Estos fueron los retos que enfrentó Kingsley Ben-Adir para interpretar al legendario Bob Marley

Las películas biográficas sobre estrellas de la música moderna no son algo nuevo, pero se han vuelto más frecuentes que nunca en tiempos recientes, como lo demuestran las cintas inspiradas en las vidas de Freddie Mercury, Elton John y Whitney Houston que se estrenaron en los últimos cinco años.

Por lo tanto, no debería sorprender la llegada de un largometraje con guión que toma como referente principal a Bob Marley, ídolo incuestionable del reggae y uno de los artistas más populares de toda la Historia. Pero eso no quiere decir que llevar su carrera a la pantalla haya sido fácil.

A diferencia de muchos de sus colegas de oficio que han sido representados en este medio, y más allá de sus cualidades musicales, el cantante y guitarrista jamaiquino era un personaje completamente distintivo tanto en el plano físico como en el que corresponde a su manera de hablar y su comportamiento sobre el escenario, lo que implicaba un reto mayúsculo para el actor que aceptara ponerse en su piel.

En “Bob Marley: One Love”, que se estrena el 14 de febrero debido a las frecuentes invocaciones del artista retratado a favor de la paz y del amor, el desafío es afrontado por Kingsley Ben-Adir, un actor británico de ascendencia trinitense que había interpretado ya a otras figuras históricas, pero que tuvo que asumir aquí una responsabilidad mucho mayor en vista de las dimensiones del proyecto y de su prolongada presencia en el relato que se cuenta.

En entrevista con Los Angeles Times en Español, Ben-Adir ofreció detalles del modo en que se preparó para el exigente rodaje, de la colaboración que estableció con la familia del icono (responsable de producir el filme) y de lo que espera generar con un trabajo que despertará inevitablemente toda clase de reacciones entre los fanáticos del autor de “Redemption Song”.

Ben, eres un actor profesional, y como tal, tienes que estar capacitado para interpretar cualquier papel. Además, encarnaste ya a Malcolm X y a Barack Obama en el cine y la televisión. Pero interpretar a Bob Marley en una película dedicada completamente a su legado tiene que haber sido más complicado. En primer lugar, ¿cómo te preparaste mentalmente para este reto?

Bob era un artista que dedicó su vida entera a escribir canciones y tocar la guitarra, y yo no sabía cómo se sentía hacer algo así. Lo primero, por lo tanto, fue conseguir una guitarra. Quería aprender realmente a hacer música y a cantar. Era algo extremadamente importante para mí, sin importar si iba a cantar o no en el set, porque cuando Bob compartía su música con el público, se generaba algo profundamente espiritual que necesitaba entender.

Musicalmente, fue una gran travesía, aunque podrías pasarte diez años en esto y no estar todavía completamente listo. Esa fue una de las primeras cosas diferentes a las actuaciones de mi pasado que mencionas. Y no hay que olvidarse del modo en que hablaba y de la cultura a la que pertenecía.

Claro; el patois que empleaba.

No es un acento; es un lenguaje. Lo afronté del mismo modo en que hubiera afrontado interpretar a un personaje que habla español, por ejemplo; es decir, desde la raíz. Y también tienes que desprenderte de todo lo que pensabas que era correcto y no lo es. Mucha gente tiene ideas equivocadas sobre el patois jamaiquino, que sí, tiene palabras en inglés, lo que complica más las cosas.

Volviendo a la música, es interesante saber que no tocabas la guitarra antes de esto. Pero sí la tocas en la película. 

También dejaron algunas de mis interpretaciones vocales, pese a que era algo que no debía supuestamente suceder. Los hijos de Bob, Ziggy y Stephen, eran los encargados originales para hacerlo cuando aparezco tocando en la casa. Pero al final del proceso de edición, decidieron dejar mi voz. ¡Me alegra haber tomado las lecciones de canto que tomé!

Sé que el audio durante la escenas en vivo empleó sólo la voz de Bob, pero, como dices, hay partes mucho más íntimas en las que se escucha aparentemente la tuya. Imagino que eso fue lo que pasó durante la escena en la que Bob tiene una larga conversación con su esposa Rita mientras le muestra una canción, y también durante el ensayo que tiene su banda los Wailers, mientras le da forma al conocido tema “Exodus”.

Sí; en esos casos, se escucha mi voz sola. Inicialmente, se iba a hacer una mezcla entre las voces de Ziggy y Stephen que tendría algo de la mía, pero al final, quedó solo la mía.

¿Cuánto tiempo entrenaste en el plano vocal y musical?

Desde abril hasta diciembre, por lo que tuve algo de tiempo para hacerlo.

¿Y antes de eso, no cantabas ni siquiera en la ducha? 

Quizás; pero no muy bien.

Imagino que escuchaste las grabaciones originales una y otra vez.

Claro. Y tuve un gran profesor. Pasamos muchas horas de cada día hablando, pero más del aspecto psicológico de las interpretaciones de Bob y del origen de su canto que del tono de mi propia voz. La manera en que Bob cantaba venía de un lugar tan profundo que es imposible copiarla.

Además, cantas de una manera distinta cuando estás en tu cuarto componiendo que cuando estás sobre un escenario tratando de comunicar un mensaje. Ziggy estuvo conmigo todos esos días, y me entrenó no solo en ese aspecto, sino también en la interpretación de la guitarra. Me decía todo el tiempo: “Bájale, bájale”.

Todo el mundo conoce a Bob, al menos en un nivel superficial. ¿Qué tan familiarizado estabas tú con él antes de este trabajo, y qué es lo que aprendiste al interpretarlo? 

Lo que aprendí de Bob fue completamente nuevo. Y aprendí de él no a través de los libros o de los documentales que se han hecho, sino a un nivel mucho más personal. Aprendí lo que era como ser humano a través de su familia, de sus amigos, de la gente que lo amaba y que lo conocía. Tuve muchas, muchas conversaciones con ellos, y me contaron cómo era Bob fuera del ojo público.

Por ese lado, hay algunos momentos en la película que pueden sorprender a quienes lo idolatran, porque lo muestran siendo infiel o actuando de manera increíblemente agresiva. ¿Cómo te enfrentaste a esas escenas?

Bob era una persona complicada, pero era un ser humano. No era perfecto. Era muy importante que una película cuya intención es celebrarlo, y celebrar también a su familia y a su cultura, mostrara todos los colores posibles. No podría haberlo hecho de otro modo. Su complejidad es lo que lo hizo grande.

Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Sign me up.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.