Renata del Castillo lucha por vivir tras ser desahuciada por cáncer

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 5 (EL UNIVERSAL).- La sonrisa de la actriz Renata del Castillo no desaparece tras el diagnóstico que recibió hace casi dos años, cuando fue desahusiada con cáncer cervicouterino en fase 4 y metástasis; ahora mantiene la esperanza de que "es Dios quien decidirá" sobre su destino, pues "es él quien tiene la última palabra".

Del Castillo debutó en TV Azteca hace dos décadas en la telenovela "Cuando seas mía", protagonizada por Silvia Navarro y Sergio Basañez, después se sumó a otros melodramas de Televisa y series como "Vencer el desamor", "Amar a muerte" y "Control Z".

A finales de 2022 Renata del Castillo dio a conocer que le detectaron un tumor en la columna, lo que afectó su movilidad y la mantiene en silla de ruedas, sin embargo, esto no ha mermado su ánimo y hasta bromea sobre este detalle, pues en un reciente video que compartió en redes, expresó:

"Seguimos de pie, bueno, en la silla, pero de pie verdad, espiritualmente, ¿verdad?, mentalmente", expresó desde el hospital donde acudió a realizarse una tomografía.

Colegas de la actriz, quien tiene un hijo adolescente llamado Mateo, han organizado campañas de recaudación de fondos para ayudarla a cubrir los altos costos médicos de su tratamiento, algo que ella ha agradecido mucho en sus redes, donde mantiene informados a sus seguidores de sus avances de salud, sus días buenos, los malos y sus reflexiones sobre lo bella que es la vida y el reto que le tocó vivir.

Los primeros días de noviembre, Renata del Castillo reportó una nueva crisis de salud que la llevó al hospital; previo a ello, compartió una selfie y una emotiva reflexión sobre la vida y las ganas que tenía de seguir viviéndola junto a su hijo.

"Gracias Dios por darme un día más de vida. Leí ayer que la verdadera forma de orar no es pidiendo, sino agradeciendo. Hoy, Dios, mi Dios, Virgencita, Ángel de la guarda y vida, que me permiten respirar y emprender un nuevo día, luchar por vivir, porque cada noche es una victoria de vida. Porque quiero ver y estar con mi hijo, porque amo la vida, porque amo a Óreo (su perro) y quiero vivir con ella, porque quiero disfrutar las mieles del amor, volver a enamorarme, volver a hacer el amor y estremecerme con un atardecer. ¡Gracias Dios, gracias vida!", se lee.