El rey tiene ideas claras sobre la comida, pero, ¿le gustarán al Reino Unido?

El chef Calum Franklin, quien pasó casi un año desarrollando su pay de cerdo de la coronación, relleno de gelatina de vino de Madeira y la carne de caza favorita del rey, el faisán, en su casa de Londres, el 23 de abril de 2023. (Joanna Yee/The New York Times)
El chef Calum Franklin, quien pasó casi un año desarrollando su pay de cerdo de la coronación, relleno de gelatina de vino de Madeira y la carne de caza favorita del rey, el faisán, en su casa de Londres, el 23 de abril de 2023. (Joanna Yee/The New York Times)

Los supermercados británicos están repletos de paquetes de pastelillos de la coronación, cerveza de la coronación con lúpulo y papas fritas de la coronación con sabor a coctel de langostinos. Incluso hay pasteles alusivos a la raza Jack Russell en honor a los perros rescatados del rey y la reina consorte, Bluebell y Beth.

Es probable que la pareja real no coma nada de eso. El rey Carlos III y la reina Camilla se inclinan mucho por la fruta y la verdura, de preferencia orgánica y de sus propios huertos. A ella le encanta el pescado y las ensaladas. Para desayunar, el rey ordena una selección de seis tipos de miel y una mezcla especial de muesli, y para terminar la comida, un plato de queso local. Con el objetivo de reducir su huella de carbono, el rey se vuelve vegetariano dos días a la semana y otro día renuncia a los lácteos.

Sin embargo, ¿podrá el primer monarca ecológico del Reino Unido persuadir a una nación que adora la carne asada, las papas fritas y el pollo tikka masala tradicional de los domingos de que adopte la dieta ecológica, orgánica y respetuosa con el medio ambiente que él lleva?

Carlos fue uno de los primeros en adoptar las prácticas de la agricultura orgánica, cuando era tan novedoso que la prensa e incluso algunos miembros de su propia familia lo criticaban. Tampoco le ayudó el hecho de ser partidario de hablar con las plantas y poner música para que la ordeña fuera más tranquila para sus vacas. Incluso modificó su Aston Martin azul de 1970, que le regalaron cuando cumplió 21 años, para que funcionara con bioetanol derivado de los excedentes de vino blanco inglés y suero de leche de la fabricación de queso.

No obstante, fue él quien rio al último. Carlos convirtió 445 hectáreas junto a Highgrove House, su finca al oeste de Londres, en Gloucestershire, en una granja ecológica que acabó suministrando carne y productos agrícolas a Duchy Originals, una empresa que fundó en 1990. Duchy Originals se ha convertido en una marca multimillonaria de alimentos, en una lucrativa asociación con la cadena de supermercados Waitrose. Las ganancias se destinan a organizaciones benéficas y es probable que el hijo mayor del rey, el príncipe Guillermo, reciba el cambio de estafeta.

Los pequeños agricultores británicos ven a Carlos como un campeón y sus opiniones sobre el cambio climático y la agricultura regenerativa lo han convertido en un héroe entre algunos miembros de la clase progresista agrícola.

El pay de cerdo Crown Jewel Celebration de edición limitada, creado por el chef británico Calum Franklin en colaboración con el productor Dickinson & Morris en Londres, el 24 de abril de 2023. (Joanna Yee/The New York Times)
El pay de cerdo Crown Jewel Celebration de edición limitada, creado por el chef británico Calum Franklin en colaboración con el productor Dickinson & Morris en Londres, el 24 de abril de 2023. (Joanna Yee/The New York Times)

“Cuando le des la mano, entenderás a qué me refiero cuando digo que tiene manos de agricultor”, afirmó la chef y autora de libros de cocina Romy Gill, que vive a unos 20 minutos en automóvil de Highgrove House.

Influir en las prácticas agrícolas es una cosa. Convencer a los comensales es otra, como demuestra la actual indignación por una receta real de quiche. (Más información a continuación).

“Como podrás imaginar, aquí hay algunos puntos de vista ligeramente diferentes sobre la familia real”, comentó Calum Franklin, un chef del Holborn Dining Room de Londres y autor británico que saltó a la fama como artesano de pays salados tradicionales con un diseño intrincado para los cuales realiza una gran labor de investigació.

Franklin contribuye con su propio platillo a la locura gastronómica de la coronación. Ha trabajado durante casi un año en el desarrollo de una edición limitada del Crown Jewel Celebration Pork Pie, un pay de cerdo que se va a elaborar en colaboración con el productor Dickinson & Morris, que preparará a mano 500 de estos pays de diseño intrincado con carne de cerdo criado en Inglaterra y pechuga de faisán, la carne de caza favorita del rey.

La familia real está animando a los británicos a cocinar para una serie de fiestas callejeras durante todo el fin de semana de la coronación. El evento principal, llamado Coronation Big Lunch, se celebrará el 7 de mayo, un día después de la coronación del nuevo rey.

Los menús incluirán platillos cotidianos como rollos de salchicha, bollos y bocadillos de sándwiches, pero el palacio de Buckingham envió sugerencias de recetas para los cocineros caseros, como costillar de cordero asado con un adobo de estilo asiático, tacos de camarón con salsa de piña y berenjenas a la parrilla con un aderezo de chutney de mango, yogur y curry en polvo.

Pero lo que más ha llamado la atención ha sido la quiche de la coronación, el platillo oficial que seleccionaron el rey y la reina y será elaboraa en la cocina del palacio de Buckingham por el chef Mark Flanagan. (La última vez que se coronó a un monarca, en 1953, el platillo oficial fue pollo de coronación).

El platillo nuevo, que rápidamente recibió el sobrenombre de Quiche Le Reign, lleva espinacas, estragón, habas y queso cheddar, un guiño a los huevos con queso que a veces le gustan al rey para desayunar. La masa se elabora con manteca de cerdo (una pequeña parte de la controversia), pero los cocineros reales aconsejan usar la que venden en las tiendas.

La noticia de la receta se convirtió de inmediato en un conflicto político. El Partido de la Reforma calificó el platillo de “porquería extranjera” y dijo que el pay sería una opción más patriótica. El Partido Socialista preguntó si la quiche estaría disponible en los bancos de alimentos.

La receta llevó a algunos a reclamarles a Carlos y Camilla por sugerir un platillo a base de huevos en un momento en el que el país sufre escasez de este producto a causa de la gripe aviar.

Otros simplemente señalaron que los precios de los alimentos estaban subiendo. “Salgan a la calle, encopetados”, tuiteó una mujer. “A la gente ya no le alcanza para la compra semanal”.

Queda pendiente ver si el rey seguirá siendo un firme defensor de políticas alimentarias y agrícolas progresistas. Su madre mantuvo una estricta neutralidad política y Carlos sabe que tendrá que moderar sus impulsos de ser franco.

“No soy tan tonto. Me doy cuenta de que ser monarca es otra cosa”, dijo en una entrevista con la BBC en 2018. “La idea de que de alguna manera voy a seguir siendo igual que siempre es una completa tontería”.

Aun así, las personas que han visto en él a un defensor de las causas ambientales creen que no se quedará callado en la noche real.

“Está en una posición única para cambiar la manera en que mucha gente se alimenta en su vida diaria”, afirmó Alice Waters, restauradora y reformadora agrícola californiana, a quien Carlos le enseñó una vez a tejer un seto. “Si no hablara de agricultura regenerativa y clima, me sorprendería”.

c.2023 The New York Times Company