante el "match" por el título entre Carlsen y Nepomniachtchi, litigaron durante casi ocho horas en la sexta partida, que terminó ganando el noruego. Fue la más larga de la historia en un Mundial.

DEL TABLERO AL CUARTO DE BAÑO COMÚN

La posibilidad está sobre la mesa. Los jugadores que un minuto antes se cruzan miradas desafiantes con el tablero en medio podrían coincidir también en el cuarto de baño común para atender al imperativo de sus necesidades fisiológicas.

Llada recuerda una anécdota ocurrida durante el legendario Torneo de Linares (hoy desaparecido), en el hotel Aníbal de la ciudad española. "Había un servicio para hombres y otro para mujeres, pero Kaspárov siempre utilizaba el de las chicas porque así era más difícil cruzarse con algún rival. Hasta que jugó Judith Pólgar (húngara, la mejor ajedrecista de la historia), que un día se quedó muy sorprendida cuando vio aparecer a Kaspárov en el cuarto de baño femenino".

Atrás quedaron los tiempos de la Guerra Fría, en los que había jugadores que se aborrecían, rivalidades marcadas por la aversión, como la de Anatoly Kárpov (afín al régimen soviético y ahora ruso) con el defector Viktor Korchnoi, luego nacionalizado suizo.

"Ahora no hay odios como los de antes -señala Llada-, porque eran auténticos odios los que se profesaban algunos jugadores, pero sí hay mucha tensión, no solo la propia de cualquier deporte sino algo más alta, por tratarse de un combate mental".

El tablero que sirve de base a las batallas será el modelo estándar, de casillas color marrón claro y oscuro. Son electrónicos. Las piezas están provistas de sensores que registran cada movimiento y los reflejan en un panel electrónico que se ofrecerá a la vista del público en una sala aparte.

Tampoco hubo polémica, como ocurría antaño, en materia de sillones. "Se les dio a elegir entre dos o tres opciones y no ha habido ningún problema. No han sido tiquismiquis en este aspecto. En cambio, siempre suele haber discordancias en cuanto a la temperatura de la sala, aquí sí hay más diferencias de criterio", apunta el oficial de la FIDE.

PROHIBIDO ENTRAR

A la sala de juego donde estarán instaladas las cuatro mesas no podrán entrar más que los jugadores, los árbitros, los miembros del Comité de Juego Limpio y un número muy reducido de fotógrafos oficiales.

"Los jugadores estarán en una burbuja. La presencia de espectadores en la sala de juego sería muy peligroso porque no se puede prevenir que alguno ofrezca algún tipo de ayuda a un jugador. Los espectadores, hasta un máximo de 90, seguirán las partidas desde otra sala a través de los paneles, con la ayuda de comentaristas".

A través de las plataformas de internet Chess.com y Chess24.com los aficionados de todo el mundo podrán seguir las alternativas del juego. La FIDE calcula que las partidas superarán de largo el millón de usuarios simultáneos por internet.

Las entradas para presenciar el torneo "in situ", a un precio de 15 euros por sesión, se agotaron en 80 minutos desde que se pusieron a la venta para las catorce sesiones del torneo.

Al terminar la partida, los jugadores comparecerán en la sala de espectadores para ofrecer sus primeras impresiones sobre el juego. Después regresarán al hotel, donde tendrán a su disposición un bufet hasta altas horas de la noche, mientras proceden, junto a su equipo de ayudantes, al análisis "post mortem" y preparan la siguiente.

EJERCICIO FÍSICO PARA RELAJAR LA MENTE

El calendario del torneo ofrece a los contendientes un día de descanso después de cada tres partidas, una ocasión excelente para relajar la mente practicando ejercicio físico. El Club de Campo de Madrid ha ofrecido sus instalaciones a los jugadores para que puedan practicar deporte siempre que lo deseen.

Los días sin partida acostumbran a relajarse jugando al fútbol (Nepo es un gran aficionado, seguidor del Barcelona, igual que Carlsen, forofo del Real Madrid), al baloncesto (Ding Liren, pese a sus 167 centímetros de estatura, es un habilidoso jugador. Le vuelve loco al entrenador de Carlsen, Peter Heine Nielsen, que es un gigante) o a otros deportes.

DOS MUJERES AL MANDO

La FIDE declaró el 2022 Año de la Mujer en el ajedrez, y en cumplimiento de ese lema puso a dos mujeres al mando del Torneo de Candidatos. La bielorrusa Anastasia Sorokina será la juez principal, la que resuelve cualquier incidencia surgida durante el juego. Tendrá como adjunto a un español, el pamplonés Josu Mena.

Y la directora del torneo será la letona Dana Reizniece-Ozola, gerente de la FIDE. Serán las encargadas, también, de organizar los controles antidopaje por sorteo, cuyas muestras serán analizadas en los laboratorios autorizados por el COI, precisa Llada.

No habrá medidas especiales anticovid. La FIDE ha recomendado, incluso, a los jugadores que no utilicen mascarillas durante las partidas.

El Torneo de Candidatos anterior, celebrado en Ekaterimburgo en 2020, tuvo que ser suspendido durante casi un año por la pandemia. Radjábov se negó a jugarlo, alegando la crisis sanitaria mundial, y la FIDE le ha concedido una invitación para participar en Madrid.

LA CONEXION ESPAÑOLA

Varios jugadores del Candidatos tiene conexiones con España. Nakamura, por ejemplo, que ganó en San Sebastián su primer torneo importante en 2009, compitiendo, entre otros, contra Kárpov, ha estado los últimos días en Donosti para aclimatarse y, como campeón de las redes sociales, ha publicado una foto con el ayuntamiento al fondo para dejar constancia de su presencia "en el lugar donde empezó todo", asegura.

Pero el que tiene más vínculos con España es, sin duda, Fabiano Caruana, que vive en Madrid durante gran parte del año. Aquí se forjó como ajedrecista profesional, desde los nueve años, y sus padres tienen una casa en Majadahonda, donde acostumbra a recalar entre torneo y torneo.

Nepo, el anterior candidato al título, también se encuentra en España, en algún lugar de la Comunidad Valenciana junto a otros jugadores rusos que se instalaron en la zona cuando comenzó la guerra de Ucrania.

Para los últimos días del torneo se espera la presencia en Madrid del campeón del mundo, Magnus Carlsen, que inmediatamente después se trasladará a Pamplona para participar, durante los Sanfermines, en un evento de ajedrez en la calle con el que ya colaboró el año pasado.

José Antonio Diego

(c) Agencia EFE