Filtran en medio de un millonario juicio un chat que deja mal parada a Eva Green: “Es muy humillante”
A simple vista, cualquiera podría creer que lo que distingue a las grandes estrellas de los demás actores es que supieron cómo hilvanar una larga seguidilla de éxitos. Sin embargo, por cada proyecto que logra convertirse en un suceso, hay otros que no tienen la misma suerte o que se terminan transformando en una gran pesadilla. En general, no trascienden, pero en algunas ocasiones, no solo se transforman en un dolor de cabeza, sino que los lleva directamente a los tribunales. Eso le ocurrió a Eva Green.
La actriz de Casino Royale y Penny Dreadful se comprometió en 2019 a rodar A Patriot, una película de suspenso y ciencia ficción que nunca llegó a filmarse por falta de fondos y, sobre todo, por sus feroces discusiones con los productores del film. Pero los conflictos no terminaron allí: en enero comenzó el juicio en el Tribunal Superior de Gran Bretaña luego de que Green los demandara para obtener el pago de un cachet de 1 millón de dólares. A su vez, los productores la acusaron de “conspiración, engaño e interferencia ilegal” y afirman que la intérprete socavó deliberadamente sus esfuerzos con el fin de comprar el guion y encarar la producción por sí misma.
En medio de esa escaramuza legal, se presentaron los mensajes de WhatsApp de Green como evidencia. En aquellos textos, supuestamente la protagonista de Los soñadores define a los miembros del equipo como “campesinos de m...”, se refiere a un productor como “el diablo”, etiquetó al director de la película como “débil y estúpido”, llamó al proyecto una “película de m...” e incluso se describió a sí misma como Cruella De Vil.
Este martes, Green debió comparecer ante el tribunal y fue interrogada sobre un mensaje en particular en el que califica al proyecto como “una maldita pesadilla” y le dice a su interlocutor que tienen “que abandonarlo”. Frente a la corte, la actriz negó enfáticamente haber saboteado la producción.
“Tengo una forma muy directa de decir las cosas”, se excusó la actriz, en el banquillo reservado a los testigos. Y agregó: “No esperaba que mis mensajes de WhatsApp fueran expuestos en la corte. Me resulta muy humillante”.
Otros de los mensajes que fueron presentados como prueba da cuenta de cómo Green discutió la posibilidad de comprar los derechos del guion y encarar el proyecto con su propio equipo. Frente a esta situación, la actriz se limitó a negar una vez más que haya querido abandonar el proyecto, y comparó sus dichos con los de su compañero de elenco en Casino Royale, Daniel Craig. El actor había expresado en 2015: “Prefiero romper ese vaso y cortarme las venas antes de filmar otra película de James Bond”.
“A veces decís cosas que no sentís. Te enojás con alguien y decís: ‘Voy a matar a esa persona’. Pero... ¿Vas a matar a esa persona? ¡No! Es un grito del corazón”, afirmó. Y allí agregó: “Hay un ejemplo famoso de Daniel Craig diciendo que preferiría cortarse las venas que hacer otra película de Bond. Sin embargo, cumplió su contrato, e hizo otra película de Bond, no se cortó las venas. A veces decís cosas bajo una presión extrema, y simplemente salen de tu boca”.
“Nunca quise que la caótica producción de la película colapsara y no hice nada para que fracasara”, insistió. “Siento que ellos mismos hicieron que todo fallara debido a su propia incompetencia. Nada estaba listo. Nada estaba en su lugar. Todo era un engaño y una farsa”, aseguró.
Por último, le preguntaron sobre otro mensaje en el que expresaba: “No puedo hacer esta película con estos patrocinadores. Imposible”. Y ella explicó: “Estas son palabras emotivas. Me sentí atrapada en ese momento, no tenía ningún sentido que la película fuera a suceder. Simplemente me sentí acorralada. Eso no significa que pensara incumplir mi contrato. Si me hubieran llamado para comenzar a filmar, habría hecho esta película, aunque sé que hubiera sido un desastre. Nunca he roto un contrato, tenía que hacerlo”, finalizó.