RESEÑA | Vista por última vez: Otra historia de acción y secuestro, pero con Gerard Butler
Hay fórmulas que en cine o televisión funcionan tan bien que en algún punto comienzan a ser sobreexplotadas a tal grado que la audiencia ya sabe todo lo que va a pasar con sólo ver un tráiler. Esto no es algo estrictamente malo, puede haber películas predecibles que aun así resulten satisfactorias y entretenidas. Pero cuando se sigue esta “receta” paso a paso con errores en el proceso, el resultado final va a ser una historia aburrida y absurda.
Sigue leyendo: Juego de Criminales | Top de críticas, reseñas y calificaciones
Cuando de secuestros de familiares y búsquedas implacables se trata, Liam Neeson es el rey y su saga de Búsqueda Implacable (58%) es la prueba de ello. La historia siempre es la misma, su esposa o su hija son secuestradas por antiguos enemigos y él debe entrar al juego del gato y el ratón con los malos. La pregunta es ¿por qué si es lo mismo, la gente lo sigue consumiendo? A decir verdad, el as bajo la manga de estas producciones son las escenas de acción e inquietantes persecuciones.
Cada una de las entregas no ofrece nada nuevo, pero ver a Liam en su papel del padre y esposo preocupado que salta como un león para proteger a los suyos con un uso impecable de armas siempre va a ser atractivo. Es evidente que no son las mejores historias y no pretenden ofrecer algo nuevo ni emitir un mensaje, pero el manejo de la acción es lo que vende. Ahora, Vista por última vez (40%), de Brian Goodman (Lo que no mata (64%)), pretende andar exactamente por el mismo camino.
Protagonizada por Gerard Butler, Vista por última vez muestra a una pareja que está en medio de un bache durante su relación e incluso el tema del divorcio está puesto sobre la mesa. A pesar del conflicto, es evidente que la aún pareja pretende manejar las cosas de la mejor manera de tal suerte que el propio Will (Blutler) toma la responsabilidad de llevar a Lisa (Jaimie Alexander), su aún esposa, a casa de sus padres para que se tome un tiempo para pensar mejor las cosas.
Continúa con: Gerard Butler: he estado con hombres pero no soy gay
A lo largo del camino es evidente que él aún intenta recuperar su relación, y conforme avanza la película somos testigos de cómo surgió la separación, así como algunos de los problemas que han ido arrastrando a través de flashbacks que se hacen presentes en diferentes momentos de la película. Lisa tiene momentos en los que emocionalmente se siente destruida, mientras Will trata de sacar las cosas adelante en su negocio.
Durante el viaje, cerca de llegar a su destino, hacen una parada en una gasolinería y es entonces cuando se desata lo más importante de la trama que es la desaparición de Lisa a plena luz del día. Will, como es de esperarse, entra en pánico por no saber su paradero y, en vista de que la autoridad no actúa como él quisiera, él decide emprender la búsqueda por sí solo llegando a lugares y situaciones altamente peligrosas.
Hasta este punto, se podría decir que la cinta cumple con atrapar la atención del espectador ante la problemática planteada y por la manera en lo que esto sucede, pero, a diferencia de Búsqueda Implacable, en este caso no se trata de un profesional de las armas y enfrentamientos directos con la mafia, sino de un esposo promedio y hombre de negocios que no tiene enemigos. Sin embargo, con todo y su simplicidad, es una historia que está lejos de ser honesta.
Te puede interesar: Thor: Jaimie Alexander quiere una serie de televisión de Lady Sif con Beta Ray Bill
Esta falta de honestidad se evidencia, sobe todo, en el uso de los diálogos haciendo parecer que para los guionistas es más importante el enredo en el que se ve involucrado el protagonista y la serie de peligrosas decisiones que toma con tal de recuperar a su mujer envuelta en un confuso lío. Quizá sea natural que al haber tenido problemas en el matrimonio él sea el principal sospechoso, pero lo que es antinatural es la reacción ante la desaparición de un familiar dándole mayor importancia a la idea de “estos sujetos se caen mal”.
Es importante destacar que Gerard Butler se mantiene al frente con su carisma y sus momentos de desesperación – vamos, se agradece que cuando pelea en esta cinta no lo hace como profesional, sino como un hombre bastante enojado –, pero sigue sin sentirse como algo verdadero. Sin duda, la tensión aumenta conforme avanza la cinta, mientras aterrizan diálogos que arruinan el momento porque simplemente no tiene sentido en absoluto generando una sensación de que es un juego de escondidillas en lugar de un secuestro.
Vista por última vez no es una película aburrida, pero está repleta de deshonestidad que la destruye. Podría ser una cinta ideal para ver un fin de semana en familia en donde puede uno distraerse fácilmente sin temor a perderse de algo importante, y apreciar Butler como hombre de acción en un papel que no está cerca de ser uno de los mejores de su carrera. Una gran prueba de que se puede mantener presente la acción sin perder de vista cada pequeño detalle que da sentido a la historia y a las decisiones del personaje son Otro Día Para Matar (85%) y Nadie (88%).
No dejes pasar: Joker 2: Razones por las que tiene sentido que la secuela sea un musical
En ambos casos hablamos de hombres familiarizados con la cacería de hombres malos y el uso de armas, pero sus motivos y reacciones son mucho más creíbles. Mandy (92%), protagonizada por Nicolas Cage, aunque explora rincones más complejos, no pierde de vista la emociones y deja a su personaje llegar al límite de la desesperación y la impotencia que finalmente se convierte en una poderosa arma de venganza.
La más reciente película de Butler no es más que una propuesta para pasar el rato que no ofrece nada nuevo y busca un camino mediocre para hacer de su protagonista el héroe de la noche que, después del nudo de la historia se queda en la postura del invencible. Por si fuera poco, su desenlace se asemeja a un “y vivieron felices para siempre” de una manera que no encaja con lo planteado durante 95 minutos.