Yahoo Estilo El rey Carlos, acompañado por sus hermanos, preside el solemne cortejo fúnebre de Isabel II hasta la Catedral de St Giles
Cuatro hermanos que comparten juntos su dolor para honrar la figura de su adorada madre. Así es como el recién proclamado rey Carlos se ha unido este lunes en Edimburgo a la princesa Ana, el duque de York y el conde de Wessex, todos ellos al frente del cortejo fúnebre que ha trasladado los restos de Isabel II del Palacio de Holyroodhouse a la Catedral de St Giles. El monarca ha viajado hoy en avión desde Londres hasta la capital escocesa, acompañado por su esposa Camilla, para asistir a los diferentes actos en honor a la soberana.
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Andrés de York, el único de los hermanos que no vestía el uniforme militar
Poco después de las dos y media de la tarde (las 15:35 horas en España), comenzaba una procesión solemne donde los miembros de la Familia Real británica hacían el recorrido a pie y se veían arropados por una multitud que abarrotaba las calles. El recién nombrado monarca lucía el uniforme de gala de la Guardia Real de Escocia, con el bastón de mando y la espada en sus manos, mientras que su hermana y el príncipe Eduardo también iban vestidos con el traje militar. No así Andrés de York, que iba con frac de chaqueta y corbata tras haber sido despojado de sus títulos del ejército y patrocinios reales el pasado enero por el llamado caso 'Epstein'. Al menos, el considerado como 'hijo favorito' de Isabel II sí portaba sus medallas y condecoraciones en la solapa.
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La Reina consorte y Sophie de Wessex iban por detrás de la comitiva juntas en un vehículo, mientras que sir Timothy Laurence, marido de la princesa Ana, ha hecho el trayecto a pie situado detrás de su mujer y sus cuñados. Durante el recorrido de algo más de un kilómetro por la Milla Real, el féretro era flanqueado por miembros del Real Regimiento de Escocia y un destacamento de la Guardia del Rey, la Compañía de Arqueros. Un respetuoso silencio era la nota predominante durante todo el camino, que solo se veía interrumpido por el ruido de las salvas que se escuchaban de vez en cuando en honor a Isabel II.
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Misa en St Giles para recordar a Isabel II, que permanecerá allí durante 24 horas
Tras la llegada del féretro a la catedral, se celebraba entonces un servicio de oración y acción de gracias de la vida de la Reina al que han asistido diversas personalidades de la sociedad y la política escocesas. Los restos mortales permanecerán en el templo durante 24 horas, para que los ciudadanos que quieran pueda pasar a presentar sus respetos.
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Tras aterrizar en Edimburgo, Carlos III había pasado revista a la Guardia de Honor y recibía de manera simbólica las llaves de la ciudad en el palacio de Holyroodhouse. Después de la procesión y la misa, el Rey ha mantenido audiencias con los líderes de la nación, entre ellos la primera ministra Nicola Sturgeon. Además, junto a la Reina consorte, el soberano ha participado en una moción de condolencia en el Parlamento escocés, donde ha pronunciado un discurso.
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Por último, el monarca se volverá a unir de nuevo a su familia para participar en una vigilia en la catedral de St. Giles, donde se velarán los restos de la Reina en la capilla ardiente. Esta jornada marca el inicio del tour que, en los próximos días, el recién proclamado Carlos III hará por el Reino Unido, Gales y el Norte de Irlanda.
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