Las dos reinas que quisieron matarse sin conocerse. Sólo una lo logró
La reina Isabel I de Inglaterra y la reina María I de Escocia estuvieron toda la vida intentando acabar la una con la otra. Literalmente. Las dos reinas se obsesionaron la una con la otra. Eran familia, la reina Isabel era tía de la reina María pero su parentesco no privó a las dos reinas de temerse y odiarse hasta el final de sus días. Tía y sobrina fueron rivales por el trono de Inglaterra, fueron enemigas en la religión y contrincantes en la política. La reina María participó en el plan de asesinato de la reina Isabel. La reina Isabel I encerró a la reina María I y la condenó a muerte. Sólo una quedó con vida.
La reina María de Escocia tuvo que huir de su país por las revueltas religiosas. María Estuardo era católica y Escocia se inclinaba vertiginosamente hacia el protestantismo. La reina de Escocia decidió esconderse en Inglaterra. A la reina Isabel I no le gustó que su sobrina se refugiase en sus tierras. Había partidarios de la reina María Estuardo para el trono de Inglaterra. Además, el Papa Pio V había excomulgado a la reina Isabel y que María residiese en tierras inglesas podía encender los intereses de los católicos ingleses. María era un peligro para Isabel. La reina Isabel encerró a la reina María en un castillo, bajo la excusa de velar por su seguridad. Isabel se convirtió en un peligro para María.
Se pergeñaba una conjura contra la reina Isabel. Los partidarios de derrocar a la reina excomulgada pidieron a la reina María su colaboración. María Estuardo estuvo de acuerdo en dar a Inglaterra el esplendor del catolicismo. La reina María se alineó con los sublevados contra su tía. Se intercambiaron cartas desde su encierro. Se intercambiaron promesas. La conjura pro católica se realizó en nombre de la reina María Estuardo. Se marcaba como objetivo el asesinato de la reina Isabel. La rúbrica de la reina María aparecía en las misivas. Las cartas salieron a la luz. Se conoció como la conspiración de Babington. Pero en realidad era una trampa urdida por el jefe de los espías de la reina Isabel. María Estuardo negaba su autenticidad de su firma en las misivas contra su tía. No la creyeron. María Estuardo escapó de la prisión, pero fue capturada.
La reina María I de Escocia fue condenada por alta traición y sentenciada a morir decapitada. Habían pasado diecinueve años desde que la reina escocesa se había refugiado Inglaterra. El 8 de febrero de 1587 María Estuardo se inclinó ante el verdugo. Iba vestida de color marrón carmesí el color de los llamados mártires católicos. La reina Isabel I no estuvo presente en la decapitación. Tía y sobrina nunca llegaron a verse. Las dos reinas jamás se conocieron.