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Rey Carlos: El monarca que más tiempo ha esperado para ascender al trono nunca ha tenido un apoyo público satisfactorio

El príncipe Carlos de Gran Bretaña y la reina Isabel asistiendo al Desfile Reddendo de la Guardia Escocesa de la Reina (también conocida como la Compañía Real de Arqueros) en los jardines del Palacio de Holyrood, en Edimburgo, Escocia, Gran Bretaña, el 30 de junio de 2022. Jane Barlow/Pool vía REUTERS
El príncipe Carlos de Gran Bretaña y la reina Isabel asistiendo al Desfile Reddendo de la Guardia Escocesa de la Reina (también conocida como la Compañía Real de Arqueros) en los jardines del Palacio de Holyrood, en Edimburgo, Escocia, Gran Bretaña, el 30 de junio de 2022. Jane Barlow/Pool vía REUTERS

Es el papel que ha estado destinado a desempeñar en su vida, aunque ha tardado más que cualquier otro heredero de la historia británica en subir al trono.

Ahora, tras la muerte de Su Majestad la Reina, el príncipe de Gales se convertirá en rey.

Sin embargo, durante muchos años se especuló sobre la posibilidad de que no llegara a ser soberano. En comparación con su madre, que inspiró un inmenso respeto y lealtad durante sus 70 años de reinado, Carlos rara vez ha disfrutado de una popularidad universal.

Etiquetado por la prensa como “entrometido”, “tonto” e incluso “peligroso”, las encuestas han indicado que el público británico quería que la corona pasase directamente a su hijo mayor, el príncipe Guillermo.

Los funcionarios reales siempre han dicho que se aplicarían las reglas normales de sucesión, muestra de ello es que muy pronto tendrá lugar la coronación de Carlos como rey. Sin embargo, ¿qué significará esto para la monarquía británica?

Charles Philip Arthur George nació el 14 de noviembre de 1948 en el Palacio de Buckingham. Tenía solo tres años cuando su madre accedió al trono como la reina Isabel II en 1952.

El rey Jorge VI con la entonces princesa Isabel, el príncipe Felipe y la entonces reina Isabel después del nacimiento de Carlos. (Pa Images)
El rey Jorge VI con la entonces princesa Isabel, el príncipe Felipe y la entonces reina Isabel después del nacimiento de Carlos. (Pa Images)

Era un niño enfermizo y, con gran diferencia, el más sensible de los cuatro hijos reales, por lo que en muchos sentidos era el menos adecuado para desempeñar el papel de monarca.

Cuando años más tarde le preguntaron sobre el momento en que se dio cuenta por primera vez de que algún día sería rey, dijo que no había habido vivido una revelación repentina, sino más bien un despertar lento, “espantoso e inexorable”.

Se decía que su relación con su padre, el duque de Edimburgo, era “difícil”, mientras su madre a menudo se mantenía ocupada en sus deberes reales.

Más tarde, Carlos se lamentó de que lo hubieran “privado” del afecto de los padres. Era el nieto más cercano a su abuela, la Reina Madre, quien le daba abrazos, lo llevaba al ballet y, como recordaría más tarde: “me enseñó a ver las cosas”.

A los 13 años, fue enviado al antiguo internado de su padre, Gordonstoun, en Escocia, pero lo odiaba. Una vez lo describió como una “sentencia de prisión” y un “Colditz con faldas escocesas”.

Terminó con seis niveles O y dos niveles A, pero se matriculo en el Trinity College de la Universidad de Cambridge para estudiar Antropología, Arqueología e Historia.

El príncipe Carlos estrechándole la mano a Robert Chew, el director de la escuela Gordonstoun, en su primer día como alumno en la institución, en mayo de 1962. (Colección Hulton-Deutsch/Corbis)
El príncipe Carlos estrechándole la mano a Robert Chew, el director de la escuela Gordonstoun, en su primer día como alumno en la institución, en mayo de 1962. (Colección Hulton-Deutsch/Corbis)
El príncipe Carlos abandonando la Casa del Senado, en Cambridge, tras terminar su maestría en Artes en la universidad. (PA Images)
El príncipe Carlos abandonando la Casa del Senado, en Cambridge, tras terminar su maestría en Artes en la universidad. (PA Images)

Durante su segundo año, también pasó algún tiempo en la Universidad de Gales en Aberystwyth, donde aprendió el galés antes de su investidura como príncipe de Gales.

Carlos había sido nombrado príncipe de Gales a la edad de nueve años en 1958, pero fue investido oficialmente en el Castillo de Caernarfon, situado en el norte de Gales, el 1 de julio de 1969.

La investidura se llevó a cabo en un clima de preocupaciones sobre la mayor visibilidad de la Familia Real en la televisión, el debate sobre su relevancia en la era moderna y un aumento en el sentimiento nacionalista galés.

El acto fue transmitido en vivo por televisión y fue visto por 19 millones de personas en todo el Reino Unido y más de 500 millones en el extranjero.

El príncipe de Gales, en el centro, con otros miembros de la familia real tras su ceremonia de investidura en el Castillo de Caernarfon. (Getty Images)
El príncipe de Gales, en el centro, con otros miembros de la familia real tras su ceremonia de investidura en el Castillo de Caernarfon. (Getty Images)

Carlos empezó a formarse como piloto de jet en la RAF en 1971 y luego se matriculó en la escuela naval de Dartmouth, antes de servir en varios buques de la Marina Real Británica y entrenar como piloto de helicóptero.

Fue más o menos en esa época que empezó a salir con Camilla Shand, la actual duquesa de Cornualles, pero en aquel momento la posibilidad de casarse con ella estaba fuera de discusión.

Según el historiador Walter Bedell Smith, la relación con Camilla fue un golpe en su contra, porque el futuro rey necesitaba casarse con alguien “que al menos pareciera virginal”.

La entrada de Carlos a la marina frenó su relación y Camilla se casó con Andrew Parker Bowles, con quien había mantenido una relación intermitente pero duradera en 1973.

Se consideró “más adecuada” la pareja que formó el príncipe con lady Diana Spencer, a la cual su tío Lord Mountbatten calificó como una “joven de carácter dulce”.

El príncipe Carlos y lady Diana Spencer anunciaron su compromiso en febrero de 1981. (AP)
El príncipe Carlos y lady Diana Spencer anunciaron su compromiso en febrero de 1981. (AP)

Se comentó que Carlos había sido presionado por su padre para proponerle matrimonio tras solo seis meses de relación, de manera que el compromiso de la pareja se anunció en febrero de 1981. Carlos tenía 31 años y Diana solo 19.

En su entrevista de compromiso, cuando les preguntaron si estaban enamorados, su respuesta, ahora considerada infame, fue: “lo que sea que signifique ‘estar enamorados’”. Aquello marcó la tónica del matrimonio.

Se dice que lloró en la víspera de su boda en julio de 1981.

El príncipe y la princesa de Gales saludando a la multitud tras su ceremonia de boda en la Catedral de San Pablo en julio de 1981. (Archivo de la princesa Diana/Hulton Royals Collection/Getty Images)
El príncipe y la princesa de Gales saludando a la multitud tras su ceremonia de boda en la Catedral de San Pablo en julio de 1981. (Archivo de la princesa Diana/Hulton Royals Collection/Getty Images)
El príncipe y la princesa de Gales dejando el Ala Lindo del Hospital St Mary después del nacimiento de su hijo pequeño, el príncipe Guillermo, el 21 de junio de 1982. (PA Images vía Getty Images)
El príncipe y la princesa de Gales dejando el Ala Lindo del Hospital St Mary después del nacimiento de su hijo pequeño, el príncipe Guillermo, el 21 de junio de 1982. (PA Images vía Getty Images)

Su hijo y heredero, el príncipe Guillermo, nació menos de un año después de la boda, seguido por el príncipe Harry, en septiembre de 1984.

Sin embargo, incluso en ese momento el matrimonio real tenía dificultades.

En una carta a un amigo, Carlos escribió: “¿Cómo pude hacerlo tan mal?”.

En 1986, Carlos reavivó su romance con Camilla, admitiendo más tarde que su matrimonio se había “roto irremediablemente”.

Diana, quien también tuvo amantes, le confesó posteriormente a Martin Bashir en la ahora controvertida entrevista de BBC Panorama en 1995: “En ese matrimonio éramos tres, había demasiada gente”.

Lady Diana Spencer y Camilla Parker-Bowles en Ludlow Races, donde competía el príncipe Carlos, en 1980. (Foto de Express Newspapers/Archive Photos)
Lady Diana Spencer y Camilla Parker-Bowles en Ludlow Races, donde competía el príncipe Carlos, en 1980. (Foto de Express Newspapers/Archive Photos)
Martin Bashir entrevistando a la princesa Diana en el Palacio de Kensington para el programa de televisión Panorama. (Corbis vía Getty Images)
Martin Bashir entrevistando a la princesa Diana en el Palacio de Kensington para el programa de televisión Panorama. (Corbis vía Getty Images)

Después de la publicación del libro de Andrew Morton Diana: Su verdadera historia en 1992, no hubo dudas de que el matrimonio entre Carlos y Diana había terminado.

La separación de la pareja se anunció en diciembre de 1993 y su divorcio finalizó en agosto de 1996.

Sin embargo, la reputación de Carlos sufrió un duro golpe. Fue retratado como un mal padre y lo culparon por el tormento de Diana. Desde entonces, le ha costado mucho deshacerse de esa imagen.

Cuando ella murió en un accidente automovilístico en París en agosto de 1997, él parecía ser muy consciente de la reacción de la nación. Cuando escuchó la noticia, dicen que se dirigió a sus cortesanos y dijo: “Todos me van a culpar, ¿no?”.

A pesar de ello, luego vendrían tiempos más felices. Ahora Camilla, la duquesa de Cornualles, ocupa un lugar en su corazón, un sitio que siempre ha dicho que “no es negociable”.

Se casaron en una ceremonia civil en abril de 2005 en el Windsor Guildhall y sus índices de aprobación mejoraron a medida que el público se percataba del amor mutuo que se profesaban.

El príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles, en el Salón Blanco del Castillo de Windsor después de su matrimonio. (Corbis vía Getty Images)
El príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles, en el Salón Blanco del Castillo de Windsor después de su matrimonio. (Corbis vía Getty Images)
Carlos y Camilla en Colombo, Sri Lanka en 2013, el año en que se convirtió en el heredero al trono que más tiempo ha servido. (Getty Images)
Carlos y Camilla en Colombo, Sri Lanka en 2013, el año en que se convirtió en el heredero al trono que más tiempo ha servido. (Getty Images)

Incluso la reina reconoció su felicidad. En un discurso después de la boda en el que usó el lenguaje de su amado mundo hípico dijo: “Mi hijo está a salvo con la mujer que ama. Han superado escollos difíciles, al estilo de Bechers Brook y The Chair, así como todo tipo de obstáculos terribles, pero ahora están en el recinto de los ganadores”.

A principios de 2022, la Reina expresó su sincero deseo de que Camilla sea “reina consorte” cuando Carlos se convierta en rey.

Carlos se convirtió en el heredero con más años de servicio tras 59 años, dos meses y 13 días, un récord que había establecido previamente su tatarabuelo, el rey Eduardo VII en 2013, a la edad de 65 años.

Ahora, a sus 73 años, se convierte en el rey más longevo en ascender al trono en casi 200 años: el récord anterior era de Guillermo IV, quien tenía casi 65 años cuando se convirtió en rey en 1830.

Sin embargo, Carlos sigue siendo relativamente impopular entre el público británico. La biógrafa real Penny Junor cree que todavía se le culpa injustamente por la infelicidad de Diana.

“Lo pasa mal porque su matrimonio fracasó”, explicó. “Nunca lo han perdonado porque Diana lo culpó y él jamás dijo una palabra.

“Nunca ha explicado qué sucedió en su matrimonio. Su punto de vista siempre ha sido que la historia lo juzgará”.

La reina y Carlos durante la apertura estatal del parlamento en 2019. (Reuters)
La reina y Carlos durante la apertura estatal del parlamento en 2019. (Reuters)
Una parte de una carta al ex ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, Elliot Morley, que el Príncipe Carlos envió entre 2004 y 2005. (Getty Images)
Una parte de una carta al ex ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, Elliot Morley, que el Príncipe Carlos envió entre 2004 y 2005. (Getty Images)

Como heredero, Carlos siempre vivió a la sombra de su madre, la reina, cuyo famoso mantra es “nunca te quejes, nunca des explicaciones”. En cambio, ha exasperado a algunas personas porque, al parecer, ha usado su posición para influir en las decisiones del gobierno.

Solo en 1987, envió más de 1 000 cartas, conocidas como los “memorandos de la araña” debido a la letra distintiva de Carlos, a varios destinatarios, incluidos ministros del gabinete.

Tanto Margaret Thatcher como Tony Blair se quejaron de su injerencia en el proceso legislativo durante sus respectivos mandatos como primeros ministros.

Carlos admitió que a veces se sentía “inundado de vilipendio y abuso”. Sin embargo, las cartas también mostraron que es encantador y a menudo se refiere a sí mismo como alguien con “puntos de vista chapados a la antigua”.

No obstante, la pregunta crucial es si será capaz de guardarse esos puntos de vista. Durante un documental sobre su cumpleaños 70 en 2018, Carlos dijo que no se “entrometerá” cuando se convierta en Rey.

El príncipe Carlos en un Age UK Tea en su cumpleaños 70 en la Spencer House el 14 de noviembre de 2018 en Londres. (UK Press vía Getty Images)
El príncipe Carlos en un Age UK Tea en su cumpleaños 70 en la Spencer House el 14 de noviembre de 2018 en Londres. (UK Press vía Getty Images)
El príncipe Carlos durante la Celebración del Patrocinio del 70 Cumpleaños del Príncipe de Gales celebrada en el Palacio de Buckingham, el 22 de mayo de 2018 en Londres. (UK Press vía Getty Images)
El príncipe Carlos durante la Celebración del Patrocinio del 70 Cumpleaños del Príncipe de Gales celebrada en el Palacio de Buckingham, el 22 de mayo de 2018 en Londres. (UK Press vía Getty Images)

Confesó: “Siempre me he preguntado qué significa la intromisión, quiero decir que siempre pensé que era algo motivador, pero me intriga saber si entrometerme implica preocuparme por las ciudades y lo que ocurre en ellas, como hice hace 40 años”.

“Preocuparme por las condiciones en las que vivía la gente. Si eso es intromisión, estoy muy orgulloso de ello”.

Su organización benéfica Prince's Trust ha apoyado a miles de jóvenes desfavorecidos en todo el Reino Unido desde que Carlos la creó en 1976. También ha generado conciencia sobre el cambio climático y la contaminación por plásticos.

Carlos y Camilla usando mascarillas en un evento de agradecimiento a los voluntarios locales y trabajadores clave de instituciones y organizaciones benéficas en Berkshire, en diciembre de 2020. (Max Mumby/Indigo - Pool/Getty Images)
Carlos y Camilla usando mascarillas en un evento de agradecimiento a los voluntarios locales y trabajadores clave de instituciones y organizaciones benéficas en Berkshire, en diciembre de 2020. (Max Mumby/Indigo - Pool/Getty Images)

Sin duda, parece decidido a ser un monarca trabajador. En los últimos años, a medida que la reina iba reduciendo sus compromisos oficiales, Carlos fue asumiendo más obligaciones.

En 2022, presidió la apertura del parlamento y leyó el Discurso de la Reina, que establece el programa legislativo del gobierno.

Pero no se sentó en el trono del soberano sino en el trono destinado al consorte, que solía ocupar el duque de Edimburgo. Guillermo y Camilla se sentaron a ambos lados, en las sillas de estado.

A su lado quedó un espacio vacío, donde generalmente se encuentra el trono de la Reina, bajo el opulento dosel, mientras que la Corona del Estado Imperial de la monarca estaba situada al frente sobre un cojín de terciopelo.

Junto a la princesa Ana y el príncipe Guillermo, también participó en el “Trooping the Colour” en nombre de la reina durante el primer día de las celebraciones del Jubileo de Platino.

Carlos leyendo el discurso de la reina durante la apertura estatal del parlamento en la Cámara de los Lores, Londres. (AP)
Carlos leyendo el discurso de la reina durante la apertura estatal del parlamento en la Cámara de los Lores, Londres. (AP)
El príncipe de Gales, el duque de Cambridge y la princesa real durante la ceremonia Trooping the Colour en el Desfile de los Guardias a Caballo durante el primer día de las celebraciones del Jubileo de Platino. (AP)
El príncipe de Gales, el duque de Cambridge y la princesa real durante la ceremonia Trooping the Colour en el Desfile de los Guardias a Caballo durante el primer día de las celebraciones del Jubileo de Platino. (AP)

Durante la pandemia de coronavirus, a pesar de haber contraído la enfermedad, no abandonó su trabajo, sino que pasó todos los días de aislamiento en su escritorio.

También apareció en mensajes de vídeo con frecuencia, enviando apoyo desde su hogar a las organizaciones benéficas que normalmente visitaba en persona.

Su papel adquirió una nueva dimensión en abril de 2021, cuando murió su padre, el príncipe Felipe, dejándolo en una posición más alta como cabeza de familia.

La familia real no pudo llorar al duque de Edimburgo siguiendo la ceremonia tradicional debido a la pandemia de coronavirus en curso.

Carlos encabezó la procesión detrás del ataúd del duque de Edimburgo, agradeció al público sus mensajes, se emocionó y lloró al ver las flores dejadas en el Castillo de Windsor como homenaje.

Aunque su padre se había jubilado cuatro años antes de morir, la pérdida del patriarca supuso un cambio para toda la familia.

Carlos liderando a su familia en el cortejo fúnebre de su padre, el duque de Edimburgo, en abril de 2021. (WireImage)
Carlos liderando a su familia en el cortejo fúnebre de su padre, el duque de Edimburgo, en abril de 2021. (WireImage)
El príncipe Carlos cumpliendo en persona con un compromiso en el barco patrimonial 'Scorpio' en el Canal de Coventry en mayo de 2021. (Getty Images)
El príncipe Carlos cumpliendo en persona con un compromiso en el barco patrimonial 'Scorpio' en el Canal de Coventry en mayo de 2021. (Getty Images)

Carlos se retiró a su casa galesa durante algún tiempo para estar a solas antes de retomar sus deberes públicos.

A pesar de la aparente agitación en curso en el seno de la familia debido a las revelaciones de su hijo Harry sobre su infancia y su salud mental, ha mantenido una actitud estoica y no ha hablado en público sobre su vida privada.

Se ha revelado que sus planes como rey incluyen aumentar el acceso público a los palacios, de manera que un mayor número de estancias de las grandes propiedades se mantengan abiertas a los visitantes durante períodos más largos del año.

Durante mucho tiempo se ha especulado que Carlos preferiría no vivir en el Palacio de Buckingham.

Aunque una vez bromeó diciendo que, si lo deseaba, “simplemente podría irme y pasar el resto de mi vida esquiando”, analizando el trabajo de todos estos años resulta evidente que su mayor deseo consiste en mejorar la vida de los demás.

Tendremos que esperar para ver cómo se manifestará eso durante su reinado.

Jill Foster, Rebecca Taylor y Natalie Marchant