Renuncias masivas, nervios y muchos interrogantes: qué pasará con la TV Pública y Radio Nacional
Con la renuncia de la plana mayor de los medios públicos, rubricada en el Boletín Oficial el último sábado, se abren múltiples interrogantes sobre cómo se llevará a cabo el anunciado cierre de las emisoras que controla Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado por parte del gobierno de Javier Milei. Presentaron su dimisión la presidenta del ente, Rosario Lufrano; Osvaldo Santoro, director de RTA; Bernarda Llorente, máxima responsable de Télam; el director ejecutivo de la TV Pública, Claudio Martínez, y el director ejecutivo de Radio Nacional, Alejandro Pont Lezica.
Hasta tanto la flamante secretaria de medios Belén Stettler no designe a las nuevas autoridades, los medios públicos (que incluyen además a Radio Nacional Clásica y Rock, y al servicio de la RAE, Radiodifusión Argentina al Exterior, así como la red federal de emisoras) estarán a cargo interinamente del directorio de Radio y Televisión Argentina, compuesto por Erika Schmocker (designada en representación del Consejo Federal de Comunicación), Cristian Larsen (Pro), Javier Monte (UCR) y Alejandro Verano (por el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual). La periodista Cynthia Ottaviano, designada en 2020 en representación del Frente de Todos, renunció ayer al directorio.
En términos operativos, la TV Pública está hoy a cargo de Oscar Gómez Alé, director artístico y de programación de la emisora estatal, cuya grilla está asegurada hasta el domingo 31, día en el que terminan los contratos de quienes están frente a las cámaras. Los 2400 trabajadores de planta y los contratados siguen en funciones –el canal emite sus programas normalmente, y fue responsable de la transmisión de la Asamblea Legislativa y, por lo tanto, de la jura presidencial en el Congreso– aunque hay mucha ansiedad por las designaciones y por conocer cuáles son los planes y los tiempos del gobierno para implementar su proclamada transformación.
La secretaria Stettler, recién llegada a la función pública, se vio inundada en estos días de pedidos de entrevistas y consultas de periodistas, funcionarios salientes y sindicalistas, por nombramientos y decisiones acerca de la privatización que aún no están tomadas. La titular de Medios todavía no ha hecho declaraciones públicas desde su designación. Virtual desconocida para la industria, la consultora –dicen no sin malicia autoridades salientes en off–, se encuentra al borde del colapso por la titánica tarea que tiene por delante. Ante su silencio, Manuel Adorni, el vocero presidencial, y Eduardo Roust, el experimentado subsecretario de Medios, reciben consultas frenéticas sobre cuáles serán los primeros pasos de la flamante administración en el campo de las comunicaciones y los nombres encargados de llevarlos a cabo. Nadie arriesga tiempos para que esto suceda.
En Radio Nacional y sus FM ocurre algo similar a la TV Pública: renunciado el director, desempeña el cargo operativo el director artístico, Martín Giménez. La programación de las emisoras está garantizada del mismo modo hasta el miércoles 31 próximo. Sin embargo, por decisión propia ya se renunciaron figuras de la emisora como Gisela Busaniche, Federica Pais, Mario Giorgi y Claudio Orellano. Si bien no están más al aire, sus ciclos continúan con el personal de planta, columnistas contratados, y la locutora de turno. Giménez ya tiene preparada, en caso que las designaciones se demoren más allá de fin de año, una programación de verano con personal de la radio. En el más estricto off, quienes trajinan los pasillos de los estudios de Radio Nacional en Maipú 555 reiteran las mismas preguntas sin respuesta acerca de su futuro que en los estudios de la TV Pública con entrada por Tagle 2847/49.
Sospechan que las designaciones van a demorarse porque la secretaría de Medios tiene dificultades para completar el organigrama con virtuales síndicos, encargados de tomar difíciles medidas para llevar a cabo la decisión presidencial de liquidar la “joya” de RTA. El ahora presidente Milei fue tajante en noviembre último en su definición sobre la emisora: “Nosotros consideramos que la TV Pública se ha convertido en un mecanismo de propaganda. El 75% que se habló de nuestro espacio se hizo de manera negativa, con mentiras y abonando la campaña del miedo. No adhiero a esas prácticas de tener un ministerio de propaganda”.